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Vida Abundante
Contributed by Wilbur Madera Rivas on Nov 18, 2018 (message contributor)
Summary: La vida eterna es una realidad que se gozará plenamente en el futuro, pero es una realidad que comenzamos a gozar desde el presente porque la vida eterna vino a la tierra y a nuestras vidas en la persona de Jesucristo.
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Intro. Recuerdo que cuando tenía como 10 años y en el verano mi familia pasaba el verano en Chuburná Puerto, coincidía con las fechas en la que habían campamentos juveniles en el campamento Passler. Y en las noches iba a las instalaciones del campamento y veía como los jóvenes de ese entonces (de 16 en adelante) jugaban y reían, y quería yo integrarme a esos juegos, pero no nos permitían porque éramos niños.
Y recuerdo haber anhelado en mi pensamiento: ¡Cómo me gustaría tener 18 años para poder participar en esas actividades que hacen los jóvenes! Yesos años de adolescencia pasaron lentamente. Año con año pasaba y se veía tan lejos ese día en el horizonte cuando por fin sería yo un joven.
Pero me pasó como cuando te subes a la montaña rusa. Primero el paseo es hacia el punto más alto y es a una velocidad muy baja. Pero cuando comienza a descender alcanzas velocidades de locura.
Así me pasó, cuando llegué por fin a los 18 y continuó mi vida, lo siguiente que sé es que ya estoy casado, tengo hijos que ya son jóvenes, tengo más de 20 años como pastor, y no me explico cómo pasó tan rápidamente el tiempo entre ese niño de 10 años y el hombre de medio siglo de edad.
Nuestro tiempo en este siglo pasa muy rápidamente y la verdad es que conforme más avanzas en la vida, más rápido parecen pasar los años y la consciencia de que te vas acercando al final, se hace cada vez más notoria. Además tu cuerpo comienza a darte pequeños avisos de las facturas del pasado que hay que pagar. Como que quieres hacer cosas, pero tu cuerpo nada más no te obedece. Algunos comienzan a teñirse el cabello para tratar de esconder algunas señales de madurez.
No se si a ustedes les pasa lo mismo, pero los funerales a mi edad ahora me dejan mucho más reflexivo que antes, quizá por todo esto que les estoy comentando. En ese contexto, en el que nos vemos cada vez más cerca de la puerta de salida, el tema de hoy se nos puede hacer muy relevante.
Hoy estaremos hablando del concepto bíblico de la “vida eterna”, sobre todo desde la perspectiva de los escritos del apóstol Juan. Y es que la verdad, el tema de la “Vida eterna” según nos enseña la Escritura, no sólo es relevante para aquellos que ya vivimos más de la mitad de nuestra expectativa de vida, sino para todo ser humano sin importar su edad. Porque la vida eterna tiene que ver con tu vida ahora mismo.
Este mes estamos compartiendo algunas reflexiones respecto a nuestra relación con Dios por medio de Cristo. Y hemos visto que en Jesús encontramos gracia y gozo. Y hoy veremos que en Jesús encontramos también la vida…la vida eterna y abundante.
La Biblia describe a Jesucristo como la Palabra (el verbo) que se hizo carne, lo describe como el creador de todas las cosas. Y ahí en el versículo 4 del capítulo 1 del evangelio de Juan, dice: “En él estaba la vida”.
En los escritos del apóstol juan, la palabra vida normalmente se refiere al concepto de la Vida Eterna. Esta palabra “vida” o “vida eterna” es repetida numerosas veces en el evangelio e incluso constituye el propósito por el cual se escribió el evangelio de juan. Como dice el capítulo 20:30-31 RVC: 30 Jesús hizo muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. 31 Pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer, tengan vida en su nombre.
El propósito de decir lo que se dijo en el evangelio es que las personas crean que Jesús es el Cristo, el Mesías, y al creer en el nombre de Jesús, tengan vida eterna. Así que Juan, tiene un especial enfoque en el concepto de la vida eterna.
Ahora bien, cuando pensamos en el concepto “Vida Eterna”, pensamos, primero en la palabra “vida”. Lo relacionamos con existir, andar, hablar, pensar, caminar, ser. Y luego pensamos en “eterna”. Es decir, sin fin, para siempre, que no se acaba, que está fuera del tiempo. Entonces, el concepto se hace muy atractivo porque ¿Quién no quiere vivir para siempre? ¿A quién le gustaría dejar de existir por completo? ¿Quién quiere envejecer y morir?
Todo lo contrario, hacemos todo lo posible por retrasar nuestra muerte. Muchos cuidan su salud, su nutrición, hacen ejercicio, se ponen todo tipo de productos que prometen retrasar lo que se quiere evitar. Entonces, vivir para siempre es algo muy atractivo.
Creo que he platicado en otras ocasiones cómo mi abuelita materna ya siendo una anciana de más de 80 años, estando ya confinada a su cuarto, imposibilitada de moverse por sí sola y estando bajo el cuidado constante de mi madre, doña soco, y su fiel ayudante Zenaida. Un día la abuelita se puso muy reflexiva acerca de la muerte y le dijo a Zenaida: “ ¡Ay Zenaida! Cuando tú y soco se mueran ¿Quién me va a cuidar?”