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¿quién Soy Cuando Nadie Me Mira?
Contributed by Cristian Escobar on Oct 8, 2015 (message contributor)
Summary: Integridad
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¿QUIEN SOY CUANDO NADIE ME MIRA?
Honestidad no es lo mismo que integridad
Hay un caso de la vida real, en que una pareja fue a comprar comida rápida a una tienda de hamburguesas en su auto, pidieron su comida y les entregaron su orden…
La pareja pago y recogió el paquete con las hamburguesas y luego se fueron para comer en algún lugar donde pudieran estacionarse y charlar.
La sorpresa que se llevó este hombre fue tremenda, ya que al abrir la bolsa no encontró hamburguesas, sino que mucho dinero. Al parecer el vendedor confundió los paquetes y le entrego la recaudación del día.
El hombre le dijo a su pareja, que fueran a devolver el dinero, así que fueron y pidieron hablar con el gerente.
El gerente pensó que le reclamarían por la comida, pero le sorprendió que no fuera así, sino que le explicar lo sucedido y pidieron que le dieran sus hamburguesas
El gerente quería llamar a un reportero para que todo el mundo supiera de la honestidad de este hombre, pero él le pidió que no lo hiciera.
Le pidió que no lo hiciera porque la mujer con la que andaba no era su esposa, sino su amante y no quería que su familia se enterara.
Este hombre era honesto, devolvió una gran suma de dinero, pero no era integro.
La palabra integridad se define como entero, y se refiere a algo completo, lleno, que no tiene espacios vacíos o que no está dividido.
Uno puede ser honesto, pero no ser integro, es decir puede estar dividido en lo que hace, agradar a uno pero no a otro.
Mentirle a su familia, pero ser honesto en el trabajo.
Cuando nos falta la integridad, perdemos la confianza de las personas, pero cuando somos íntegros, ganamos la confianza de Dios.
Job 2:3 ¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? —volvió a preguntarle el Señor —. No hay en la tierra nadie como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal. Y aunque tú me incitaste contra él para arruinarlo sin motivo, ¡todavía mantiene firme su integridad!
Poco después que Satanás había sometido a un duro trato, Dios levanta la integridad de Job, podría no ser perfecto, pero si era integro, no tenía dobleces.
La pregunta para nosotros es como ¿nos ve Dios?, ¿Qué dirá Dios de nosotros cuando nos ve?
Y esta pregunta es muy importante, porque nuestra integridad no se mide en base a nuestras buenas obras o gran cantidad de actividades en nombre de Dios o en favor de los demás, sino que quienes somos y que hacemos cuando nadie más que Dios nos está mirando.
Es en los momentos de soledad, cuando estamos en el trabajo y no hay otros cristianos con nosotros, cuando nuestra familia no nos está mirando, cuando enfrentamos las tentaciones o cuando no hay alguien que nos conoce cuando nuestra integridad es puesta a prueba.
Daniel 1:8-16, nos encontramos con un hombre que enfrento una situación terrible, probablemente más difícil que enfrentar una enfermedad o incluso a la muerte.
El rey Nabucodonosor, quien gobernaba por ese tiempo Babilonia y que había arrasado con Israel, capturo muchos jóvenes para que le sirvieran como Eunucos en su palacio.
Los Eunucos, eran personas que en su mayoría habían sido castrados para que no fueran tentados y se involucraran con las mujeres del palacio.
Así que nos encontramos con un hombre joven, que había sido tomado prisionero, obligado a aprender una lengua extraña, a dejar su vida, su familia, su casa, su posición social para ser un esclavo.
Este joven tenía todo a su favor para negar su fe en Dios y revelarse ante él ya que estaba pasando por una situación terrible.
Sin embargo aquí podemos encontrar una primera lección para nosotros:
1. LA INTEGRIDAD NO DEPENDE DE LAS CIRCUNSTANCIAS.
Las circunstancias que enfrentamos, no pueden definir nuestro carácter o nuestra manera de enfrentar las situaciones.
Ser personas de integridad implica que a pesar de lo difícil o contradictorio que estemos enfrentando nunca olvidaremos nuestras convicciones, no nos traicionaremos a nosotros mismos, ya que cuando faltamos a nuestra palabra, cuando engañamos a otros, realmente nos estamos engañando a nosotros mismos y nos faltamos el respeto con cada cosa que hacemos.
Integridad no se transa, debe estar afirmado en lo profundo de nuestros corazones.
Para Daniel no había opciones para negar su fe o para transar con sus convicciones, su esencia, su naturaleza estaba afirmada en Dios y no le traicionaría por nada del mundo.
Daniel toma la decisión de no contaminarse con la comida real.
Daniel tomo la decisión de no vender sus convicciones
2. NO VENDAMOS NUESTRA INTEGRIDAD
En una fiesta muy formal, todos de traje, la casa muy elegante, todos vestidos muy bien, un hombre se le acerca a una mujer muy guapa y le dice muy discretamente, “UD. dormiría conmigo por un millón de dólares?” La mujer, con una sonrisa, responde, lo pensaré. Unas horas más tarde en la misma fiesta el mismo hombre se acerca otra vez a la mujer y le dice: ¿Duermes conmigo por 10 dólares? Ella, indignada, le responde con coraje, ¡Qué crees que soy! El hombre le dice—Ya hemos establecido lo que eres, estamos negociando el precio, nada más.