-
Dios Es Omnisciente
Contributed by Wilbur Madera Rivas on Oct 10, 2025 (message contributor)
Summary: Dios conoce nuestros pensamientos, palabras y acciones.
¿Alguna vez te ha dicho alguien: “Yo te conozco perfectamente”? Quizá tu cónyuge o tus padres, quizá algún amigo de años o algún compañero de trabajo. Ciertamente, quizá conocen bastante de nosotros por lo que hemos dicho ante ellos o han observado en la convivencia con nosotros.
Pero sabemos muy bien, que, si somos muy sinceros, ni la persona que piensa conocernos más, en realidad sabe todos los motivos, pensamientos y deseos más profundos de nuestro ser, que hemos ocultado a la vista humana.
Incluso nosotros mismos hemos dicho alguna vez: “Te conozco como la palma de mi mano”. Si yo te diera una hoja con la silueta de tu mano, ¿podrías dibujar de forma exacta tus pliegues palmares o las líneas de tu palma en el lugar correspondiente sin consultar visualmente tu mano? Estoy seguro que nadie puede, así que, si no conocemos si quiera la palma de nuestra mano, ¿Cómo pretendemos conocer a alguien más a profundidad?
En pocas palabras, nosotros conocemos las cosas parcial, incompleta e imperfectamente. Todo conocimiento humano es así. Como parte de la creación, nuestro conocimiento siempre será limitado. Pero Dios, el creador, no es como nosotros. Él es omnisciente.
Estamos en nuestra serie de sermones “Castillo Fuerte” en la que estamos considerando varios atributos de Dios, y en este mes estamos viendo atributos incomunicables, es decir, atributos que hacen a Dios distinto a nosotros y a su creación. Cualidades que lo hacen ser único, diferente e incomparable.
La semana pasada hablamos de su Aseidad o su autosuficiencia. Dios no necesita nada ni a nadie para ser, existir y hacer. Y hoy nos estamos centrando en el atributo de su omnisciencia.
El prefijo latino “omni” significa “todo” e indica la idea de totalidad o universalidad. Cuando decimos que Dios es omnisciente lo que se quiere decir es que Dios conoce todo en el universo de manera completa, total y perfecta. No hay ningún evento en el pasado, ni situación en el presente, ni posibilidad en el futuro y ningún elemento de su carácter infinitamente santo del que Dios no tenga conocimiento perfecto, total y absoluto.
No hay ningún otro ser que sea omnisciente. Todo lo que se encuentra en el ámbito de lo creado está limitado, tiene conocimiento parcial y aun lo que conoce, lo conoce de manera incompleta e imperfecta.
A veces, hay la idea de que el diablo es omnisciente, pero no es así. Aun el diablo está en el ámbito de lo creado y su conocimiento también es parcial e incompleto. Jamás podrá ser comparado con el Dios vivo y verdadero que conoce todo de todo y de todos de manera completa, perfecta y total.
La omnisciencia de Dios se enseña en la Escritura en muchos lugares, pero hay un pasaje en especial que de manera concentrada lo describe de manera poética y lo encontramos en el Salmo 139:1-6 que estaremos considerando esta mañana.
El Salmo comienza diciendo en el verso 1 NBLA: “Oh SEÑOR, Tú me has escudriñado y conocido”.
El salmista comienza su oración en este poema, aplicando el atributo de la omnisciencia de Dios, no a cualquier aspecto de la creación, lo cual bien podría hacer, sino a su mismo ser.
En este salmo, entre otras cosas, habla de las implicaciones de que Dios sea omnisciente aplicado a la vida del ser humano. Y reflexiona en esta gran verdad. Un Dios omnisciente nos conoce, nos examina, nos escudriña perfecta, completa y totalmente.
Tu me has escudriñado y conocido. Es su punto de partida. Es su fundamento. Dios me conoce y ha examinado todos y cada uno de los detalles de mi vida, aun los más minúsculos y microscópicos.
No sé como tomas esa verdad. ¿Te aterra el hecho de que alguien te conozca de esta manera o te da paz? Hoy día cuidamos mucho la información acerca de nosotros. Por razones de seguridad, tomas decisiones acerca de qué información compartes, a quién permites que te contacte, quién puede ver tus fotos e información de contacto. En fin, la información acerca de nosotros nos deja vulnerables en muchos aspectos.
Dios no es ningún hacker que tenga que estar haciendo malabares para saber algo de ti. Él nos ha conocido y nos ha escudriñado y sabe todo de todo de nosotros.
Pero, hermano, no temas, Dios no solo es omnisciente sino también es santo y bueno. Aunque sabe todo de ti, el uso de ese conocimiento siempre es glorioso, bueno y santo. Él nos conoce y todo lo que hace es para su gloria. Así que, al contrario, el Dios vivo y verdadero es omnisciente y eso, para sus hijos, es una gran bendición y seguridad.
Para el Señor no somos una estadística, un número, un cuerpo sin rostro, uno más del montón, él nos conoce de manera personal, profunda, total, absoluta y perfecta.