¿QUIEN SOY CUANDO NADIE ME MIRA?
Honestidad no es lo mismo que integridad
Hay un caso de la vida real, en que una pareja fue a comprar comida rápida a una tienda de hamburguesas en su auto, pidieron su comida y les entregaron su orden…
La pareja pago y recogió el paquete con las hamburguesas y luego se fueron para comer en algún lugar donde pudieran estacionarse y charlar.
La sorpresa que se llevó este hombre fue tremenda, ya que al abrir la bolsa no encontró hamburguesas, sino que mucho dinero. Al parecer el vendedor confundió los paquetes y le entrego la recaudación del día.
El hombre le dijo a su pareja, que fueran a devolver el dinero, así que fueron y pidieron hablar con el gerente.
El gerente pensó que le reclamarían por la comida, pero le sorprendió que no fuera así, sino que le explicar lo sucedido y pidieron que le dieran sus hamburguesas
El gerente quería llamar a un reportero para que todo el mundo supiera de la honestidad de este hombre, pero él le pidió que no lo hiciera.
Le pidió que no lo hiciera porque la mujer con la que andaba no era su esposa, sino su amante y no quería que su familia se enterara.
Este hombre era honesto, devolvió una gran suma de dinero, pero no era integro.
La palabra integridad se define como entero, y se refiere a algo completo, lleno, que no tiene espacios vacíos o que no está dividido.
Uno puede ser honesto, pero no ser integro, es decir puede estar dividido en lo que hace, agradar a uno pero no a otro.
Mentirle a su familia, pero ser honesto en el trabajo.
Cuando nos falta la integridad, perdemos la confianza de las personas, pero cuando somos íntegros, ganamos la confianza de Dios.
Job 2:3 ¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? —volvió a preguntarle el Señor —. No hay en la tierra nadie como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal. Y aunque tú me incitaste contra él para arruinarlo sin motivo, ¡todavía mantiene firme su integridad!
Poco después que Satanás había sometido a un duro trato, Dios levanta la integridad de Job, podría no ser perfecto, pero si era integro, no tenía dobleces.
La pregunta para nosotros es como ¿nos ve Dios?, ¿Qué dirá Dios de nosotros cuando nos ve?
Y esta pregunta es muy importante, porque nuestra integridad no se mide en base a nuestras buenas obras o gran cantidad de actividades en nombre de Dios o en favor de los demás, sino que quienes somos y que hacemos cuando nadie más que Dios nos está mirando.
Es en los momentos de soledad, cuando estamos en el trabajo y no hay otros cristianos con nosotros, cuando nuestra familia no nos está mirando, cuando enfrentamos las tentaciones o cuando no hay alguien que nos conoce cuando nuestra integridad es puesta a prueba.
Daniel 1:8-16, nos encontramos con un hombre que enfrento una situación terrible, probablemente más difícil que enfrentar una enfermedad o incluso a la muerte.
El rey Nabucodonosor, quien gobernaba por ese tiempo Babilonia y que había arrasado con Israel, capturo muchos jóvenes para que le sirvieran como Eunucos en su palacio.
Los Eunucos, eran personas que en su mayoría habían sido castrados para que no fueran tentados y se involucraran con las mujeres del palacio.
Así que nos encontramos con un hombre joven, que había sido tomado prisionero, obligado a aprender una lengua extraña, a dejar su vida, su familia, su casa, su posición social para ser un esclavo.
Este joven tenía todo a su favor para negar su fe en Dios y revelarse ante él ya que estaba pasando por una situación terrible.
Sin embargo aquí podemos encontrar una primera lección para nosotros:
1. LA INTEGRIDAD NO DEPENDE DE LAS CIRCUNSTANCIAS.
Las circunstancias que enfrentamos, no pueden definir nuestro carácter o nuestra manera de enfrentar las situaciones.
Ser personas de integridad implica que a pesar de lo difícil o contradictorio que estemos enfrentando nunca olvidaremos nuestras convicciones, no nos traicionaremos a nosotros mismos, ya que cuando faltamos a nuestra palabra, cuando engañamos a otros, realmente nos estamos engañando a nosotros mismos y nos faltamos el respeto con cada cosa que hacemos.
Integridad no se transa, debe estar afirmado en lo profundo de nuestros corazones.
Para Daniel no había opciones para negar su fe o para transar con sus convicciones, su esencia, su naturaleza estaba afirmada en Dios y no le traicionaría por nada del mundo.
Daniel toma la decisión de no contaminarse con la comida real.
Daniel tomo la decisión de no vender sus convicciones
2. NO VENDAMOS NUESTRA INTEGRIDAD
En una fiesta muy formal, todos de traje, la casa muy elegante, todos vestidos muy bien, un hombre se le acerca a una mujer muy guapa y le dice muy discretamente, “UD. dormiría conmigo por un millón de dólares?” La mujer, con una sonrisa, responde, lo pensaré. Unas horas más tarde en la misma fiesta el mismo hombre se acerca otra vez a la mujer y le dice: ¿Duermes conmigo por 10 dólares? Ella, indignada, le responde con coraje, ¡Qué crees que soy! El hombre le dice—Ya hemos establecido lo que eres, estamos negociando el precio, nada más.
¿Cuál es nuestro precio?
Si alguien te ofreciera poder, riqueza, comodidad o fama, serías capaz de venderte.
¿O si alguien ofreciera pagar nuestras deudas o costear el alquiler de nuestra casa, seriamos capaces de vender nuestras convicciones?
