Summary: El apostol Pablo explica nuestro ministerio el uno al otro.

MINISTRANDO EL UNO AL OTRO: Gálatas 6:1-10

En la sección que estamos estudiando esta mañana, el Apóstol Pablo explica nuestro ministerio el uno al otro.

General William Booth era el fundador del Salvation Army en la última parte del Siglo 19. Era un hombre extraordinario cuyo ministerio ha influenciado a un sinfín número de personas. Tarde en su vida, El General Booth no pudo asistir a uno de las convenciones internacionales del Salvation Army por su salud. Entonces mando un telegrama a los delegados de la convención con una sola palabra “OTROS”.

“El uno al otro” es una frase clave en el nuevo testamento. “Amar los unos a los otros” ocurre más de una docena de veces, tal como “orad el uno por el otro” en Santiago 5:16; “animar el uno al otro” en 1 Tesalonicenses 5:11; “prefiriéndoos los unos a los otros” en Romanos 12:10; “hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones” en 1 Pedro 4:9; y muchos otras amonestaciones similares.

Y aquí en el versículo 2 de nuestro pasaje Pablo nos da uno más. “Sobrellevad los unos las cargas de los otros.” Dios nunca quiso que tuvieras que llevarlo todo solo. Por eso esta la familia de Dios. Para “sobrellevar los unos las cargas de los otros.” El cristiano guiado por el Espíritu Santo y no por su naturaleza pecaminosa piensa en otros y como puede ministrar a otros.

En Gálatas 6:1-10 Pablo da dos maneras importantes como cristianos pueden ministrar el uno al otro: sobrellevando las cargas y compartiendo bendiciones.

Primero, SOBRELLEVANDO CARGAS (v. 1-5)

Pablo escribió esta carta a los Gálatas para desmentir las enseñanzas de los legalistas. Legalistas no están interesados en sobrellevar cargas, sino para aumentar las cargas de otros. Hechos 15:10 dice, “Ahora, pues, porque tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar.”

Jesús critico a los Fariseos, los legalistas de su día, para este mismo pecado. El dijo acerca de ellos en Mateo 23:4 “Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.” Hay gente como esto hoy en día que no mas se sientan para criticar lo que uno hace y sin levantar un dedo para ayudar. Son “cristianos” de labio nada más. Les gusta que la gente les ponga atención.

Ves, legalistas son más duros con otras personas que con ellos mismos. El cristiano que está siendo guiado por el Espíritu Santo busca maneras de sobrellevar las cargas de otros.

Pablo en el versículo 1, presenta el caso de un creyente sorprendido en alguna falta. Esta palabra en griego conlleva la idea de “resbalarse sobre el hielo”. Pablo está hablando de un creyente que no está involucrado en un pecado premeditado y intencionado. Porque usa esta ilustración? Porque nada revela el pecado de legalismo mejor que la manera en que los legalistas tratan a los que han pecado.

A. Hay un contraste entre el propósito del legalista y el cristiano guiado por el Espíritu Santo. Legalistas tratan de aprovecharse del pecador mientras el verdadero cristiano trata de restaurarlo.

La palabra “restauradle” significa restaurar un hueso quebrado. Hasta que entendamos que pertenecemos los unos a los otros en el mismo cuerpo de Cristo, la tendencia es de tratarlo como un caballo cuando quiebra un hueso; llevarlos afuera y matarlos. No juzgas a tu hermano, no le trates mal, porque con la misma manera que juzgas serás juzgado.

Si has quebrado un hueso sabes que tan doloroso es restaurarlo. El creyente que ha pecado es como ese hueso quebrado en la iglesia, y necesita ser restaurado no quebrado más.

Legalistas en cambio, ellos usan al creyente que ha pecado como un ejemplo para hacer mirar bien a ellos. El verdadero cristiano no está competiendo con los demás, o hacerles quedar mal para uno mirarse bien. Si quieres compararte, compárate con Cristo, a ver cómo te miras en el espejo.

Pablo dice en el vs 4 “Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse solo respecto de si mismo, y no en otro.”

B. Hay un contraste entre la actitud de un legalista y un cristiano guiado por el Espíritu.

Legalistas tienen la actitud de orgullo y condenación, mientras el cristiano lleno del Espíritu trata la situación con amor y mansedumbre.

