¿Cómo enderezar lo torcido en las relaciones?
Jacob y su relación con la familia.
Génesis 27, 31, 33
Introducción
Cada uno tenemos un sueño de la familia idónea. Algo así como un ambiente de cariño y seguridad en lo cual los niños se crian felizmente y los padres les dan consejos de sabiduría y los abuelos están allí al lado echando una mano y regalándoles chuchis. Jamás se pegan voces y las discusiones son muy suaves sin rencor alguno. Los niños siempre juegan juntos felices y comparten sus juguetes, siempre hacen sus deberes sin quejar y obedecen a sus padres.
La realidad es algo distinto ¿no? Incluso para nosotros dentro de la iglesia. Nuestra experiencia no siempre ha sido de lo más bueno e incluso después de ser creyentes llevamos el bagaje del pasado dentro del matrimonio y podemos seguir sufriendo en la familia. Hasta tal punto que hay quienes en nuestra sociedad que están buscando otros modelos de criar niños y experimentar la convivencia.
A veces podemos imaginar que familias problemáticas son una nueva invención. Que está situación ha llegado con el rock & roll y la droga. Que en los viejos tiempos se vivía de verdad este sueño de que hablabamos antes. ¿Es cierto? Lo dudo. Nada más echarnos un vistazo a la vida de Jacob y nos damos cuenta que tenemos buenos compañeros en este camino hacia una vida equilibrada en familia.
Mi propósito no es identificar 10 puntos clave para conseguir una familia de éxito, sino destacar cosas de su vida de las cuales podemos aprender.
Hay que recordar que Jacob no se hizo perfecto en su encuentro con Dios en Betel. Llevaba todo lo que le quedaba de su vida en un largo camino de aprendizaje. Lo mismo da para nosotros. Será en cuanto vayamos aprendiendo a obedecer los principios contenidos en la Biblia que las cosas también se pondrán en su sitio respecto a nuestras familias.
Aquí identificamos algunos de los problemas que hay que tomar en cuenta al pensar en el entorno de Jacob. Luego pensaremos en las consecuencias de estos problemas. Y por último vamos a considerar cómo se resolvió y hasta qué punto, y además qué nos dice el Nuevo Testamento para ayudarnos.
Problemas:
1.El favoritismo (por parte tanto de Isaac como de Rebeca). Esto nos habla entonces de una falta de amor, comunicación y confianza entre los dos. Parece que vivían distintas vidas y apenas se hablaban como pareja.
2.Un problema de confianza entre los propios miembros de la familia (27). ¿Cómo es que una pareja tan enamorada al principio (24:67), podría llegar unos años después a tal estado? Que una de los dos quiere engañar y herir al otro y lo hace abiertamente y con la complicidad de su hijo.
3.Isaac vivía por los sentidos – el apetito, el tocar, el oír. Eso le dejó seducir por el engaño de Jacob y Rebeca. “Sus ojos se oscurecieron (27:1) e impidieron que reconciera al impostor. A el le gustaría saborear una más de estas comidas tan sabrosas. Su sentido de olfato y de palpar le dice que tiene el hijo correcto (27:27). Sin embargo, sus oídos le advierten que algo va mal (27:22)… En ningún caso le encontramos buscando la voluntad de Dios en oración.” (Jake: Just Learn to Worship – p.53)
4.La relación entre los hermanos parece complicada también. A Esaú le gustó estar fuera en el campo, mientras para Jacob estar en casa le servía mejor – tenían distintas perspectivas de la vida y se desarollaban con distintos carácteres (25:27). Esto es normal pero no debe perjudicar a las relaciones entre hermanos. En este caso parece que sí lo había hecho.
5.La desobediencia – Dios había dicho que el mayor serviría al menor (25:23), pero Isaac se pone a bendecirle a Esaú en vez de Jacob (27:1-4)
6.Un nuevo principio no necesariamente evita que todo vuelva a ocurrir (31) – Jacob también mantenía mala relación con Laban, no todo por su culpa, le engañó, y luego no le quedó otro remedio sino huír como hizo antes con su hermano. Esto quiere decir que llevamos las mismas propensiones y características dentro de nosotros y las circunstancias en nuestro alrededor no las cambian.
7.¿Cómo reparar/arreglar una relación dañada?
Estos son algunos de los problemas que se pueden ver en la familia de Jacob.
Consecuencias de todo esto:
Cada problema conlleva consecuencias. No podemos evitarlo – es la ley de la siembra y la cosecha de la semana pasada. No podemos vivir sin que nuestras actitudes y actuaciones traigan consecuencias, que sean buenas o malas. En este caso vemos algunos:
Falta de comunicación (entre Isaac y Rebeca p.ej. Génesis 27)
Engaño y mentira (Rebeca y Jacob, Génesis 27)
Injusticia (Laban a Jacob y Jacob a Laban, Génesis 29:23-25; 30:41)
Amargura (Esaú, Génesis 27:34)
Odio (Esaú a Jacob, Génesis 27:41)
Separación y rotura de las relaciones (Jacob y Esaú, Jacob y su padre y madre)
Miedo (Génesis 32:6 ,7)
Todo esto es fruto de acciones y actitudes dentro de todos los miembros de una familia. De verdad no podemos juzgar demasiado a esta familia porque cuando miramos a nosotros mismos y a nuestras relaciones dentro de las familias a que pertenecemos, veremos también el fruto de cómo hemos actuado en tiempos pasados. Todos llevamos las cicatrices y heridas del pasado.
