Los 7 espíritus y la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) actúan en completa unidad sin preferencias o compromiso.
Ellas son: el Espíritu de Vida (Romanos 8:2), el Espíritu de Verdad (Juan 15:26), el Espíritu de Sabiduría (Efesios 1:17), el Espíritu de Santidad (Romanos 1:4), el Espíritu de Fe (2 Corintios 4:13), el Espíritu de Amor (1 Juan 4:8), y el Espíritu de Profecía (Apocalipsis 19:10). Los otros dos Espíritus mencionados en Escritura son el Espíritu de Gloria (1 Pedro 4:14) que refiere a los 7 espíritus colectivamente, y el Espíritu de Gracia (Hebreos 10:29) que refiere al Espíritu Santo.
Cada uno es infinito en su alcance. Vida infinito (por eso la necesidad de una residencia eterna, Cielo o Infierno) Verdad infinito (mas que pudiera ser conocido por todos los seres creados de todas las edades. No lo podemos conocer porque nuestra mente es finito) Sabiduría infinita (completa omnisciencia, hay por lo menos una solución para cada problema o pregunta) Santidad infinita (hay solo un actitud perfecta y acción para cada situación que es aceptable) Amor infinito (cada persona está en el corazón del Señor en cada segundo de cada día de cada año de cada milenio, y el continuamente busca el bien estar de cada individuo sin compromiso) y Profecía infinita (el Señor siempre está buscando comunicar con todos en todo tiempo)
Estos 7 espíritus colectivamente son la naturaleza divina y carácter del Señor Dios simultáneamente.
Si puedes llegar a comprender la influencia infinita de estos 7 espíritus, tienes un vistazo al carácter del Dios vivo. Cada uno de nosotros es finito en naturaleza. El finito nunca va poder comprender completamente el infinito. Sin embargo, lo más que logramos comprender de la completa naturaleza de Dios mismo, lo mejor nuestra relación con el va estar y obtener las bendiciones que deseamos de él.
Mencionamos la semana pasada que Mateo vio a Jesús como el León de la tribu de Judá. Marcos lo miro como el becerro, un siervo humilde, un trabajador. Lucas muestra a Jesús como el hombre perfecto, el segundo Adán. Y Juan lo representa como un águila, mostrando a Jesús como el hombre que vino del cielo.
Estas 4 caras son importantes porque representan toda la creación, en su máxima excelencia. El León es el más fuerte de los animales salvajes, el becerro, o en otros traducciones bíblicos, el buey, es el más fuerte de los animales domesticados, el águila es el rey de las aves, y hombre es el más alto de toda la creación.
En “Shemoth Rabba, sección 23, vol 122, 4 el Rabi Abin dice, “hay cuatro que tienen principado en este mundo: entre criaturas intelectuales, el hombre es superior; entre aves, el águila; entre ganado, el buey; entre bestias salvajes, el León. Cada uno de estos tiene un reino y cierta magnificencia, y están colocados bajo el trono de gloria, Ezequiel 1:10, para mostrar que ningún criatura de exaltarse en este mundo, y que el reino de Dios es sobre todo.” Clarke dice, “Estas criaturas pueden ser considerados los representantes de toda la creación.”
También es significante mirar que la Biblia asocia una cara con la idea de una persona (1 Crónicas 12:8; 2 Crónicas 29:6; Isaías 3:15 y 13:8). Aparentemente hay seres vivientes que pueden ser más de una persona – como nuestro Dios es un Dios en tres personas.
Esto es toda la información que pude coleccionar acerca de estas dos materias.
No mas quiero volver a mencionar lo que dice en los vs 9-11.