Te Desafio A Bendecir

INTRODUCCION

Meditaba en el Señor sobre cual pudiera ser la mejor predica para un día como hoy, es decir, un día en el que celebramos 4 años de existencia del Centro Cristiano Ebenezer en Margate. Y yo hubiera querido hablar sobre la bendición de crecer, la bendición de cumplir, pero El Señor puso en mi corazón el tema de la bendición a través de las palabras.

Cada uno de nosotros puede pronunciar frases tales como: “Te amo, eres importante para mí, muchas gracias, ¿cómo puedo pagarte?, te ves muy bien hoy, me gusta tu nuevo corte, buen trabajo hiciste, este lugar no sería el mismo sin ti, estoy orgulloso de ti, usted es irreemplazable.

O también podemos decir: “Yo te odio, No me gustas, deseo no haber nacido, me gustaría estar muerto, tu actitud me enferma, yo quiero el divorcio, nadie se preocupa por mi, solo deseo estar solo, etc”

Todas estas frases pueden salir de la misma boca.

TEMA

Esta semana voy a desafiarles a cambiar la manera de hablar, voy a hablar sobre el poder de las palabras y su influencia en nuestras vidas.

Tus Palabras • revelan la fe que tienes. Tus palabras producen efecto en el mundo material y también en el mundo espiritual

Marcos 11:22-24 22 Y Jesús respondió*, diciéndoles: Tened fe en Dios, 23 En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte: "Quítate y arrójate al mar", y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido.24 Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis y pidáis, creed que ya las habéis recibido, y os serán concedidas .

Todos los días estamos hablando cosas diferentes en nuestra vida te pregunto ¿eres consciente de lo qué estás diciendo? Debido a que el principio funciona en ambos sentidos, es decir funciona para bien y para mal

Jesús nos enseñó una valiosa lección no sólo de palabras, sino de un principio de fe que se asocia con nuestras palabras

Pero nuestras palabras revelan lo que hay en nuestros corazones

Quiero compartir con ustedes este poder. En varias oportunidades he dicho cosas, algunas veces para agradar otras veces para llamar la atención. Esas palabras me han bendecido o me han condenado.

1. Nuestras palabras PRODUCEN EFECTOS:

Hablando de la Lengua, del uso de las palabras, el apóstol Santiago 3:9-10 Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios; 10 de la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.

Mucha gente piensa que, si la lengua ha pesado tanto quizás sea mejor no decir nada. No hablar nada en absoluto, estar en silencio.

ILUSTRACION Se cuenta la historia de un hombre que se unió al monasterio. Durante tres años se le dio un período de prueba en la que no iba a hablar en absoluto, solo que al final de cada año podía decir dos palabras. El primer año al final dijo: "Cama dura". Al final del segundo año, dijo, "la comida fría." Al final del tercer año que está a punto lo tenía. Él llega y dice: "Yo renuncio". El sacerdote en jefe dice: "Eso no me sorprende. Todo lo que has hecho es quejarte desde que llegaste."]

Por eso cuando nos comprometemos con algo o con alguien, creamos una expectativa en ellos que genera la ansiedad de ver el cumplimiento de la promesa. Quizás la persona lo dijo por agradar, pero la otra persona esta esperando ver el resultado de la promesa. No seamos ligeros para hablar.

2. Nuestras palabras pueden DESTRUIR O CONSTRUIR:

Proverbios 18:21 La muerte y la vida están en poder de la lengua.

• Nuestras palabras pueden ser devastadores para los demás

• Una vez que la palabra es salido de su boca es demasiado tarde.

ILUSTRACION Hay una historia de una mujer en un pueblo INDIGENA que maliciosamente chismeaba acerca de otra señora y su familia en el pueblo. Un día se enteró de que estaba equivocado acerca de esta señora y su familia, inmediatamente cambió en su interior y estaba arrepentida de corazón. Fue a hombre sabio de la aldea y le preguntó cómo se podía dejar sin efecto todo lo malo que había hecho. El hombre sabio le dijo que fuera la casa y matara sus gallinas, les arrancara las plumas y se las pusiera en una bolsa. Después de esto ella debía volver a ver al sabio otra vez, pero en el camino debía regar todas las plumas que había sacado de los pollos. La señora hizo lo que le dijo. Cuando volvió al hombre, le este le dijo, "ahora ve y recoge todas las plumas que tiraste" La mujer se sorprendió y dijo: " Como voy a hacer esto si el viento se ha llevado las plumas lejos y fuera del pueblo" Entonces el hombre sabio le dijo a Ella, lo mismo ocurre con su descuido en las palabras. Son como las plumas esparcidas en el viento. No se pueden recuperar. "La mujer se fue con el corazón roto por las palabras que había hablado y decidió desde ese dia en adelante tener cuidado con sus palabras.