Buscando tu Anhelo
Rut 3
Intro: Conocí a un joven que tenía el anhelo de destacar en el ámbito académico pero sin dejar de estar involucrado en la Iglesia. Quería sacar calificaciones excelentes y ser un joven muy activo en la Iglesia (dos cosas muy buenas y que deberían los anhelar los estudiantes). Claro que para lograr dicho anhelo había que trabajar fuerte y ser muy constante en todo lo que se requería. Un fin de semana estuvo muy involucrado organizando actividades en la Iglesia, pero no había sido diligente para estudiar para el examen que tenía el lunes. Pero pensó, puesto que estoy sirviendo al Señor, él me va ayudar en mi examen y no hizo el esfuerzo por estudiar. Llegó el lunes al examen y oró al Señor, al ratito un amigo de él se acercó a la ventana desde afuera y le entregó una hoja con la clave de las respuestas del examen que alguien había robado y se la dio. El la recibió y oró diciendo: ¡Gracias Señor!
No nos confundamos, Dios no entra en este tipo de arreglos. Dios no nos concede nuestros anhelos por medio de métodos deshonrosos. Dios no se involucra en asuntos turbios con tal de concedernos lo que anhelamos. A veces pensamos que puesto que nuestro anhelo es bueno y noble, Dios está obligado a concederlo sea como sea. Pero la historia de Rut capítulo 3, nos confirma que en la búsqueda de alcanzar tu anhelo, debes seguir los principios de Dios.
Recuerdan a Rut, una mujer viuda y no perteneciente al pueblo de Israel, que regresa a Belén con su suegra Noemí porque le prometió lealtad hasta la muerte. Una mujer que estaba trabajando duro para poder velar por ella y por su suegra en los campos de un hombre llamado booz?
El capítulo 3 del libro de Rut comienza con la expresión de un deseo. Noemí le dice: ¿No deberías buscarte un esposo? Y a quien tenía en mente era a Booz. Aquí hay algo que debemos entender, en esa sociedad y en ese tiempo, la mujer estaba muy desprotegida, pero una mujer joven y viuda, lo estaba mucho más. Lo ideal era que se casara de nuevo. Además, existía la ley de que cuando un hombre casado moría sin dejar descendencia, el hermano o el pariente más cercano debía casarse con la viuda con tal de su hermano o pariente no se quede sin descendencia y su herencia no se perdiera.
Rut era una mujer que podía casarse de nuevo y Booz era aparentemente el pariente más cercano. Casarse era un buen anhelo, pero como lograrlo piadosamente.
Cuando tenemos un anhelo malo es más fácil ver que Dios no se involucrará para que lo alcancemos. Pero cuando tenemos un anhelo bueno, quizá nos veamos tentados a pensar que Dios nos lo concederá aunque usemos métodos diferentes a los que él ordena, aunque hagamos cosas para lograrlos que vayan en contra de su voluntad. Pero es en situaciones como estas que debemos recordar que en la búsqueda de alcanzar tu anhelo, debes seguir los principios de Dios.
Aprendemos mucho de las acciones de Rut respecto a qué hacer para alcanzar nuestros anhelos siguiendo los principios de Dios:
I. Sigue fielmente el consejo Sabio v. 2b-4
1. Noemí le dijo a Rut que siguiera su consejo: Rut 3: 3-5 “Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer. Y ella respondió: Haré todo lo que tú me mandes. Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado.
2. ¡Qué extraño consejo! Ciertamente era un poco extremoso y desde nuestra perspectiva moderna podría parecer hasta escandaloso. Pero en la cultura lo que Rut iba a hacer no era seducir a Booz, sino proponerle que cumpliera su derecho como pariente cercano para tomarla como esposa.
3. Era extraño el consejo, pero ella lo sigue al pie de la letra.
4. Hermanos, el consejo sabio fundamentado en la Escritura, a veces suena extraño. Suena nada práctico, suena contrario a lo que dirían la mayoría de las personas. Pero en la búsqueda piadosa de nuestros deseos debemos seguirlo fielmente.
