IDENTIFICANDO OBSTACULOS PARA UNA VIDA ABUNDANTE
Mt. 18:1-9
Objetivo: Guiar a las personas a identificar los obstáculos que les impiden una vida de mejor calidad.
Intro. Toda persona encontrará obstáculos en su vida. Estos son estorbos o impedimentos hacia lo que nos proponemos lograr. Pueden ser: financieros, intelectuales, culturales, y a veces hasta sociales. Pero los peores obstáculos son los que resultan del nuestro interior, y son estos los que nos impiden vivir una vida de mejor calidad.
Todo el capítulo 18 de Mateo nos muestra los obstáculos para vivir una vida en abundancia, tal como Jesús lo desea.
Proposición. Sin embargo, identificar los obstáculos que nos impiden una vida de mejor calidad nos ayudará a superarlos exitosamente.
Al estudiar este cp. resaltan 5 obstáculos que impiden que una persona pueda disfrutar de la vida que Dios desea. Estos son:
1. El orgullo (18:1-5).
Exponer el verso. Humillarse = Es tener un mayor concepto de uno mismo que el debido. Jesús ilustra el ser humilde al comparar la humildad con un niño. Un niño es humilde porque se somete a los adultos, porque acepta las cosas como son, y porque es inocente en su manera de pensar.
El orgullo es la opinión demasiado buena que se tiene de uno mismo.
Los efectos del orgullo: la arrogancia, la insolencia, y la jactancia. También la sumisión inadecuada a Dios y la altanería en el trato hacia otros.
2. El menosprecio (18:10-14).
El menosprecio es tratar desinteresadamente a las personas; es despreciar a la gente; es ver de menos a otros. Es pensar menos de alguien o tener ideas equivocadas de alguien.
Jesús está hablando a los discípulos que han preguntado quién es el mayor en el reino de los cielos. Ahora Jesús dice que no hay que menospreciar a nadie, ni dentro de la iglesia, ni fuera, ya que El vino a salvar a la gente, y ellos deben buscar hacer lo mismo.
El menosprecio es un obstáculo porque cuando menospreciamos a alguien: despreciamos la creación de Dios, minimizamos a otros y nos exaltamos a nosotros mismos, dejamos de hablarles la Palabra porque los vemos de menos, y les impedimos servir en la iglesia.
3. Ofensas contra otros (18:15-17).
Explicar “si tu hermano peca.” Significa si alguien te hace algo malo, te ofende o daña de cualquier forma.
Por qué esto es un obstáculo? Porque produce resentimiento. El resentimiento es la expresión de sentimientos muy fuertes en contra de una persona como resultado de un maltrato, de un insulto o de un daño sea real o que nos imaginamos que nos hicieron, y que fue o no intencional. A consecuencia de esto surge la amargura.
La amargura es producto de un resentimiento no resuelto. La amargura se caracteriza por una desvergüenza o descaro y por la mala voluntad por parte de la persona que la experimenta.
La Biblia compara la amargura con veneno. Por ejemplo en Nm. 33:9-10 donde hace referencia a las aguas amargas de Mará, y también en Hchs. 8:23 en donde Pedro habla de la “hiel de amargura,” siendo la hiel un veneno.
Es un obstáculo porque la persona amargada siempre mira todo mal, tiene falta de voluntad, y es desvergonzada para hablar como si nada le importara (yo digo las cosas como son). Además, hiere a otros impidiéndoles también disfrutar de la vida que Dios les ha dado.
Alguien dijo que la amargura es como un veneno que uno mismo se toma esperando que los otros se mueran.
4. Las ataduras financieras (18:23-25).
Estar atado financieramente es ser controlado por las finanzas. Entonces hay esclavitud. Antiguamente las personas que no podían responder a sus obligaciones financieras eran tomadas como esclavas por sus acreedores (Mt. 18:25). Hoy día no se da este tipo de esclavitud, pero una persona atada financieramente se vuelve esclava de sus acreedores pues trabaja solamente para saldar las deudas, sin poder disfrutar del fruto de su trabajo.
La esclavitud financiera se manifiesta como resultado de:
a. Las deudas: Una persona es esclava financieramente cuando es incapaz de pagar por estar sobrecargada de diferentes compromisos financieros.
b. Las riquezas: La acumulación de riquezas pude convertirse en una obsesión, cuando esto sucede hay esclavitud. Una persona es esclava de la riqueza cuando trabaja tanto por el deseo de acumular más y nunca está satisfecha llegando a caer en codicia. La meta de estas personas no es otra cosa mas que obtener mayores cantidades de dinero (Job. 31:24-28; Prov. 21:17).