¿Soluciones hay?
Frente a lo que vemos en estos capítulos ¿hay esperanza? No hay varita mágica para poner las cosas bien. Todos somos dañados en mayor o menor grado por las situaciones vividas en nuestras relaciones. Y todos somos culpables de menor o mayor grado por el estado actual de nuestras relaciones. Sin embargo ¿vamos a conformarnos con la situación actual y rendirnos ante la desesperación, o hay cosas que podemos hacer para que todo se mejore?
Podemos ver en la vida de Jacob y su familia, como si fuera en un espejo, nuestras propias reacciones frente a la injusticia personal, frente al engaño, e incluso frente a nuestras actuaciones dañinas a otra personas: nuestro egoísmo, nuestro deseo de obtener lo mejor para nosotros mismos a todo coste.
Por eso a mi la Biblia me parece muy realista a la hora de tratar con las relaciones interpersonales. La Biblia no esconde la verdad sobre las consecuencias de nuestro pecado detrás de palabras bonitas ni trata de endulcorar las actuaciones de sus héroes, sino nos hace identificar con ellos para que aprendamos de sus vidas.
Dios tiene preocupación por Jacob
En primer lugar vemos la mano y la gracia de Dios obrando. Cada rato vemos un encuentro entre Dios y Jacob y normalmente Dios es el que toma el primer paso. Génesis 28:10-22 (Betel); Dios toma su parte en el nacimiento de los hijos de Jacob (29:31-30:24), respondiendo así a las oraciones de las madres; cap. 31:3 ‘vuélvete…’; 31:11-13; 32:1,2 antes del encuentro con Esaú; 32:22-32, la lucha con el angel etc.
Jacob también crece a lo largo de los años en su conocimiento del Señor. Empieza haciendo trato en Betel (28), pero en 32:9-12 ha reconocido su pequeñez ante Dios.
También, Dios quiere un encuentro con nosotros, (Lucas 15:4,20) tanto que ha enviado su hijo Jesucristo para tratar desde la raíz con nuestro mayor problema – el pecado. Y cada momento podemos esperar que él trata de hacernos recordar su misericordia.
¡Una revisión cada 15.000 km!
Luego, es mejor mantener nuestras relaciones a punto que tener que tomar medidas drásticas cuando estén a punto de romperse. El coche necesita su revisión cada x tiempo. Debemos tomar tiempo aparte para hacer lo mismo con nuestros seres queridos.
Para el Señor nuestras relaciones entre nosotros son más importantes que actos religiosos (Mateo 5:23,24).
Isaac y Rebeca
¿Cómo podemos evitar este ambiente de sospecho y engaño entre ellos?
Tratar de mantener abierta siempre la comunicación en un espíritu de honestidad y amor. Efesios 4:25 – desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Y más adelante en este mismo capítulo vemos un modelo para todas nuestras relaciones dentro y fuera de la familia – v.31-32.
Jacob y Esaú
En Génesis 32:3 parece que Jacob al fin reconoció la necesidad poner en orden su relación con Esaú. A lo mejor también reconoció que había verdaderamente recibido la bendición (v. 4,5) prometida. De todos modos él tomó el primer paso hacía la reconciliación. A nuestro parecer el encuentro (Cap. 33) no era de esos finales felices que tanto nos gustan pero, a lo mejor Jacob decidió que había llegado lo más lejos posible y que no serviría vivir demasiado cerca los dos hermanos.
A veces es así en nuestras vidas. Tenemos que hacer lo mejor posible.
Jacob y Laban
También para estos dos, ninguno quisó admitir culpabilidad delante del otro pero por lo menos llegaron a un acuerdo (31). Además ambos hablaron claramente sin fingir y quedaron claras sus quejas.
Hay personas en nuestro entorno con quienes nunca vamos a tener la más estrecha amistad. Sin embargo, nos toca andar en luz, como dice el apóstol Juan (1 Juan 1:6,7). También Mateo 18:15-17.
En todas estas cosas, a lo largo de la enseñanza del Nuevo Testamento la palabra AMOR está escrita en letra grande. No es una cosa de sentimiento, sino es algo muy práctico. P.ej Romanos 12:9,10,14-20; 1 Corintios 13:4-7 y nos instruye en cómo Dios actua para con nosotros.
Sumario
Así que, sí hay problemas en nuestras relaciones y estos problemas traen consigo consecuencias. Sin embargo, Dios sigue obrando y es a través de nuestras vidas que su Espíritu Santo puede producir el fruto que mejore nuestras relaciones. Debemos orar el uno por el otro en todo esto.