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Tengo La Camisa Verde Parte 2 Series
Contributed by Scott Hudgins on Jan 28, 2015 (message contributor)
Summary: Seguimos con la camisa verde hoy. En la charla anterior nos enfocamos en la vida que se representa. Hoy nos enfocaremos en el crecimiento.
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Tengo La Camisa Verde: Parte 2
Introducción
La semana pasada introducimos la cuarta camisa: la verde. La camisa verde representa la vida que Cristo quiere conceder. La vida que Jesús te ofrece es respaldada con su poder sobre la muerte. El venció la muerte. Murió y como lo predijo varias veces, resucitó al tercer día. Nos puede ofrecer y conceder la vida eterna porque vive. Inclusive, él proclamó, “Yo soy el camino, la verdad y la vida…Nadie llega al Padre sino por mí” (Juan 14:6). Jesucristo abrió ese camino, ofreció la vida a través de su muerte y su resurrección. Además, por su resurrección nos puede garantizar la vida eterna. Cuando Dios nos perdona, cuando nos compra, él mismo garantiza su compra. No hay nadie que pueda anular esa garantía. Si conoces a Jesús com tu Salvador personal, puedes vivir seguro de lo que va a pasar en la eternidad.
Con ese concepto llegamos al tema de hoy. Seguimos con la camisa verde hoy. En la charla anterior nos enfocamos en la vida que se representa. Hoy nos enfocaremos en el crecimiento.
Repasar las camisas. Negra — pecado. Roja — sangre. Blanca — perdón. Verde — Vida y crecimiento.
El lunes cuando comencé a escribir la charla, Dios me recordó cómo he luchado con el pecado aún después de haber confiado en Jesús. Tenía 16 años cuando tomé la decisión. Y en ese momento Dios me perdonó. Me entregó la camisa blanca (la camisa blanca está puesta). No obstante seguía luchando con el pecado. Me declaró perfecto, bueno, santo, puro, sin mancha. Pero, seguía pecando. Hoy en día sigo luchando. La gran pregunta es ¿POR QUÉ? Este es el primer concepto que quiero enseñar esta mañana.
La Salvación es Progresiva
Hoy vamos a darnos cuenta que la salvación es progresiva. Hay tres fases y todas tienen que ver con el pecado. Tenemos la necesidad de ser salvados / rescatados por el pecado. Somos pecadores. no tenemos acceso al Padre. Cuando Jesús murió por nosotros y luego resucitó el abrió el camino al Padre. Por su obra, Dios nos perdona si confiamos en él. Esta es la primera fase de la salvación.
1. Dios nos salva de la pena del pecado — La Camisa Roja y La Camisa Blanca
Ya no vivimos bajo la pena del pecado. ¿Cuál es la pena del pecado? La muerte. Nos ha entregado vida. No vamos a sufrir el castigo de le muerte eterna. Sin embargo, esto no nos remueve de la presencia del pecado y tampoco de las consecuencias de esta vida. Seguimos viviendo en este mundo pecaminoso. Siendo pecadores perdonados, seguimos viviendo rodeados de otros pecadores. Satanás sigue ahí también, tratando de robar, matar y destruir. Sufrimos las consecuencias naturales del pecado también. Si yo decidiera robar un banco, me arrastrarían a la cárcel. Si yo entrara en una relación adúltera, destruiría a mi familia. Si usara una aguja compartida para consumir alguna clase de droga, posiblemente me contraería una enfermedad como el sida.
Sin embargo, ahora por la obra de Jesús en nuestras vidas, ya no somos esclavos del pecado. Lo cual significa que podemos vivir para él. Somos libres para servir a Dios y aún agradarlo. Pero tenemos que ser honestos. Aún siendo libres para agradar a Dios, luchamos con la rebelión. Queremos hacer ciertas cosas que hicimos cuando estábamos esclavos del pecado, pero a la vez tenemos el deseo de agradar a Dios. La segunda fase nos ayuda a entender este conflicto.
2. Dios nos salva del poder del pecado — La Camisa Verde
Esto significa que Dios no ha terminado su obra en nosotros. Nos tiene en un proceso de crecimiento. Nos está transformando, moldeando, forjando “…según la imagen de su Hijo…” (Romanos 8:29). Si has puesto tu fe en Jesús para tu salvación, te encuentras en ese proceso ahora. La camisa verde representa ese proceso de crecimiento.
Ahora sólo quiero mencionar la siguiente fase porque nos da mucha esperanza.
3. Dios nos salva de la presencia del pecado — La Camisa Amarilla
Algún día no vamos a luchar con el pecado. Algún día el pecado no va a ser un problema. ¿Se pueden imaginar eso? Es difícil imaginar porque nunca hemos experimentado la vida sin el pecado. ¡Que esperanza tenemos! Y todo porque Dios nos amó tanto y tomó la iniciativa. No voy a delinear este tema mucho hoy porque tiene que ver con la camisa Amarilla. Brevemente, Dios nos salva de la presencia del pecado porque nos colocará en su presencia. Si has puesto tu fe en Cristo, vas a vivir por la eternidad en su reino. Inclusive, la Biblia dice que Dios va a crear una nueva tierra y el pecado no va a permanecer en ella. Ese día será un día de mucha felicidad.
En la introducción describí el conflicto que experimentamos después de confiar en Jesús. Si he sido perdonado y ahora soy una nueva creación, ¿por qué sigo luchando con el pecado? La respuesta corta es que no hemos sido salvados de la presencia del pecado, sólo del poder del pecado. La camisa negra todavía existe en mi vida.