Mira lo que dice en el v. 1 A quien le está escribiendo? “Hermanos” dice. “Si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de odio dice verdad? De mansedumbre, considerándote a ti mismo. O sea saca el tronco que está en tu ojo antes de ver la astilla que está en el ojo de tu hermano. Dice, no sea que tú también seas tentado. Les recuerdo las palabras de Pedro que dice, “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario, el hermano, quien es el adversario? El diablo como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.” El enemigo del cuerpo de Cristo siempre ha sido Satanás. No tenemos lucha contra carne y hueso dice en Efesios 6. Y el siempre ha querido que esta iglesia no crezca trayendo chismes, contiendas, y pleitos. Y mientras no lo ponemos en alto, y dejamos de comparar el uno al otro para ver quién es el mejor, y competir, en vez de mirar la otra persona como igual en Cristo entonces el diablo va tener una inca pie aquí en la iglesia. Esto es muy serio hermanos. Y por eso Dios nos está amonestando con Su Palabra.

Los cristianos saben que viven por gracia y que todavía son pecadores. El pecado no termina hasta llegar al cielo.

Los legalistas no siguen la amonestación de Pablo de “considérate a ti mismo” porque ellos no piensan que van a pecar. Y la palabra dice claro en 1 Juan 1:8 “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.” También dice en el vs 10 “Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Dios mentiroso, y su palabra no está en nosotros.”

Proverbios 16:18 dice, “antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu.”

La actitud de los legalistas es que están tan comprometidos a Jesús que nunca pecaran. Jeremías 17:9 nos dice, “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso.”

Otro contraste es que los legalistas quieren imponer sus reglas y leyes mientras el cristiano guiado por el Espíritu quiere cumplir la ley de Cristo. Mira Gálatas 6:2 otra vez.

Jesús dijo en Juan 13:34, “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a los otros.” Pablo dijo en Gálatas 5:13, “Servid los unos a los otros.” Está exigiendo amor aquí. Cuando estamos tratando de restaurar una vida, debemos siempre hablar la verdad en amor.

C. Hay un contraste en acciones. Legalistas agregan mas cargas a la vida del hermano pecador, mientras los cristianos sobrellevan esas cargas.

La palabra griega aquí para cargas es “baros” que significa “algo pesado.” Esta clase de carga debe ser compartida. Martin Lutero nos dice “Corre hacia él, o la persona que ha caído en pecado, y extiéndele tu mano, levántalo otra vez, consola lo con palabras dulces y suaves, y abrázalo con brazos como de madre querida.” Yo creo que la diferencia entre padre y madre es una buena ilustración de la diferencia entre legalista y cristiano guiado por el Espíritu.

Cuando mi hijo Josué, era un niño chiquito el estaba jugando con un palo. Yo le había advertido que se podría lastimar, pero por supuesto continúo jugando, y no era mucho tiempo después que se pego en la frente. Que paso entonces, empezó a chillar y corrió a su mama que le extiendo su mano, lo levanto, le consoló con palabras dulces y suaves, y le abrazo con brazos tiernos. Que fue mi reacción, “Josué, te dije que podrías lastimar!”

Ahora yo creo que padres y madre reaccionan diferentes a sus hijos cuando se lastiman. Madres son como esos cristianos guiados por el Espíritu Santo, que buscan sobrellevar las cargas, y nosotros Padres somos como los legalistas que no hacen nada para consolar sus hijos.

No hay contradicción entre el versículo dos que dice, “sobrellevad los unos las cargas de los otros” y el versículo cinco que dice, “cada uno llevara su propia carga.”

Déjame explicar esto. La palabra en el v. 2 es diferente, “baros” significa “algo pesado” mientras la palabra en el v. 5 es “photion” que significa el “bulto del hombre”. Entonces debemos sobrellevar las cargas de otros porque son demasiado pesados para un hombre llevar solo. Pero hay una carga que es ligera, no pesado para poder cargarlo uno hasta el Día de Juicio. Cristo dijo “llevad tu cruz y sígueme.” Y también nos dijo en Mateo 11:28-30, “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os hare descansar. Llevad mu yugo sobre vosotros, y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón; y hallareis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Si Jesús cargo con nuestros pecados, nosotros también deberíamos cargar a un hermano caído!

II. COMPARTIMOS BENDICIONES (V. 6-10) La segunda manera que cristianos ministran el uno al otro es por compartir bendiciones.

Tal como “el uno al otro” es una frase clave en el nuevo testamento, también es la palabra “compañerismo” que significa “compartir” en el vs 6. Dice, “El que es enseñado en la palabra, haga participe, o sea compartir, de toda cosa buena al que lo instruye.”