5. A veces suena raro, como el caso de aquella pareja que se divorció y anhelaban seguir adelante con sus vidas, pero cada uno por su cuenta tuvo un encuentro con Jesucristo, y el consejo bíblico que se les daba era que regresaran. Para ese entonces el varón ya tenía una novia. Pero ellos siguieron el consejo bíblico por extraño, impráctico y nada atractivo que pareciera. Se casaron de nuevo, no fue un camino fácil, no todo fue color de rosa al principio, pero con la ayuda de Dios, lograron su anhelo de un matrimonio cristiano y sólido, tal como lo testificaba su hijo que estudió en el seminario.
6. En la búsqueda de tu anhelo, sigue el consejo sabio y bíblico. No dudes, pues es lo mejor, aunque otros métodos, maneras y modos parezcan más atractivos. Dile a Dios, como Rut le dijo a Noemí: “Haré todo lo que tu me mandes.
II. Aprovecha con valentía la oportunidad 7-12
1. Booz estaba en las festividades por la cosecha de cebada. Esa noche comió y bebió y se fue a dormir, a la media noche despierta sobresaltado porque alguien está acostado a sus pies y luego se da cuenta que se trata de una mujer. En la penumbra de la noche le dice: ¿Quién eres? Ese era el momento de la verdad, para este momento se había atrevido Rut a hacer lo que hizo. ¿Qué haría ahora?
2. Hermanos, cuando estás buscando lograr tu anhelo y estás siguiendo el consejo bíblico se te presentarán oportunidades cruciales. No te paralices, sino aprovecha con valentía la oportunidad que Dios te da.
3. Rut le responde inmediatamente: Soy Rut tu sierva, extiende el borde de tu capa sobre tu sierva por cuanto eres pariente cercano. (v.9b) Otra vez no lo estaba seduciendo sino proponiéndole que cumpliera su derecho de desposarla. Booz la alaba por ser virtuosa y por haber obrado bien.
4. Hermano, te llegará tu momento cuando estás tratando de agradar a Dios en la búsqueda de tu anhelo. No te paralices, capitaliza la oportunidad con valentía. Dios te ayudará, haz la petición, atrévete a dar el paso, toma ánimo en el hecho de saber que Dios estará contigo.
III. Espera confiado el resultado. V.13-18
1.Rut regresa a su casa antes del amanecer y le cuenta todo a su suegra. Booz no la mandó con las manos vacías sino le regaló seis medidas de cebada. (Este es un momento literario muy especial en la historia porque Noemí había llegado a Belén diciendo: “Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías”) Dios ahora le estaba comenzando a llenar las manos de nuevo.)
2.Noemí le dice a Rut: v.18 “Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy”.
3.En la búsqueda de tu anhelo por medio de medios aprobados por Dios, una vez que has seguido el consejo bíblico y aprovechado tu oportunidad, lo que queda es esperar confiado el resultado. Es decir dejar en manos de Dios el resultado.
4.Dios nos concede nuestros buenos anhelos en su tiempo, en su momento, en su plan. Debemos actuar de acuerdo con su voluntad y con sabiduría, pero luego debemos esperar sólo en él. No te impacientes, no quieras “ayudar” a Dios haciendo cosas que él no aprueba con tal de acelerar la consecución de tu anhelo. Espera confiado el desenlace que Dios hará a tus acciones obedientes en la búsqueda de lograr tu anhelo.
Conclusión: Todos tenemos anhelos. Algunos son malos y debemos desecharlos. Otros son buenos y debemos buscarlos. Pero siempre recordemos que ningún anhelo por bueno que sea justifica medios que Dios no haya aprobado. Sino que en la búsqueda de nuestros anhelos sigamos principios bíblicos: Siguiendo fielmente el consejo bíblico, aprovechando con valentía la oportunidad y esperando confiadamente el resultado que Dios producirá para nuestro bien y para su gloria.