Miqueas 7
Lamento Por La Corrupción De Israel
Como los recogedores de frutos de verano, como los rebuscadores en la vendimia.
No hay racimo de uvas que comer,
Ni higo temprano que tanto deseo.
Y no hay ninguno recto entre los hombres.
Todos acechan para derramar sangre,
Unos a otros se echan la red.
El príncipe pide, y también el juez, una recompensa,
El grande habla de lo que desea su alma,
Y juntos lo traman.
Y el más recto como un seto de espinos.
El día que pongas tus centinelas,
Tu castigo llegará.
¡Entonces será su confusión!
Ni confíen en el amigo.
De la que reposa en tu seno,
Guarda tus labios.
La hija se levanta contra la madre,
Y la nuera contra su suegra;
Los enemigos del hombre son los de su propia casa.
Esperaré en el Dios de mi salvación.
Mi Dios me oirá.
Aunque caiga, me levantaré,
Aunque more en tinieblas, el SEÑOR es mi luz.
Porque he pecado contra Él,
Hasta que defienda mi causa y establezca mi derecho.
Él me sacará a la luz,
Y yo veré Su justicia.
Y se cubrirá de vergüenza la que me decía:
“¿Dónde está el SEÑOR tu Dios?”.
Mis ojos la contemplarán;
Entonces será pisoteada
Como el lodo de las calles.
Aquel día se extenderán tus límites.
Desde Asiria y las ciudades de Egipto;
Desde Egipto hasta el Río,
De mar a mar y de monte a monte.
Por el fruto de sus obras.
El rebaño de Tu heredad,
Que mora solo en el bosque,
En medio de un campo fértil.
Que se apacienten en Basán y Galaad
Como en los días de antaño.
Te mostraré milagros”.
De todo su poderío;
Se pondrán la mano sobre la boca,
Sus oídos se ensordecerán.
Como los reptiles de la tierra.
Saldrán temblando de sus fortalezas,
Al SEÑOR nuestro Dios vendrán llenos de miedo,
Y temerán delante de ti.
Y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad?
No persistirá en Su ira para siempre,
Porque se complace en la misericordia.
Eliminará nuestras iniquidades.
Sí, arrojarás a las profundidades del mar
Todos nuestros pecados.
Y a Abraham la misericordia,
Las cuales juraste a nuestros padres
Desde los días de antaño.