Trayendo Tu Futuro Al Presente

TÍTULO: TRAYENDO TU FUTURO AL PRESENTE

TEXTO: Jer. 29:11

1.- ¿QUÉ ES VIVIR PROFÉTICAMENTE?

Para entender lo que es vivir proféticamente primero debemos tener claro lo que es la profecía. Profecía es mucho más que anunciar un evento futuro antes que ocurra. Profecía es la voz de Dios puesta en labios de hombres que revela lo que Dios piensa, quiere y desea para nuestro pasado, presente y futuro. Si hablar proféticamente es decir lo que Dios dice entonces vivir proféticamente es vivir como Dios dice y actuar conforme a los planes y pensamientos que El tiene para nosotros que pueden que estén en el futuro pero que vamos desarrollando día a día. Por eso es que Dios quiere que tengamos una visión y un horizonte hacia el cual nos movemos y nos proyectamos.

Jer. 29:11 dice: “Yo se los pensamientos que tengo acerca de vosotros ...para daros el fin que esperáis”. Aquí vemos un proceso entre los pensamientos de Dios, que es el primer eslabón de la cadena profética, y la llegada del fin esperado que corresponde con el último eslabón del proceso.

Dios sabe los pensamientos y planes que tiene acerca de nosotros pero ¿sabemos nosotros cuales son los planes y pensamientos que el tiene para nosotros? ¿Cómo podemos vivir proféticamente si no conocemos la voluntad de Dios para nosotros? ¿es la vida del creyente una vida sin rumbo o sin dirección? ¿quiere Dios que seamos personas con visión o la visión no es importante? ¿qué debemos hacer con las palabras y profecías que hemos recibido de Dios? ¿Se cumplen las palabras por sí solas? ¿Debemos creerlas y actuar conforme a ellas o simplemente guardarlas en un cajón y esperar a ver si se cumplen? ¿Cuál es la línea divisora entre confiar en que Dios cumplirá su palabras en mí y el hecho de actuar en fe conforme a lo que Dios te ha dicho para que se cumplan? ¿Por qué Dios nos da palabras proféticas para nuestro futuro que parecen tan lejanas que no podemos conectar con ellas en nuestro presente y vida diaria? Ante todas estas preguntas es por lo que debemos aprender a vivir proféticamente.

2.- ABRAHAM Y LA REVELACIÓN...GEN. 18: 16-19

Estos versículos revelan algo de una simpleza tan grande que a veces nos cuesta entender la profundidad y la importancia de lo que dicen que no es otra cosa sino: “ Encubriré a Abraham lo que he de hacer... puesto que el se convertirá en una gran nación”. He subrayado las dos palabras claves que muestran que Dios no quiere encubrir ni ocultar cuales son sus planes y sus palabras día a día puesto que hay un futuro y destino al cual debemos llegar.

Me imagino a Dios diciendo: “¿Cómo le voy a encubrir lo que voy a hacer si el se tiene que convertir en una gran nación? Si no le digo nada y no se lo revelo ¿cómo se convertirá en ello?” Dios te revela sus planes para que lo creas, para que le creas y para que actúes en colaboración suya hasta que se cumplen cada una de las promesas de Dios. La revelación de Dios viene porque hay un propósito para nuestras vidas por eso Dios dijo encubriré a Abraham...puesto que el se convertirá...¿cómo podemos colaborar con Dios para que se cumplan sus promesas? Yo creo que Dios pone las circunstancias y nosotros las actitudes.

2.- JOSÉ Y LA CONTRADICCIÓN...GEN. 37

José recibe un sueño de Dios en cual José sería una persona de poder que tendría una posición de autoridad ante la que sus hermanos vendrían y se postrarían ante él. Al día siguiente de tener ese sueño de Dios su vida empieza a marchar en la dirección opuesta de lo que marcaba ese sueño. José es traicionado por sus hermanos, echado en una cisterna, vendido como esclavo y arrojado en la cárcel de Egipto como un criminal. Esto es una realidad para muchos de nosotros, pareciera que hay una gran contradicción entre lo que Dios nos ha dicho y lo que dice nuestra vida presente. La contradicción es el viaje entre la revelación (la palabra hablada) y la manifestación (la palabra cumplida).

¿Qué otras palabras encuentras que sean sinónimas para definir contradicción?

3.- DAVID Y LA MENTALIDAD PROFETICA... 1º S. 16

David recibe una palabra profética de que algún día sería rey sobre Israel pero en ese momento no le dijeron que tendría que enfrentarse a un gigante llamado Goliat, ni que tendría que huir al desierto perseguido por un rey lleno de celos y de ira que deseaba su muerte, tampoco le dijeron que viviría en cuevas y acabaría exiliado habitando con los filisteos que eran enemigos del pueblo sobre el cual en teoría tenía que reinar. David fue ungido por Samuel para ser rey y el siguiente episodio en su vida es enfrentarse a Goliat. Aquí hay algunas preguntas que son interesantes hacerse: ¿La pelea le vino a él o el fue quien buscó la pelea?, o en otras palabras, ¿ quién fue el que provocó esa situación? Si no fue Goliat ni tampoco Dios ¿por qué salió David al encuentro del gigante? ¿por qué David no tenía miedo ni temor como el resto del pueblo incluyendo el rey? La respuesta es que David a no tuvo miedo ni temor porque sabía que no podía morir debido a que conocía su destino y su futuro. Conocía su destino porque Dios se lo había dicho. David creyó su futuro y empezó a actuar en el presente conforme a lo que él habría de ser en el futuro. ¿Cuál es el punto aquí? David no esperó a tener una corona sobre su cabeza para actuar como un rey. ¿Cómo puedes aplicar este principio a tu vida diaria?