Summary: Hay tres pasos que necesitamos para un avivamiento. Primero, hay que confesar nuestra necesidad, Segundo, debemos admitir la posibilidad de un avivamiento, y Tercero, necesitamos reconocer la fuente de avivamiento. No es el predicador, no es una campaña

PASOS PARA EL AVIVAMIENTO

SALMOS 85:4-9 En el versículo 6 de este hermoso Salmo, el salmista ora por avivamiento. Multitudes hoy están pidiendo una oración similar, y vamos a descubrir juntos algunas cosas que Dios tiene que decir acerca de avivamiento.

Algunos de nosotros hemos visto avivamiento en una escala pequeña, donde multitudes de almas se salvan en una reunión, vidas han sido transformadas y un espíritu de oración profunda cae sobre el pueblo de Dios. Pero muy pocos de nosotros hemos experimentado avivamientos grandes. Hemos leído sobre tales grandes movimientos de Dios para hacernos desear que El lo haga una vez más! Pero que es “avivamiento”? Avivamiento es renuevo, restauración – un fresco aliento de la vida, amor y poder de Dios. Personas desmayan y luego cuando viene ayuda son revividos. Flores se marchitan y pierden su belleza y cuando lo pones en agua revivan. También cristianos e iglesias desmayan y necesitan ser revividos.

Hay varios grados de avivamiento. Una persona enferma puede sentirse mejor y luego ser restaurado a completa salud y fuerzas. Lo mismo es con un cristiano y la iglesia.

Mientras estudiamos este Salmo vamos a orar que Dios impresiona en nuestros corazones que mande un avivamiento completo del Espíritu Santo en nuestra nación, y en toda la tierra. Que son los pasos que llevan a un avivamiento?

Uno, NECESITAMOS CONFESAR NUESTRA NECESIDAD DE UN AVIVAMIENTO.

La oración del Salmista fue una confesión de una necesidad; solo fue cuando sintió la necesidad que oro. – vs 6. Piensa en la necesidad para avivamiento: en el mundo afuera. Multitudes están sin Dios y sin esperanza en este mundo. Efesios 2:12:13 dice, “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel, y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.”

También en 1 Pedro 2:10 dice, “Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”

Muchos de estas personas se encuentran fuera de nuestras iglesias, y avivamiento es la única clave a esta situación trágica.

En la iglesia. Muchas iglesias son carnales, mundanos, formales y faltando en poder espiritual y vitalidad. Solamente un avivamiento puede cambiar esta situación trágica.

En nuestras vidas. No tenemos poder espiritual! Con razón fracasamos mucho, nuestro testimonio parece ser inefectivo, y que poco oramos. Avivamiento es nuestra necesidad personal.

NUNCA VA HABER UN AVIVAMIENTO HASTA QUE ADMITIMOS NUESTRA NECESIDAD DE ELLA.

DOS, DEBEMOS ADMITIR LA POSIBILIDAD DE AVIVAMIENTO

Estamos convencidos que avivamiento puede llegar a nosotros? El Salmista si lo estaba. 6 veces en los versículos 1-3 le recuerda a Dios lo que había hecho…Tu mostraste, tu restauraste. Y el hecho que Dios ha envido en el pasado demuestra la posibilidad de un avivamiento en el futuro. Joel 2:28-32. 2 Crónicas 7:14; Jeremías 33:3; Malaquías 3:10.

TRES, NECESITAMOS RECONOCER LA FUENTE DE AVIVAMIENTO. No es el predicador, no es una campaña, es Dios que trae el avivamiento. Nuestros ojos no deben estar fijados en estratagemas de hombres, o programas, iglesias o denominaciones, pero solo en El. Cuando miramos a hombre, vemos lo que el hombre puede hacer. Cuando miramos a dinero, vemos lo que el dinero puede hacer. Cuando miramos a organización, vemos lo que la organización puede hacer. Cuando miramos a denominaciones vemos lo que puede hacer las denominaciones. Pero cuando miramos a Dios podemos ver lo que Dios puede hacer y es mucho mas abundantemente de lo que pedimos.

Salmos 62:5 dice, “Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza.”

La actitud de avivamiento es la humildad. Isaías 57:15 dice, “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivificar el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.”

Para estar bien con Dios lo primero que hay que hacer es entender su gran majestad. El Señor se introduce a Su pueblo con nombres y títulos reflejando Su gran majestad, y espera que Su pueblo le responde a Él como Dios glorioso.

Aunque Dios es el Alto y Sublime, al mismo tiempo el vivirá con el hombre – con el quebrantado y humilde de espíritu. Esto es la segunda cosa para estar bien con Dios: estar quebrantado y humilde delante de un Dios grande y majestuoso.

La tercera cosa para entender en llegar a esta bien con Dios es Su grande amor. Aquí en el versículo 16 Dios muestra su misericordia a su pueblo, pero promete no contender para siempre ni para siempre enojarse. Aunque Dios siempre disciplina su pueblo aquí dice en los versículos 18,19 “He visto sus caminos; pero le sanare, y le pastoreare, y le daré consuelo a él y a sus enlutados; produciré fruto de labio: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová, y lo sanare.”

Oseas 6:1-3 dice, “Venid y volvamos a Jehová; porque el arrebato, y nos curara; hirió, y nos vendara. Nos dará vida después de dos días, en el tercer día nos resucitara, y viviremos delante de él. Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como lluvia tardía y temprana a la tierra.”

