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¿existe La Felicidad?
Contributed by Jenily Silva on Jul 24, 2007 (message contributor)
Summary: Todos anhelamos la felicidad, pero sólo pocos la poseen. La búsqueda de ella es universal y eterna. Para la mayoría de las personas la felicidad es escurridiza. Y para empeorar aún más esta creencia, muchos cristianos piensan que lo sagrado y la feli
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¿Existe la Felicidad?
Muchos la buscan pocos la encuentran
Todos anhelamos la felicidad, pero sólo pocos la poseen. La búsqueda de ella es universal y eterna.
Para la mayoría de las personas la felicidad es escurridiza. Y para empeorar aún más esta creencia, muchos cristianos piensan que lo sagrado y la felicidad no van de la mano. Eso se debe a que en la iglesia ha habido un énfasis que coloca a Jesús como un hombre de penas, y desdicha.
Isaías 53:5 dice:
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (RV1960)
Sin embargo, aquí no termina la historia. La misma Biblia que dice que Jesús sufrió; también afirma que El fue ungido con óleo de júbilo por encima de todos y que el gozo del Señor es nuestra fortaleza.
“Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros”. Hebreos 1:9 (RV1960)
“Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza” nehemías 8:10 (RV1960)
Sin regocijo- no hay fuerza. Esta es una de las razones por las cuales tenemos tantos cristianos débiles.
Entonces, ¿Es cierto qué la felicidad se obtiene? Y de ser así, ¿Cómo la obtenemos?
Primero, déjenme decirles hay muchas escrituras que nos ordenan estar regocijados y felices (Salmos, 32:11, 40:16, 68:3, 70:4, para mencionar algunas). Algunos específicamente nos ordenan a regocijarnos en medio de los problemas. (Salmos. 34:1, Mateo 5:12 y Juan 16:33). El pueblo de Israel fue castigado porque ellos no sirvieron al Señor con alegría y júbilo de corazón, por la abundancia de todas las cosas que el Señor había hecho.
“Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas, servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.” Deuteronomio 28:47-48 (RV1960)
Por lo tanto, si el gozo fue un mandato y el pueblo fue castigado por no regocijarse, entonces la felicidad es algo que nosotros podemos controlar. De otra forma, el Señor podría ser injusto en ordenarnos a hacer esto.
La gente de hoy piensa que la felicidad es un resultado, en lugar de una escogencia. Ellos creen que si ellos no tuviesen ningún problema, y que si tuviesen buenas cosas en abundancia, la felicidad sería un resultado inevitable. Eso no es cierto.
La felicidad no es un estado de ser; es un estado mental. Una persona puede ser feliz aún cuando todos y cada una de las cosas a su alrededor estén en estado de agitación. Ellos pueden estar contentos sin importarles las condiciones financieras o físicas en que se encuentren. La verdadera felicidad y alegría no depende de las circunstancias
Tomemos a Pablo como un ejemplo. El apóstol Pablo escribió el libro a los Filipenses mientras él estaba como prisionero en Roma. El estuvo en Israel como prisionero por 2 años, un año de tránsito por Roma y otro tiempo oculto allí. El estuvo enfrentando posible ejecución.
No obstante, la carta a los Filipenses es la carta más feliz que él escribió. El mencionó en esta corta carta 17 veces “regocíjense”. ¿Cómo sucedió esto? ¿Cuál fue el secreto de Pablo? El libro a los Filipenses nos enseña la clave que utilizó Pablo para obtener tal éxito
En Filipenses 4:11 Pablo dice:
…“he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.” (RV1960)
Noten que la felicidad es algo que el apóstol Pablo aprendió. Eso no vino naturalmente o sin esfuerzo. Ninguno de nosotros nació del vientre leyendo y escribiendo; tuvimos que aprender a través de años de esfuerzo. De igual manera, la alegría, es el mayor componente de la felicidad, esta hay que aprenderla. Esto no nos llega como algo repentino, y no nos llega como una gripe.
¿Cómo obtenemos la felicidad? Primero, necesitamos tratar con lo que hay dentro de nosotros. La mayoría de las personas quieren tratar con lo externo. Ellos oran por sus problemas para que sean solucionados, y desean encontrar en su camino cosas buenas y gente buena. Déjenme decirles algo: ¡esto no va a suceder!
Mientras estemos en este mundo, siempre tendremos problemas (Juan 16:33). Y si vivimos para Dios, tendremos persecuciones (2 Ti. 3:12). Si nunca te cruzas con el diablo es porque vas en su misma dirección. Cuando te volteas y empiezas a nadar hacia arriba, siempre vas a encontrar resistencia. La gente y la circunstancia pueden estar en tú contra.