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Summary: El hombre cojo no fue sanado por Pedro y Juan, pero por el poder de Dios obrando a través de ellos en respuesta a su fe en Cristo.

El poder Pentecostés en acción

Hechos 3:1-23

El hombre cojo en Hechos 3 es un ejemplo del mundo tendiendo su mano a la iglesia por ayuda. Este hombre no fue sanado por Pedro y Juan, pero por el poder de Dios obrando a través de ellos en respuesta a su fe en Cristo. Este incidente ocurrió poco después del derramamiento del Espíritu Santo el día de Pentecostés.

1. La oración (ver. 1)

A. Regularmente

B. La regla para la oración (Mateo 6:6)

C. Los resultados de la oración (Santiago 5:16)

2. La persona (ver. 2)

A. El hombre cojo desde nacimiento

B. Dependía de sus amigos para llevarlo

C. Estaba en el templo pidiendo ayuda.

3. El poder (ver. 3-7)

A. Una mirada de fe

B. Un don de fe

C. Un hecho de fe

4. La alabanza (ver. 8, 9)

A. Saltando—dando expresión al poder del Espíritu Santo.

B. Caminando—poniendo por obra la sanidad

C. Alabando a Dios—dando la gloria a Dios por la sanidad

5. La gente (ver. 9-19)

A. No glorifica al hombre (12)

B. Dios ha glorificado a Su Hijo (13)

C. Aunque fue crucificado, Dios le levantó de entre los muertos (15)

D. Por la fe en Su nombre fue sanado este hombre (16)

E. Arrepentíos y convertíos (19)

Un hombre cojo fue sanado y una multitud de judíos tuvieron convicción de sus pecados por haber rechazado a Cristo—todo porque Pedro y Juan pusieron en obra el poder Pentecostés. El Espíritu Santo viene sobre nosotros para darnos poder para trabajar por Dios, para adorarle y para testificar eficazmente.

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