El amor es sacrificio 1 Juan 3 y 4
Intro. Cuando Delia y yo comenzamos a ser novios, en esos primeros meses, yo estaba emocionalmente en las nubes. Las emociones que sentía eran una especia de ansia, urgencia, desesperación por verla y estar con ella. Sentía que lo sentía iba a romper mi pecho y desbordarse. Concluía yo: ¡Cuánto amo a esta mujer! Pero un fin de semana, no recuerdo bajo que circunstancias, quedé emocionalmente entumecido. Aquella emoción que me hacía desbordar desapareció de golpe y porrazo. Allí estaba yo junto a Delia y no sentía nada. Recuerdo que ese fin de semana estuve encerrado en mi casa, no quería ver a nadie, ni hablar con nadie, sólo lloraba y lloraba porque según yo, ya no amaba a Delia y no quería lastimarla. Me esforzaba por sentir algo, pero estaba como entumecido en mi interior.
El 11 de abril cumpliremos 14 años de casados. Y viendo en retrospectiva ese evento me doy cuenta cuán confundido estaba yo respecto al amor. Me doy cuenta que de hecho, lo que yo estaba practicando en ese entonces, no era el amor del que nos habla la Biblia. Quería estar con Delia no por Delia, sino por lo que sentía yo. Mientras hubieran fiesta emocional estaba yo dispuesto a estar con ella, pero apenas se acabara Mí fiesta emocional, quería yo ir en busca de alguien más que produjera el mismo o un efecto mayor. Había yo caído en la trampa de las versiones falsas del amor.
Quizá esta noche estás pasando por una situación similar. Estás sentado o sentada junto a una persona con la que estás casada y ya no sientes las “maripositas” como antes. Te preguntas, quizá, qué sigo haciendo en esta relación. O a lo mejor, estás sentado junto a tus padres o junto a tus hijos y no sientes nada positivo hacia ellos. O quizá estás así con algún miembro de tu familia extendida y por más que quieres sentir cosas bonitas lo único que sale es rencor, desprecio y amargura.
Caemos con facilidad en pensar en el amor como meros sentimientos que van y vienen a capricho. O que el amor es algo que nos ocurre sin que seamos nosotros agentes activos. O que el amor es algo que podemos practicar de acuerdo con nuestras reglas en vez de las de Dios.
Para todos nosotros los que nos confundimos en esta área de la vida ¡Hoy hay buenas noticias para todos nosotros! Porque Dios en su palabra nos muestra la verdad acerca de nuestras vidas y acerca del amor.
Hemos dicho que el origen del amor es Dios, que si queremos aprender qué es verdaderamente el amor tenemos que fijarnos en el carácter de Dios.
También hemos dicho que el amor toma la iniciativa, así cómo Dios nos amó primero. Así también nosotros debemos tomar la iniciativa en servir, dar, perdonar, amar.
Hoy diremos algo más acerca del amor que tiene que ver más bien con su contenido, con su esencia, con su sustancia. Es decir, de cómo se ve en la práctica o en la realidad el amor bíblico.
En 1 Juan encontramos tres declaraciones interesantes acerca del amor:
La primera la encontramos en 1 Juan 3:16 donde dice: “En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros, también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos”.
La segunda declaración la encontramos en 1 Juan 4:9: “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
La tercer declaración la encontramos en 1 Juan 4:10: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”
1. Fíjate de las palabras que usa en estas declaraciones: En esto...hemos CONOCIDO, se MOSTRÓ, CONSISTE el amor.
2. Es decir que estas declaraciones intentan hablarnos del MEDIO por el que conocemos el amor, de la EVIDENCIA del amor, y de la SUBSTANCIA O ESENCIA del amor. Es decir, que ese algo a lo que se refiere ese “en esto” debe ser central en todo nuestro pensamiento y práctica del amor.
3. ¿Qué es ese “En esto”? los tres versículos que hemos leído convergen en el mismo hecho histórico: (3:16) “El puso su vida por nosotros”; (4:9) “Dios envió a su Hijo Unigénito para que vivamos por él”; (4:10) “El envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”.
4. La Biblia nos enseña que el evento por medio del cual conocemos el amor, que la evidencia del amor, que la substancia o ensencia del amor es lo que hizo Dios por nosotros en el Sacrificio de Jesucristo en cruz.
5. El amor de Dios hacia nosotros se muestra en que NOS DIO lo que más necesitábamos aun a expensas de la vida de Su Hijo.
6. ¿Qué es lo que más necesita un condenado a muerte? Alguien que muera en su lugar
¿Qué es lo que más necesita un muerto? Vida
¿Qué es lo que más necesita un pecador? Perdón de sus pecados.
Nosotros estábamos condenados a la muerte eterna – Cristo puso su vida por nosotros
Nosotros estábamos muertos espiritualmente –Dios nos dio vida en Cristo
Nosotros estábamos alejados de Dios por el pecado – Cristo fue nuestra propiciación por nuestros pecados.
Todo lo que más necesitábamos nos fue dado por Dios aun a expensas de la vida de Cristo. En Esto nos dice la Biblia que conocemos el amor, se mostró el amor, consiste el amor.
Es decir, que el amor verdadero, bíblico y divino es “dar a los demás lo que más necesitan aun a expensas de nuestra vida” como Cristo nos amó. Por eso el mismo Juan nos dice: “También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos” (1Jn 3:16) y “Si Dios nos ha amado así, debemos también amarnos unos a otros” (1Jn 4:11).
Amor es dar a los demás lo que más necesitan aun a expensas de nuestra propia vida. Esto tiene implicaciones para todas nuestras relaciones.
Entonces el amor no es esencialmente algo que se siente, sino algo que se ve en acciones que buscan dar a la otra persona lo que más necesita y darlo aunque implique un sacrificio personal de nuestra parte.
El amor requerirá que quizá sacrifiquemos nuestra comodidad, como Cristo sacrifico su gloria y fue humillado en la cruz por darnos lo que más necesitábamos.
El amor requerirá que sacrifiques tus sueños, tus metas, tus prioridades, como Cristo sacrificó su señorío para dejarse colgar en una cruz, humillado, burlado, ofendido, por darnos lo que más necesitábamos aun a expensas de su propia vida.
Aquí está el asunto:
Somos llamados a amar en verdad. A dar a los demás lo que más necesitan aun a expensas de nuestra propia vida (comodidad, prioridad, sueños, anhelos, etc). Somos llamados a sacrificar nuestro yo por los demás, como Cristo lo hizo por nosotros. Juan dice: “Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”.
1.Esposo, esposa ; Padres – hijos; amigos; enemigos.
El amor verdadero, bíblico y divino es “dar a los demás lo que más necesitan aun a expensas de nuestra vida” En esto consiste el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.