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La Verdadera Ganancia
Contributed by Felix Ramirez on Nov 8, 2005 (message contributor)
Summary: Cómo vivir verdaderamente ricos a los ojos de Dios
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LA VERDADERA GANANCIA
1 Timoteo 6:6-11
INTRODUCCIÓN
A. Alguien ha dicho que los cuatro enemigos del pastor son: la fama (poder), la cama (pereza), la dama (sexo) y la lana (dinero).
B. Sin duda alguna, una de las luchas que enfrenta el siervo de Dios en su ministerio es el asunto de las finanzas personales. Y es que lo podemos mirar desde dos ángulos. Por un lado (la gran mayoría), están los pastores que enfrentan dificultades por no tener el dinero suficiente . Creo que hay pocos pastores que no viven constantemente preocupados por cubrir los gastos necesarios para mantener a la familia decentemente.
C. Pero también están aquellos pastores que a pesar de contar con sus necesidades básicas cubiertas ampliamente, anhelan tener más y más.
D. Esta doble dinámica presenta un reto y una tentación al siervo de Dios, que es llamado a vivir del evangelio. Ambos grupos de pastores que enfrentan el encanto del dinero, son presas de esta cualidad de no ser ambiciosos de ganancias deshonestas.
E. Así que el afán por el dinero no es exclusivo de los que tienen poco: también es un asunto de los que viven desahogadamente. El problema del amor al dinero es un problema que afecta a todo tipo de corazón.
F. Seamos honestos. A ningún niño le dan pan y llora. A ninguno de nosotros nos caería mal unos cuantos pesos de más. El llamado del dinero es seductor, y nosotros somos presa fácil.
G. Sin embargo, nuestro Dios quiere evitar que sus hijos sean presa de la seducción y nos ofrece el camino para vencer esta tentación que tanto daño hace a la obra.
H. Ese es el contexto del pasaje que quiero considerar con ustedes. En los versículos anteriores, Pablo describía el carácter de pseudopastores que hacían de piedad (o la vida cristiana) su fuente de ganancias. Dice el vr. 5: que se trataba de “hombres de mente corrompida y privados de la verdad, que tienen la piedad como fuente de ganancia”. Pablo quería advertir al joven pastor Timoteo de guardarse de esos malos ejemplos y le enseña a vivir piadosamente.
I. Honestamente, nuestros días no son diferentes a los de Pablo. Hoy también es posible encontrar en la piedad una enorme fuente de ganancias muy jugosas: accesorios, éxitos de librería, música, ropa, calcomanías, tarjetas, pañuelos ungidos, aceites bendecidos, agua del Jordán, viajes por cruceros, etc, etc.
J. Aquí en el capitulo 6 de 1ª. Timoteo el apóstol nos llama a enfrentar la tentación de la ambición, enseñándonos algunos principios de acción que nos pueden ayudar a vencerla.
K. ¿Cómo estar preparados para hacerle frente a la ambición? Veamos 4 principios fundamentales.
I. EXAMINA LOS BIENES MATERIALES A LA LUZ DE LA ETERNIDAD (7)
A. Piensen:
1. ¿Han visto alguna maleta que traigan los niños al nacer?
2. ¿Han visto algún camión de mudanzas detrás de una carroza fúnebre?
3. ¿Sabían que la ropa de los muertos no tienen bolsas?
B. Estas simples observaciones nos recuerdan que el primer paso para no dejarse dominar por la ambición es entender que por más ricos que podamos ser, nada-absolutamente nada- nos podremos llevar.
C. Pablo nos ubica en la perspectiva de lo eterno al señalarnos los dos puntos críticos en nuestra vida en la tierra y nos recuerda que así como nada trajimos al mundo, de la misma manera...nada nos llevaremos de este mundo. Esta misma idea la mencionó Job cuando dijo: “desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá”. Un paso firme para vencer la ambición materialista es poner los bienes materiales en la perspectiva correcta: la eternidad. ¿por qué? porque fuimos creados para vivir en ella. Una visión de las cosas en contraste con la etrnidad nos ayudará – no a evitarlas por completo, pero sí a no poner nuestra esperanza y gozo en ellas.
D. Ningún chip del teléfono celular más sofisticado, ni una pieza del motor del automóvil deportivo más caro; ni siquiera la llave de la mansión más lujosa nos podremos llevar después de la muerte.
E. Es en la eternidad donde las posiciones sociales y económicas se nivelan. Allí nadie tiene más posesiones que los demás. Es más, no hay posesiones materiales. Después de todo, en la eternidad sólo contarás con una sola cosa: alma, tu corazón, tu relación con Dios.
F. Es por ello que Pablo nos enseña el siguiente principio...
II. VIVE CON SENCILLEZ (8)
A. Vivimos en una era de grandes avances en todos los campos de la vida humana, en la que somos bombardeados sin piedad por una avalancha de opciones para hacernos la vida más fácil, más placentera, más cómoda.
B. Todas esas opciones son como voces que se esfuerzan por conseguir nuestra atención y nuestro dinero; y vaya que consiguen lo que desean: llegamos a pensar que necesitamos de más cosas para estar bien.