Isaías 40
Consolación De Israel
Y díganle a voces que su lucha ha terminado,
Que su iniquidad ha sido quitada,
Que ha recibido de la mano del SEÑOR
El doble por todos sus pecados”.
“Preparen en el desierto camino al SEÑOR;
Allanen en la soledad calzada para nuestro Dios.
Y bajado todo monte y collado;
Vuélvase llano el terreno escabroso,
Y lo abrupto, ancho valle.
Y toda carne a una la verá,
Pues la boca del SEÑOR ha hablado”.
Entonces él respondió: “¿Qué he de clamar?”.
Que toda carne es como la hierba, y todo su esplendor es como la flor del campo.
Cuando el aliento del SEÑOR sopla sobre ella;
En verdad el pueblo es hierba.
Pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre.
Oh Sion, portadora de buenas nuevas.
Levanta con fuerza tu voz,
Oh Jerusalén, portadora de buenas nuevas;
Levántala, no temas.
Dile a las ciudades de Judá:
“Aquí está su Dios”.
Y Su brazo gobernará por Él.
Con Él está Su galardón,
Y Su recompensa delante de Él.
En Su brazo recogerá los corderos,
Y en Su seno los llevará;
Guiará con cuidado a las recién paridas.
Y con Su palmo tomó la medida de los cielos,
O con un tercio de medida calculó el polvo de la tierra.
Quién pesó los montes con la báscula,
Y las colinas con la balanza?
O como consejero suyo le enseñó?
¿Quién lo instruyó en la senda de la justicia, le enseñó conocimiento,
Y le mostró el camino de la inteligencia?
Y son estimadas como grano de polvo en la balanza.
Él levanta las islas como al polvo fino.
Ni bastan sus bestias para el holocausto.
Menos que nada e insignificantes son consideradas por Él.
O con qué semejanza lo compararán?
El orfebre lo recubre de oro
Y el platero le hace cadenas de plata.
Escoge un árbol que no se pudra;
Se busca un hábil artífice
Para erigir un ídolo que no se tambalee.
¿No se lo han anunciado desde el principio?
¿No lo han entendido desde la fundación de la tierra?
Cuyos habitantes son como langostas.
Él es el que extiende los cielos como una cortina
Y los despliega como una tienda para morar.
Y hace insignificantes a los jueces de la tierra.
Apenas han sido sembrados,
Apenas ha arraigado en la tierra su tallo,
Cuando Él sopla sobre ellos, se secan,
Y la tempestad como hojarasca se los lleva.
Para que Yo sea su igual?” dice el Santo.
Y vean quién ha creado estos astros:
El que hace salir en orden a su ejército,
Y a todos llama por su nombre.
Por la grandeza de Su fuerza y la fortaleza de Su poder
No falta ni uno.
“Escondido está mi camino del SEÑOR,
Y mi derecho pasa inadvertido a mi Dios?”.
El Dios eterno, el SEÑOR, el creador de los confines de la tierra
No se fatiga ni se cansa.
Su entendimiento es inescrutable.
Y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor.
Y los jóvenes tropiezan y vacilan,
Renovarán sus fuerzas.
Se remontarán con alas como las águilas,
Correrán y no se cansarán,
Caminarán y no se fatigarán.