Vedades Acerca De La Oracion Series

LA ORACIÓN

Pedís, y no recibís, porque pedís mal, oráis pidiendo para gastar en vuestros deleites. Santiago 4:3

Introducción: ¿Que es la oración? ¿Por qué debemos orar? ¿Cómo se ora? Estas y muchas otras preguntas acerca de la oración divagan en la mente de todo recién convertido. Lamentablemente muy pocas veces se encuentran respuestas satisfactorias. Más lamentable aun es que se adquieran ideas erróneas o distorsionadas en lo que respecta a la practica más hermosa e importante de todo Cristiano.

Utilizando la Palabra de Dios trataremos de aclarar, explicar y dar respuesta a sus dudas y preguntas acerca de la oración durante las proximas semanas.

1. Que es la oración?

La oración es algo mas que pedir a Dios. Muchas de las personas que se acercan a Dios en oración, lo hacen como si él fuera un “santa claus” quien espera recibir la lista de nuestras peticiones para contestarlas; todo lo que hacen es pedir y pedir, comienzan su oración pidiendo y la terminan pidiendo.

Aunque hay un lugar para pedir a Dios en la oración, la oración en si no debe limitarse solo a pedir a Dios. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, oráis pidiendo para gastar en vuestros deleites. Santiago 4:3

2. La oración no es un rezo.

A la mayoría de la gente se le ha enseñado a orar repitiendo una y otra vez alguna oración que alguien escribió; sin embargo el concepto bíblico de oración es muy diferente.

La palabra Orar significa: Hablar, dialogar, comunicar o platicar. Orar a Dios significa entonces, hablar con Dios, comunicarse con él, dialogar o platicar con él. Por medio de la oración nos comunicamos con Dios, le expresamos lo que sentimos, nos acercamos a él y a su corazón.

Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles... Mateo 6:7

3. La oración es vital para nuestra alma.

Orar es tan importante para el cristiano como la respiración para los pulmones. De ahí que, aparentemente no parece que hubiera de ser necesario el instar a los cristianos a orar, como no hay necesidad de recordar a alguien que respire.

Si los pulmones de nuestra alma no son purificados constantemente por los aires celestiales que solo la oración trae a nosotros y, por el contrario, solo reciben las influencias nauseabundas y podridas de la atmósfera mundana, pronto seremos presa de una tuberculosis espiritual que nos ira restando fuerzas y acabara por hacer imposible nuestra supervivencia espiritual.

4. La oración es una tarea laboriosa y difícil.

La oración es una tarea y trabajo espiritual, y a nuestra carne por naturaleza no le agrada el trabajo espiritual exigente. Es muy difícil orar y se batalla mucho para hacerlo porque precisamente es mucho lo que se obtiene por medio de la oración.

Orar es una verdadera lucha porque el enemigo de nuestras almas sabe el poder y la victoria espiritual que se puede alcanzar por medio de ella, por eso se opone tanto a que nosotros oremos como debiéramos orar; Él hará todo lo que pueda para evitar que usted ore.

Este alerta y sepa que cuando usted se disponga a orar y aun más cuando comience orar Satanás lo atacará, él atacara su cuerpo provocándole cansancio, sueño o pereza. Él bombardeará su mente con malos pensamientos, y sembrará en su corazón duda y desanimo; todo esto hará y tal vez mas con tal de evitar que usted ore.

Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. (Lucas 22:44). Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efesios 6: 12 5. Se puede aprender a orar.

Es de suma importancia que todo el que quiera aprender a orar acepte esta sencilla pero ineludible verdad; ORANDO SE APRENDE A ORAR. Es un hecho muy notable que Jesús nunca enseñó a sus discípulos a predicar o a sanar y si, en cambio se preocupo por enseñarles como debían orar. En la oración se encuentra una inagotable fuente de poder y sabiduría.

La proxima semana daremos 8 razones por las cuales debemos orar.