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Summary: Jesús usa el ejemplo de un hombre malo para enseñarnos sobre la justicia. Tenemos que elegir entre servir a Dios y servir al dinero.

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Libros Malos, Lecciones Buenas

Lucas 16:1-15

¡Cuántos escándolos en los últimos años! Enron. WorldCom. Martha Stewart. Parmalat. Gente que juega con los números y la contabilidad. La parábola que vamos a estudiar hoy parecería ser del último número de la revista Time.

La parábola en sí nos puede ser difícil. Yo estaba tentado de pasarla por alto, de ir directamente a las lecciones que enseñó Jesús a base de ella. Pero aprendí con el tiempo que las partes de la Biblia que yo quisiera saltar suelen ser las mismas partes que necesito estudiar.

Veamos…

Según la forma en que se cuentan, Jesús contó más o menos 38 parábolas. De las 38, 19 tocan el tema de las posesiones y el dinero. hay mucho más pasajes en cuanto al dinero de lo que hay en cuanto al bautismo o la cena del Señor. Quizás haga falta que tomemos un poco de tiempo para ver lo que Jesús tiene para decirnos.

Lucas 16:1-8 Jesús contó también esto a sus discípulos: “Había un hombre rico que tenía un mayordomo; y fueron a decirle que este le estaba malgastando sus bienes. El amo lo llamó y le dijo: ‘¿Qué es esto que me dicen de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque ya no puedes seguir siendo mi mayordomo.’ El mayordomo se puso a pensar: ‘¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me deja sin trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra, y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener quienes me reciban en sus casas cuando me quede sin trabajo.’ Llamó entonces uno por uno a los que le debían algo a su amo. Al primero le preguntó: ‘¿Cuánto le debes a mi amo?’ Le contestó: ‘Le debo cien barriles de aceite.’ El mayordomo le dijo: ‘Aquí está tu vale; siéntate en seguida y haz otro por cincuenta solamente.’ Después preguntó a otro: ‘Y tú, ¿cuánto le debes?’ Este le contestó: ‘Cien medidas de trigo.’ Le dijo: ‘Aquí está tu vale; haz otro por ochenta solamente.’ El amo reconoció que el mal mayordomo había sido listo en su manera de hacer las cosas.

La parábola para hoy me recuerda el cuento del hombre que entrevistaba a candidatos para el puesto de contador de su empresa. Cuando entró el primero, el hombre le preguntó: “¿Cuánto son dos más dos?” El candidato respondió “Cuatro,” y se terminó la entrevista. Pasó lo mismo con el próximo candidato. Pero el tercero, al ser preguntado, cerró las persianas, trabó la puerta y susurró al empresario, “¿Cuánto quiere que sea?”

Supongo que lo que nos sorprende de esta parábola es que el héroe parece ser deshonesto. La razón por eso es… ¡era un hombre deshonesto! Jesús lo llama “el mayordomo malo.” Se leen comentarios por ahí que quieren evitar ese hecho, que quieren explicar que este hombre no hizo nada malo. Pero estoy convencido de que Jesús habló de un sinvergüenza, de un hombre deshonesto.

Digo eso porque Jesús en varias ocasiones utilizó a gente mala para enseñar cosas buenas. Un ejemplo es el juez injusto de Lucas 18. La viuda tiene que rogar y rogar, día tras día para que el juez le atienda. Luego Jesús nos dice que debemos orar así. ¿Quiere decir que Dios es parecido a este juez? No, para nada. Solamente utiliza a un hombre injusto para enseñar en cuanto a la justicia. Cuando Jesús habló de su segunda venida, dijo que vendría como un ladrón en la noche. Esta imagen quedó grabado en las mentes de sus seguidores, y ambos Pedro y Pablo repiten esa misma figura. ¿Vendrá Jesús para robar? No. Solamente utiliza una persona mala para enseñar una lección buena.

Entonces, ¿cuál es el punto? Acuérdense, esa es la pregunta que tenemos que hacernos cuando estudiamos una parábola. Las parábolas no son alegorias en donde cada elemento tiene su propia interpretación. Son como un buen chiste: o lo entiendes o no lo entiendes. No hay que enredarse en los detalles.

Esta parábola es un poco distinto en que Jesús enseña por lo menos cinco lecciones distintas a base de ella. La pregunta debe ser: ¿cuáles son los puntos?

1. La primera está en el versículo 8. Jesús habla de astucia, como lo hizo en Mateo 10:16: “Sean, pues, astutos como serpientes, aunque también sencillos como palomas.” Los cristianos pueden ser muy ingenuos. Salimos al mundo confiando a todos y esperando que todos nos confien. Yo soy uno de los peores en cuanto a confiar de más en la gente.

Pero Jesús no habla de confiar o desconfiar en la gente. ¿Qué hizo este mayordomo? Usó su presente para prepararse para el futuro. De eso habla Jesús. Tenemos que utilizar lo que tenemos ahora para prepararnos para el futuro que viene. Sean listos. Estén listos.

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