Desde los primeros comienzos de la Iglesia en Hechos 2:42-47, compartir era una marca de la experiencia cristiana. En este contexto, Pablo está refiriendo a compartir bienes materiales con otros.

EL PRECEPTO (V. 6, 10) Pablo comienza con un precepto y luego lo repite con el vs 10 “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.” El maestro de la palabra de Dios reparte tesoros espirituales. Y los que son enseñados deben compartir tesoros materiales. Recuerda, Jesús nos dijo que lo que hacemos con lo material indica como valoramos cosas espirituales. Dijo en Mateo 6:21, “Porque donde esta vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”

EL PRINCIPIO (V. 7-8) Debemos reconocer que hay un principio espiritual detrás del precepto. Dios no manda a cristianos a dar simplemente para que los pastores, maestros y misioneros pudieran tener para sus necesidades materiales, pero para que el cristiano recibiera una mayor bendición. Entonces Pablo dice en los vs 7-8, “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segara. Porque el que siembra para su carne, de la carne segara corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segara vida eterna.”

El principio básico de la sembrar y cosechar esta entretejido en toda la Biblia. Dios ha ordenado que vayamos a cosechar lo que sembramos. El granjero que siembra maíz, espera cosechar maíz. Pero Dios no solo nos ha dicho que sembrar sino tener cuidado que cosechamos.

Hay un viejo dicho, “Siembras un pensamiento, y cosechas un hecho. Siembras un hecho y cosechas un hábito. Siembras un hábito y cosechas un carácter. Siembras un carácter y cosechas un destino.”

Pablo mira bendiciones materiales como la semilla, pero hay dos clases de tierra, la naturaleza de la carne y la del Espíritu. Podemos usar nuestras bendiciones materiales para promover la naturaleza pecaminosa o podemos usar nuestras bendiciones materiales para promover las cosas del Espíritu. Una vez que terminamos de sembrar, no podemos cambiar la cosecha. Así que mucho cuidado con lo que siembras.

Sembrando a una naturaleza de la carne produce una cosecha de destrucción, una cosecha de decadencia moral. Sembrando al Espíritu en cambio produce una cosecha de crecimiento moral y espiritual. En Gálatas 5:16-23 vemos la diferencia entre las dos.

El autor famoso Ernesto Hemingway declaraba que su vida probaba que una persona podría hacer lo que quería sin pagar las consecuencias. El, como muchos hombres antes que él y después, consideraba que las ideas de la Biblia eran anticuadas e irrelevantes a nuestro tiempo, y un estorbo a su placer personal. Leyes morales eran para él una superstición religiosa que no tenía significancia. Su borrachera le llevo a tanta desesperación que se suicido con una bala en el cerebro. Como dice en Salmos 2:4, “El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlara de ellos.” También dice en Eclesiastés 11:9 “alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgara Dios.” Eclesiastés 12:13-14 dice, “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.”

El autor Oscar Wilde fue un homosexual encarcelado, en desgracia y vergüenza, cerca de su muerte escribió: “Olvide por el transcurso de mi vida que lo que eres en secreto algún día lo gritaras del techo.”

LA PROMESA (V. 9) “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” La semilla plantada no produce fruta inmediatamente. Hay temporadas en el alma como hay temporadas en naturaleza, y necesitamos dar tiempo para que la semilla agarre raíz en la vida de una persona. No hay tal cosa como carácter instantáneo en el cristiano. No es como solo le agregas agua y ya está. Toma tiempo para cultivar y producir fruto en la vida cristiano. Pero si perseveramos, llevaremos fruto.

Pero aparte de Cristo no lo podemos hacer. Cristo dijo en Mateo 7:15-20. Y otra vez en Juan 15:5 dice, “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mi, y yo en el, este lleva mucho fruto; porque separados de mi nada podéis hacer.”

Y el Miracle Grow que le hechas a tu vida espiritual para hacerla crecer aun mas es la Fe. Hebreos 11:6 dice, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que la hay, y que es galardonador de los que le buscan.”

Hay que decidir esta mañana cual clase de fruto vas a producir, espiritual o carnal. La espiritual dura la eternidad pero lo carnal es temporal. Cristo dice en Mateo 6:19-21, “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde este vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”

Vamos a orar. Padre celestial, ayúdanos a sembrar semillas que producen fruto espiritual en nuestra vida, y no carnal. Ayúdanos a ministrar a los que han sido sorprendidos en pecado. Que los restauremos en espíritu de amor y mansedumbre. Y sobrellevar las cargas de los demás. Gracias por darnos el privilegio de ser participes en tu obra de reconciliación. Amen.