“El arrebato, y nos curara.” Oseas ora con el corazón correcto en respuesta a la mano fuerte de Dios. En vez de discutir con Dios, o resentir su corrección, Oseas guía a Israel en una oración.

Hebreos 12:5-7 dice, “y habéis olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige diciendo, “Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; Porque el Señor al que ama disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?”

Esto es una oración que confía en el amor de Dios, y ve su mano de amor aun en la corrección. A veces un hijo rebelde se queja que sus padres no le quieren. Claro, los padres le aman, pero en su rebeldía y falta de sumisión, no pueden recibir o responder a ese amor. Oseas ora con un corazón diferente.

“Nos dará vida después de dos días, en el tercer día nos resucitara” Oseas oro esto en completa confianza del amor y poder de Dios para restaurar. En la oración, hay una profecía de la resurrección de Jesús al tercer día. El contexto apoya esto maravillosamente; en la cruz Jesús fue arrebatado y herido. Escucha lo que dice Isaías 53:3-5: “Despreciado y desechado entre los hombre, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de el el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevo el nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas el herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” Esto lo hace más bello lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz de Calvario. Pero resucito gloriosamente después del tercer día. Gloria a Dios!

Luego nos dice el Oseas 6:3, “Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.”

“Proseguiremos en conocer a Jehová”: El problema de Israel fue descripto en Oseas 4:6 que dice, “Mi pueblo fue destruido, porque le falto conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echare del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidare de tus hijos.”

Cuando proseguimos en conocer a Jehová, el lo bendice. Pero debe ser más que superficial, debe ser perseguido. Pero cuando tratamos de conocerle por Su Palabra, El se revela a nosotros. El temor a Dios es el principio de la sabiduría. Santiago 1:5 nos dice, “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Quiere sabiduría, conozca a Dios primero.

Hebreos 11:6 dice, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que la hay, y que es galardonador de los que le buscan.”

“Vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.” En Israel, la única manera de regar la cosecha era por lluvia. Así que el agricultor esperaba la lluvia con gran anticipación. Cuando anticipamos y esperamos en Dios con esta clase de expectación, El responde y vendrá a nosotros.

Note, otra vez, que es un regalo repetido. El dará la lluvia tardía y temprana a la tierra. Si has tenido gracia una vez, el Señor tiene más para darte. Recuerda los buenos tiempos con el Pastor tal y tal? Bueno el Pastor tal y tal ya está muerto, pero Dios no. Recuerdas lo bueno que pasaste cuando te sentaste en tal y tal iglesia, y luego te moviste a otra ciudad? Bueno, Dios nunca se ha movido. El todavía está aquí. Me dices que feliz estabas cuando eras joven. Bueno, Dios no es más viejo ni joven. El es el mismo hoy, ayer, y para siempre. Supones porque te dio lluvia tardía, ha vaciado las botellas de agua del cielo? No hermanos, sus misericordias son nuevas cada mañana. Viene un avivamiento grande hermanos y va ser el último para la iglesia antes de la venida de Cristo. Y Dios va derramar su Espíritu sobre sus siervos y siervas. Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo! Que anticipación!

Y finalmente vamos a leer Habacuc 3:1-2, “Oración del profeta Habacuc, sobre Sigionot, Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia.”

Simplemente, Habacuc pide por avivamiento. El sabe como Dios trabajo antes, y como Su pueblo una vez respondía, y Habacuc quería verlo otra vez. La oración de Habacuc nos muestra que el avivamiento es un hecho de Dios, no el logro de hombre. Sin embargo, hay una cosa que el hombre puede y debe hacer para tener un avivamiento – simplemente pedírselo a Dios y rogar por la actividad de Dios en medio suyo.

Note lo que dice, “Aviva tu obra en medio de los tiempos.” Muchas veces mi petición es realmente “aviva tu obra” pero debo tener la mente y corazón para la obra de Dios. A la misma vez, esto debe ser una oración personal. “Avívame, Señor.” Somos prontos en culpar la iglesia para pecado, corrupción, flojera, falta de oración, falta de poder espiritual, o cualquier cosa, y olvidamos que nosotros somos la iglesia. Ora por avivamiento personal y que empieza en tu corazón primero. Haga estas tres preguntas.

Como esta tu conducta- tu caminar diario glorifica al Señor como debe? Que tal tu conducta en privado? Las cosas que solamente el Señor puede ver?

Eclesiastés 12:14 dice, “Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.”

Como esta tu conversación – es tu hablar profana o impura? Hablas de Cristo a los demás?

Como esta tu comunión – estás viviendo una vida creciente, abundante con Jesús? Jesús dijo en Juan 10:10, “Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia.”

Habacuc desea que Dios haga una obra que es evidente a todos como una obra de Dios. El ora que el avivamiento se haga en un cierto tiempo y lugar, en medio de los tiempos, no solo como una idea en la mente de alguien.

“En ira recuerda misericordia.” Habacuc ora sabiendo muy bien que ellos no merecen avivamiento, entonces pide por misericordia. La idea es esta, “Señor, sabemos que merecemos tu ira, pero en medio de tu ira, recuerda la misericordia, y manda un avivamiento en medio nuestro.”

Entonces oremos de esta manera esta mañana también. Señor, no merecemos ser bendecidos por ti. Aun nuestra salvación viene por gracia. Solo pedimos que tu avivas tu obra en medio nuestro, en este tiempo, y en este lugar. Amen!