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Summary: El pecado personal como una fuente de sufrimiento

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El sufrimiento y el pecado personal

2 Crónicas 12:1-12

Intro. Hace un par de semanas fui al otorrinolaringólogo para que me atendiera mi oído que a raíz de un catarro se me había quedado tapado. Fui porque la verdad ya no aguantaba el oído tapado, al molestia…y fui para que aliviara mi sufrimiento. Todo iba muy bien hasta que el doctor comenzó a hacerme mi receta. Me dijo, vamos a ponerle un ámpula de tal o cual medicamento. Yo me quedé…pensando…¿Cómo dijo? ¿dijo un ámpula? (se prendió en mi cerebro la alerta máxima) y pensé…si vengo para que me mitiguen el dolor, ¿Por qué me dice que la cura es por medio del dolor? Así que le pregunté…¿Y no hay un medicamento que se pueda tomar en vez ámpula? Y el doctor insistió en su instrucción. Ni modos.

La verdad hermanos, es que hay una realidad indiscutible: 1. No nos gusta sufrir; 2. El sufrimiento forma parte de nuestra existencia.

El tema del sufrimiento es muy complejo. No debemos dar respuestas simplistas, sino debemos analizarlo desde la perspectiva de la Biblia. Por eso este mes estamos abordando el tema desde varios ángulos.

La semana pasada se nos dijo claramente que el cristiano (aquel que está en una relación creciente con Cristo) está llamado a Sufrir. Tu llamamiento para ser cristiano incluye sufrimiento que forma parte del paquete de tu relación con Cristo. El tipo de sufrimiento del que hablamos la semana pasada sólo se aplica a los cristianos. Los que no están en una relación creciente con Cristo no tienen que sufrir por el evangelio o ni son llamados a negarse a sí mismos. Así que el sufrimiento por ser cristiano, es por supuesto, exclusivo de los cristianos.

Pero a partir de hoy, estaremos hablando de otras fuentes de sufrimiento que son comunes tanto a creyentes como a no creyentes. Es decir, que a parte de tu llamado a sufrir como cristiano por Jesucristo, están estas otras fuentes o maneras de sufrimiento que compartimos con el resto de la humanidad.

Hoy queremos enfocarnos al sufrimiento que se deriva como consecuencia del pecado personal. Hay una relación entre el pecado personal y el sufrimiento.

Hay dos puntos de vista equivocados en cuanto a esta relación entre el pecado personal y el sufrimiento

El primer punto de vista equivocado desde la perspectiva bíblica es aquel que dice “Si estás sufriendo es porque algo malo hiciste” o “todo sufrimiento es consecuencia del pecado personal”. Es decir, esta perspectiva equivocada asevera que la única razón de sufrimiento que existe es el pecado que la persona haya cometido.

Ilustra: El accidente de mi papá. Un hermano se le acercó y le dijo “¿Doctor, qué pecado ha cometido usted para que le esté pasando esto?” Este hermano tenía esta perspectiva equivocada pues pensaba que si mi papá estaba sufriendo era necesariamente porque algo malo había hecho.

Algo parecido le pasó en la Biblia a Job. Sus amigos le acusaban y le decían que confesara su pecado pues seguramente algo malo había hecho y por eso sufría. Pero el mismo libro de Job descarta esa postura. El sufrimiento de Job no se derivaba de su pecado personal. Por en este caso, como en muchos otros, podemos ver que no todo sufrimiento viene o está relacionado con el pecado personal.

Jesús confirma esto a sus discípulos cuando viendo a un hombre ciego de nacimiento los discípulos le preguntaron qué quién había pecado para estuviera así…¿él o sus padres? Jesús les respondió en Juan 9:3 “Ni él pecó, ni sus padres, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida”.

Es un error pensar que todo sufrimiento viene por el pecado personal o de los padres. Hay otras fuentes del sufrimiento, de allí que si estás sufriendo hoy, no necesariamente es porque hayas hecho algo malo delante de Dios.

El segundo punto de vista equivocado en cuanto a la relación entre el pecado personal y el sufrimiento. Es que “Cuando sufrimos por haber pecado, estamos pagando o purgando la deuda por nuestro pecado” Este sufrimiento se ve como el pago que debemos hacer para aplacar el enojo de Dios con nosotros.

El problema con esta perspectiva es que se ve al sufrimiento como la penitencia o el “sacrificio” o la cruz que tenemos que llevar para que nos Dios nos perdone. En esta perspectiva, el sufrimiento es lo que nos procura una relación con Dios. Esto es un error, porque quien nos procura esa relación con Dios es Jesucristo. Quien pagó con su sufrimiento toda deuda por nuestro pecado es nuestro Señor. Por eso la Biblia dice que ya no hay más sacrificio que ofrecer por los pecados, porque Cristo fue ofrecido una vez y para siempre. Entonces, es un error pensar que con nuestro sufrimiento ganamos o recobramos la aceptación de Dios. Es sólo por Cristo, sólo por Su sufrimiento a nuestro favor. Sólo por Jesús.

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