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Summary: God’s law is the mirror into which a believer must continue to see him/herself even after having been saved

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Después de escuchar, ¡hazlo!

Texto: Santiago 1:22-25

Lectura Bíblica: Mateo 7:24-29

I. Introducción

A. 1:21-22, “Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, recibid con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar vuestras almas. Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.”

1. ¿Cómo se desecha la inmundicia y la maldad? Implantando la Palabra. Hemos dejado toda la “kaka” fuera de nuestra vida, nuestra vida debe ser purificada; pues, “bienaventurados los de limpio corazón porque estos serán los únicos que verán a Dios” (Mateo 5:8).

2. Aunque ser “prontos para oír” (1:19) “la Palabra implantada” (1:21) es de suma importancia para la vida cristiana, Santiago no quiere que sucumbamos a la auto decepción de que el oír la Palabra de Dios es el ideal de Dios.

3. Oír es importante, pues por el oír viene la fe. Pero la fe no es aceptación mental de una verdad. Fe es poner en acción las promesas divina. Por eso Santiago dice, 1:22, “Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.”

B. Con este pensamiento, Santiago llega al corazón de su argumento: en la raíz de toda verdadera religión hay acción. Para probar su posición, Santiago usa la antítesis oír versus hacer.

1. La cultura en tiempos de Santiago era una cultura oral. En ausencia de libros o rollos, accesibles solo a los mas ricos o a los escribas, la educación y todo aprendizaje se recibía oralmente.

2. La capacidad de oír, por tanto, era el medio por el cual se podía llevar a las personas a aprender. Pero para Santiago, el blanco final no era solo aprender a través de oído, sino poner en acción aquello que se aprendía oyendo: “sed prestos para oír” va a tomar una connotación diferente ahora que escuchemos a Santiago

3. Cuando un apóstol como Pedro o Santiago escribía su carta, esa carta era leída a la congregación y generalmente copiada y leída a diferentes congregaciones. Las iglesias cristianas primitivas, por tanto, no eran iglesias donde sus miembros tenían el privilegio y placer de llevar sus biblias a la iglesia. Ellos iban allí literalmente a oír la Palabra de Dios.

4. Si Santiago estuviera escribiendo su carta hoy, no nos amonestara solo sobre la importancia de oír un sermón, hoy nos diría, 1:22 “Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores, lectores y miradores (en la T.V. y videos)...”

5. En aquel tiempo solo oían. Hoy oímos, vemos y leemos enseñanzas relacionadas con la Palabra de Dios. En un mundo audio-visual, por más importante que sea venir a escuchar un sermón o la lección en cassette, por más importante que sea leer su lección, leer la biblia y el Esp. de Prof., por más importante que sea ver videos cristianos o mirar programas cristianos en la T.V., si no hay cambios, si no hay acción, si la inmundicia de malos hábitos continúan controlando nuestro comportamiento, oír, leer o mirar la Palabra de Dios no tiene valor.

6. Cuando el oír, leer o ver se hace por hábito y no por devoción sincera a Dios, entonces no hay acción. Estudio la lección y leo la biblia, pero todavía mantengo el rencor y resentimiento en mi alma. Escucho sermones, y es posible que hasta enseñe en una clase de Escuela Sabática o dominical, pero todavía soy injusto, intolerante, exigente, quiero salirme siempre con mi voluntad, ...

II. Haciendolo después de oír

A. Santiago ya enfatizó la importancia de oír. Oyendo comienza el proceso de la fe. Pero una vez que hemos oído, “¿qué haremos con lo aprendido?” es la pregunta de Santiago.

1. El creyente verdadero no puede contentarse con ser un oidor o lector pasivo. La verdadera religión es una que pone en acción todo lo que va aprendiendo.

2. ¿Cuántos sermones ha escuchado? ¿Cuántos trimestres de estudio diario de la lección de la Esc. Sab.? ¿Cómo fuera mi vida cristiana si desde un principio me hubiera propuesto, por la gracia de Cristo Jesús, poner en acción cada sermón escuchado, cada lección estudiada, cada capítulo de la biblia leído?

3. Oír y no hacer, leer y no haber ningún cambio, ¿qué dice Jesús sobre esa persona? Mat 7:26-27, “Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena;

27 y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción.”

4. Oír y leer y poner lo aprendido en acción, ¿qué dice Jesús acerca de esta persona? Mat 7:24-25, “ Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca.”

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