Los Salmos 39
Vanidad De La Vida
Para el director del coro, para Jedutún. Salmo de David.
Para no pecar con mi lengua;
Guardaré mi boca como con mordaza
Mientras el impío esté en mi presencia”.
Guardé silencio aun acerca de lo bueno,
Y se agravó mi dolor.
Mientras meditaba, se encendió el fuego;
Entonces dije con mi lengua:
Y cuál es la medida de mis días,
Para que yo sepa cuán efímero soy.
Y mi existencia es como nada delante de Ti;
Ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es solo un soplo. (Selah)
Ciertamente en vano se afana;
Acumula riquezas, y no sabe quién las recogerá.
En Ti está mi esperanza.
No me hagas la burla de los necios.
Porque Tú eres el que ha obrado.
Por la dureza de Tu mano estoy pereciendo.
Como la polilla, consumes lo que es más precioso para él.
Ciertamente, todo hombre es solo un soplo. (Selah)
No guardes silencio ante mis lágrimas;
Porque extranjero soy junto a Ti,
Peregrino, como todos mis padres.
Antes de que me vaya de aquí y ya no exista”.