Los Salmos 63
El Alma Sedienta Se Satisface En Dios
Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.
Mi alma tiene sed de Ti, mi carne te anhela
Cual tierra seca y árida donde no hay agua.
Para ver Tu poder y Tu gloria.
Mis labios te alabarán.
En Tu nombre alzaré mis manos.
Y con labios jubilosos te alaba mi boca.
En Ti medito durante las vigilias de la noche.
Y a la sombra de Tus alas canto gozoso.
Tu diestra me sostiene.
Caerán a las profundidades de la tierra.
Presa serán de las zorras.
Y todo el que por Él jura se gloriará,
Porque la boca de los que dicen mentiras será cerrada.