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Dios Es... Soberano O Un Tirano Series
Contributed by Scott Hudgins on Jul 7, 2014 (message contributor)
Summary: El término “soberano” se refiere al que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente. ¿Quién se puede declarar soberano? ¿Existe una persona que posee la autoridad suprema?
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Introducción
Vídeo: Tiranos - http://www.youtube.com/watch?v=Yta_Rc1ONkc
El vídeo sólo contiene algunos de los tiranos más crueles de la historia del mundo, porque hay muchos más. Dos ejemplos.
1. Kim il-Sung MOSTRAR FOTO (1972-1994) instauró el regimen comunista de Corea del Norte. En búsqueda de eliminar oponentes, mató 1.600.000 norcoreanos. Kim il-Sung se creía soberano. Llevó a los ciudadanos norcoreanos a llamarlo el “Gran Líder” y ha sido elegido como el “Presidente Eterno de la República.” Pero ¿qué opinan ustedes? ¿Fue soberano? No. ¿Por qué? Porque murió. No tenía poder sobre la vida, ni la muerte.
2. Genghis Kan MOSTRAR FOTO (1162-1227) quería conquistar el mundo conocido de su época. Fundó el imperio mongol y su reino fue el más extenso de la historia. Su nombre significa Príncipe Universal. Quería reinar todo el universo. O más bien, quería que todos lo adoraran. ¿Ves la ambición egoísta? En cambio Dios no tiene que conquistar porque de veras es soberano.
Hay ejemplos bíblicos de déspotas y dictadores también. Herodes el Grande MOSTRAR FOTO era el rey de Judea. Se sintió amenazado cuando el rey de los judíos nació, o sea Jesús. Por lo tanto, buscó matarlo y en búsqueda del bebé Jesús “…mandó matar a todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores…” (Mateo 2:16). Otro ejemplo es el séptimo rey de Israel, Acab MOSTRAR FOTO. Sin embargo, hoy vamos a enfocarnos en Nabucodonosor MOSTRAR FOTO. Era el rey de Babilonia desde el año 604 a.C. hasta su muerte en 561 a.C. Su reinado está marcado por su tiranía, pero también por la misericordia que Dios le mostró.
Dios es Soberano
I. La Tiranía del Rey Nabucodonosor
A. Nabucodonosor conquistó MOSTRAR MAPA casi todo el Medio Oriente y Asia Menor, partes de Egipto y toda Grecia. Era el hombre más fuerte de aquella época. Desafortunadamente, nunca les mostró misericordia a los pueblos conquistados. En el caso de los israelitas, los exilió de su patria y los mandó a Babilonia sin parar. Tenía miedo de que si descansaran, orarían y Dios los rescataría. No se sentía seguro hasta que llegaron al rio Eufrates, la frontera con Babilonia. Luego, celebró con un banquete grandioso a bordo su yate en el rio, mientras los judíos estaban desnudos y encadenados. Para aumentar su sufrimiento, mandó que hicieran bolsas hechas con los rollos de las sagradas escrituras y luego que las llenaran con arena para realizar diferentes trabajos del reino babilónico.
B. Nabucodonosor se creía el rey supremo, el soberano, y que merecía la veneración de todos sus sujetos. Por lo tanto, “…mandó hacer una estatua de oro…y mandó que la colocaran en… Babilonia…” (Daniel 3:1). Era una estatua gigante y muchos teólogos dicen que la hicieron a su semejanza. Este rey era tan arrogante que mandó a todos los pueblos a que adoraran la estatua. Las consecuencias eran graves si no lo hacían. Dijo, “Todo el que no se incline ante ella ni la adore será arrojado de inmediato a un horno en llamas” (Daniel 3:6).
C. Sin embargo, habían algunos judíos que no le hicieron caso. Los siervos de Nabucodonosor dijeron, “…No adoran a los dioses de Su Majestad ni a la estatua de oro que mandó erigir. Se trata de Sadrac, Mesac y Abednego” (Daniel 3:12). El rey preguntó a los jóvenes, “¿es verdad que no honran a mis dioses ni adoran a la estatua de oro que he mandado erigir? Ahora que escuchen la música de los instrumentos musicales, más les vale que se inclinen ante la estatua que he mandado hacer, y que la adoren. De lo contrario, serán lanzados de inmediato a un horno en llamas, ¡y no habrá dios capaz de librarlos de mis manos!” (Daniel 3:14-15).
D. Los jóvenes le respondieron de esta manera, “¡No hace falta que nos defendamos ante Su Majestad! 17 Si se nos arroja al horno en llamas, el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad. 18 Pero aun si nuestro Dios no lo hace así, sepa usted que no honraremos a sus dioses ni adoraremos a su estatua” (Daniel 3:16-18).
E. El rey su puso furioso y “…mandó entonces que se calentara el horno siete veces más de lo normal, 20 y que algunos de los soldados más fuertes de su ejército ataran a los tres jóvenes y los arrojaran al horno en llamas. 21 Fue así como los arrojaron al horno con sus mantos, sandalias, turbantes y todo, es decir, tal y como estaban vestidos. 22 Tan inmediata fue la orden del rey, y tan caliente estaba el horno, que las llamas alcanzaron y mataron a los soldados que arrojaron a Sadrac, Mesac y Abednego, 23 los cuales, atados de pies y manos, cayeron dentro del horno en llamas” (Daniel 3:19-23).
II. La Misericordia que Dios Mostró al rey Nabucodonosor