Eclesiastés 4
Injusticias De La Vida
1Entonces yo me volví y observé todas las opresiones que se cometen bajo el sol:
Y no tenían quien los consolara;
En mano de sus opresores estaba el poder,
Y no tenían quien los consolara.
Más que a los vivos, los que aún viven.
Que nunca ha visto las malas obras que se cometen bajo el sol.
4He visto que todo trabajo y toda obra hábil que se hace, es el resultado de la rivalidad entre el hombre y su prójimo. También esto es vanidad y correr tras el viento.
Y devora su propia carne.
Que dos puños llenos de trabajo y correr tras el viento.
7Entonces yo me volví y observé la vanidad bajo el sol:
Que no tenía hijo ni hermano,
Sin embargo, no había fin a todo su trabajo.
En verdad, sus ojos no se saciaban de las riquezas,
Y nunca se preguntó: “¿Para quién trabajo yo
Y privo a mi vida del placer?”.
También esto es vanidad y tarea penosa.
Pues tienen mejor pago por su trabajo.
Pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante!
Pero uno solo ¿cómo se calentará?
Dos lo resistirán.
Un cordel de tres hilos no se rompe fácilmente.
Que un rey viejo y necio,
Que ya no sabe recibir consejos.
Aunque nació pobre en su reino.
15He visto a todos los vivientes bajo el sol apresurarse a ir junto al joven sucesor que lo reemplaza. 16No tenía fin la multitud de todos los que lo seguían, y ni aun los que vendrán después estarán contentos con él; pues también esto es vanidad y correr tras el viento.