Sermons

Summary: Hay una sola esperanza para mis Fracasos: Su Gracia

Lucas lo describe aún más dramáticamente. Añade que en el momento en que Pedro negaba por tercera vez, el gallo y canto y hubo un contacto visual entre Pedro y Jesús, y Pedro salió de ahí y lloró, Lucas agrega, amargamente.

Pedro justamente se dio cuenta qué es lo que había hecho. Había traicionado su promesa de seguir a Jesús incluso ante la muerte, había negado que conocía a Jesús, había llegado al extremo de decir maldiciones para que le creyeran, había negado que había sido testigo del poder de Dios manifestado por Cristo Jesús, había negado la revelación que había recibido de que Jesús era el Cristo, había negado que había estado todo este tiempo con el Mesías y todo ¿por qué? Porque tuvo temor de ser delatado por una sencilla y nada poderosa sirviente del sumo sacerdote.

Este craso fracaso había sacado a la luz los ídolos de Pedro. Su gran ídolo, su gran sustituto de Dios, era el hombre. Pedro tenía un gran temor al hombre. Es decir, cuando vemos al ser humano como más digno, más grande, más atractivo, más importante, más confiable, más temible que a Dios mismo. Cuando el hombre es grande para nosotros y Dios es pequeño a nuestro parecer.

Pedro estaba sustituyendo al Dios verdadero por los ídolos de su corazón. Por eso cuando la mujer le increpó, tuvo gran temor del hombre y llegó hasta donde llegó…a negar a su maestro y Señor. La Biblia dice que el temor al hombre pone un lazo. Y exactamente eso pasó. Quedó atrapado por el lazo de su propio ídolo.

Y es que esta lucha con este ídolo no fue una lucha sencilla en la vida de Pedro, más adelante en su ministerio, el apóstol Pablo lo tuvo que reprender, incluso en público, porque al principio se reunía todo normal con los que no eran judíos para comer, pero cuando llegaron ciertos judíos que veían esto como algo impropio, por temor a sus comentarios negativos o ser visto mal, se comenzó a alejar de aquellos con los que anteriormente tenía fraternidad abierta. Nuevamente, el mismo ídolo asomando la cabeza…temor al hombre.

Nuestro corazón fue hecho para adorar a Dios, pero cuando no adoramos a Dios adoramos a cualquier cosa o persona. Ese ídolo nos controla y llegamos a hacer cosas impensables, cosas que no habíamos previsto, planeado o anticipado. Siguiendo a los ídolos de nuestro corazón llegamos a hacer cosas que tiempo después ni nos reconocemos a nosotros mismos haciendo tales cosas. Pero es una realidad, la adoración a estos sustitutos de Dios en nuestras vidas nos mueven a la acción para nuestro propio fracaso y destrucción.

Así que en el fracaso, siendo un poco autoanalíticos, introspectivos, podemos ver las huellas de nuestros ídolos aparecer en este proceso.

Copy Sermon to Clipboard with PRO Download Sermon with PRO
Talk about it...

Nobody has commented yet. Be the first!

Join the discussion
;