Síntomas para conocer la esclavitud financiera (Leer solamente sin comentarlos)
a. Pagos retrasados (Pr. 27:12)
b. Afán por acumulación de bienes.
c. La avaricia. Es querer tener siempre más de lo que uno tiene sin poder saciarse.
d. La codicia. Es la ambición desordenada por las riquezas. Es siempre desear tener lo que otros tienen a toda costa. Es lo que se conoce como envidia.
e. El exceso de trabajo. Cuando una persona pone el trabajo sobre otras cosas. Es cuando uno vive para trabajar y no trabaja para vivir.
j. Falta de compromiso al servicio del Señor Jesucristo. Por interponer el trabajo o por no dar adecuadamente.
k. Resentimiento financiero. Es cuando una persona piensa que Dios no le bendice tanto como a otros, creyendo que Dios no le ha dado lo que se merece o lo que desea adquirir.
Son un obstáculo porque la gente atada financieramente no pude disfrutar el fruto de su esfuerzo, ya sea por las deudas, o por el afán de tener más. De cualquier manera se vuelven esclavas del trabajo.
5. La Falta de perdón (18:21-35).
Esto es la expresión del resentimiento y la amargura.
El perdón es en realidad cancelar por completo el pasado con todos sus dolores y daños que nos hicieron, y dar la oportunidad de comenzar de nuevo.
Los rabinos de aquella época enseñaban que había que perdonar al menos tres veces. Pedro pregunta si es siete veces, a lo que Jesús responde “hasta setenta veces siete.” Esto significa en primer lugar ir más allá de lo requerido por las normas morales, y segundo, no llevar la cuenta.
La falta de perdón es un obstáculo porque es pasar por alto la gracia que Dios nos aplicó y lo que recibimos por gracia, de gracia debemos de darlo.
Estos obstáculos son manifestados en las personas de dos formas:
1. Las actitudes equivocadas (18:8a).
La mano. En sentido figurado nos habla de nuestras obras o acciones. La actitud equivocada es pensar que lo que yo hago es lo correcto sin considerar a las demás personas a mí alrededor. Es también pensar que lo que hago es mejor que lo que hizo Jesús.
El pié. Esto nos habla de la conducta. Es un obstáculo creer que mi conducta es justa por mi propia cuenta. Es el orgullo personal ya que es pensar que no necesito ayuda de nadie.
2. La visión equivocada (18:9).
Esta resulta de las actitudes equivocadas (Mt. 7:3).
La visión equivocada hace ver cosas que no son. Estos son espejismos espirituales.
La visión equivocada siembra sentimientos equivocados: pensando que todo y todos a su alrededor estarán mal, o pensará que los demás están en su contra, o que hablan mal, etc. También desarrolla codicia.
La visión equivocada produce sentimientos de auto-justificación. Es decir, cuando me veo a mí mismo como justo y correcto en todo lo que hago. Todo el mundo está mal, yo estoy en lo correcto.
La visión equivocada conduce a la destrucción (Prov. 14:12).
Considere lo que dice Jesucristo en Mt. 6:22-23 “El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz. Pero si tu visión está nublada, todo tu ser estará en oscuridad. Si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué densa será esa oscuridad!
Conclusión.
Como hemos visto, podemos disfrutar de una mejor calidad de vida cuando derribamos los obstáculos que nos impiden vivir como Dios desea.
Por lo tanto, considere su vida a la luz de esto y pregúntese:
¿Qué clase de actitud tengo? ¿Soy yo quien siempre está en lo correcto?
¿Cómo veo las cosas? ¿Será posible que mi visión esté siendo obstaculizada por mis propias actitudes?
Considere nuevamente lo que dice Jesús: “Si no se vuelven a Dios arrepentidos de sus pecados y con sencillez de niños, no podrán entrar en el reino de los cielos” (Mt. 18:2 LBAD).
Oremos juntos: Dios todopoderoso, te ruego me des la fuerza para superar estos obstáculos en mi vida. Deseo un cambio en mi actitud. Te ruego me des una visión diferente de la vida por causa de tu amor por mí. Hoy voy a rendir mi corazón a ti para así comenzar de nuevo. Amen y Amen!
Ministrar: Guiar a las personas en oración para buscar la fortaleza del Señor y así derribar los obstáculos en sus vidas.