Alguien dijo una vez, todos tienen su precio… y esto es verdad, solamente que nuestro precio como cristianos ya fue pagado y no por nosotros, sino que por Dios, para que dejáramos de ser quienes éramos y comenzáramos de nuevo.
Durante muchos años de mi vida viví buscando agradar a las personas, buscando su aprobación, hasta llegué a traspasar mi propia conciencia, dejando de lado mis convicciones personales.
Me deje arrastrar por lo que otros decía o hacían con el solo fin de ser aceptado.
Cuando miro hacia atrás y recuerdo todo eso, me siento muy agradecido de que Dios me permitiera volver a sentir valor por mi vida.
Demasiadas personas hoy se dejan llevar por lo que le agrada a la gente y transan sus principios con el solo objetivo de ser aceptados y no rechazados.
¿Cuantas veces hemos dejado de ser nosotros por agradar a otra persona?
Incluso en el matrimonio, muchos esposos o esposas, terminan haciendo lo que sus parejas les dicen, no porque ellos o ellas crean que es correcto, sino que porque quieren evitar un conflicto, o no quieren ser ofendidas, miles de jóvenes adolescentes, terminan haciendo lo que no quieren solamente por ser aceptados en algún grupo o por que no se les llame cobardes.
No podemos hacer lo incorrecto solamente por agradar a otro.
Incluso espiritualmente hablando, hay quienes siguen a alguien a pesar de que esa persona pueda estar errada, solo por parecer personas humildes, sin embargo, el valor se mide por las decisiones difíciles que tomamos, aun cuando esto implique decir NO a quien amamos.
3. DEJATE INFLUENCIAR POR DIOS
Hay un proverbio que dice, El que con sabios anda, sabio se vuelve.
Mientras más tiempo pasemos con Dios, más de su mente y de su corazón tendremos en nosotros.
Después de que el rey tuviera un sueño que nadie podía interpretar, Daniel lo visitó y el rey que no creía en Dios sino que tenía muchos dioses, alabo al Señor y premió a Daniel.
Daniel 2:47-48: “y le dijo: — ¡Tu Dios es el Dios de dioses y el soberano de los reyes! ¡Tú Dios revela todos los misterios, pues fuiste capaz de revelarme este sueño misterioso! 48 Luego el rey puso a Daniel en un puesto prominente y lo colmó de regalos, lo nombró gobernador de toda la provincia de Babilonia y jefe de todos sus sabios.”
“La integridad trae muchas bendiciones a nuestra vida, déjate influenciar por Dios”
4. PRACTICA LA INTEGRIDAD A DIARIO
¿Qué dicen de nosotros las personas que más nos conocen?
Nuestras esposas, nuestros compañeros de trabajo, de la universidad, nuestros padres, hermanos, nuestros hijos.
Como ven nuestra integridad, que pueden decir de nosotros lo que nos ven cada día de la semana.
¿Nuestra esposa o nuestros hijos, nos definirían como alguien integro, verdadero, confiable?
Porque es fácil ser una persona de convicción y rectitud el domingo en la iglesia, pero cuando los hermanos no están con nosotros, sino que es nuestro jefe viéndonos o nuestros colegas evaluándonos.
Es ahí donde se muestra quienes somos realmente.
Es en nuestra casa, la universidad o el trabajo donde otros nos ven constantemente y pueden atestiguar si cada día nos comportamos igual que el domingo.
Daniel fue sometido a prueba en búsqueda de algo que pudiera comprometerlo sin embargo hallaron una sorpresa.
Daniel 6:5: “Por eso concluyeron: «Nunca encontraremos nada de qué acusar a Daniel, a no ser algo relacionado con la ley de su Dios.»”
Daniel era un hombre que practicaba la rectitud, porque buscaba agradar a Dios y no a las personas.
Practicar la integridad, la rectitud, nos vuelve personas de confianza.
Cada día nuestros hijos necesitan ver ejemplos reales de integridad, porque en los lugares donde se encuentren a menudo ven los dobleces, la mentira, en nuestras casas no debe ser así, necesitamos ser personas confiables, especialmente para nuestras familias, ellos no deben dudar de nosotros, ellos deben confiar en que nunca les vamos a engañar, y si por alguna razón lo hemos hecho, necesitamos buscar de todas maneras volver a ganar la confianza.
¿Si estuviéramos nosotros en el lugar de Daniel, encontrarían algo?
¿Cómo somos, quiénes somos cuando nadie nos mira?
• LA INTEGRIDAD NO DEPENDE DE LAS CIRCUNSTANCIAS
• NO VENDAMOS NUESTRA INTEGRIDAD, tu integridad no tiene precio.
• DEJATE INFLUENCIAR POR DIOS, su sabiduría puede transformarte
• PRACTICA LA INTEGRIDAD, que nadie encuentre en ti algo que te pueda humillar.
Quisiera terminar con un pequeño poema que se llama el pequeño que me sigue.
Quiero ser muy cuidadoso porque un pequeño me sigue, no quiero yo desviarme porque temo que él me siga.
No escapo de su mirada, lo que me ve hacer, él también lo intenta.
Como YO soy, quiere ser también, el pequeño que me sigue.
Así que debo recordar mientras vivo, en los veranos soleados y la nieve de invierno,
que estoy construyendo los años, del pequeño que me sigue.
Nunca olvidemos que mientras estemos en este mundo tenemos la responsabilidad de construir buenas bases en la vida de los demás.
Toma la decisión de conducir tu vida con integridad y disfruta de los resultados
Amen…