“SÍ SÍ, NO NO”
Santiago 5:12
Intro. En nuestros días es un poco problemático rentar o dar en renta una casa. Tienes que pagar la primera mensualidad por adelantado, dar un depósito y pagar un contrato. Los caseros no quieren correr riesgos ¿Por qué será esto? Es obvio, muchos inquilinos se han pasado de listos. Han dicho algo y no cumplieron.
En nuestros días dar nuestra palabra, no vale mucho. Tristemente, muchos de nosotros hemos confirmado esta realidad: Prometimos algo y no lo cumplimos, empeñamos nuestra palabra para luego mostrar que no tenemos seriedad en lo que decimos.
En este versículo (santiago 5:12), se hace eco a las palabras de Jesús. De hecho es casi una cita de sus palabras exactas.
Comienza hablando de los juramentos:
1.Cuando yo era niño me enseñaron que no debía jurar diciendo cosas como “Por Dios” para dar crédito a mis palabras.
2.Por eso no decíamos “por Dios” pero decíamos cosas como “que me muera” y “que parta un rayo” para agregar es ingrediente de credibilidad a lo que decíamos.
3.Así que si usted es como yo, crecimos con cierta alergia a la palabra “juramento” o “voto”
4.Pero la realidad de las cosas es que en la Biblia, los juramentos, las promesas, los votos formaban parte de la vida religiosa, civil y judicial. No debemos tener miedo de estas palabras.
En el Antiguo Testamento:
1.La gente empeñaba su palabra invocando a Dios como testigo.
2.De hecho en Deuteronomio: 6:13 “A Jehová tu Dios temerás, y a él sólo servirás, y por su nombre jurarás”
3.Dios mismo hace juramentos. El juraba por sí mismo. Por su nombre.
4.Los juramentos no eran algo incorrecto, eran parte del sistema judicial, civil y religioso.
5.Pero también el AT advierte del abuso de los juramentos: “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano” (para hacer juramentos que no pretendes cumplir). “Mejor es que no prometas, a que prometas y no cumplas. (Eclesiastés).
En el Nuevo Testamento:
1.Varias veces el apóstol Pablo habló en lenguaje de juramento poniendo a Dios como Testigo.
2.Jesús mismo habló bajo juramento ante Caifás y el sanedrín.
Todo nos hace concluir, que la Biblia no está en contra de los juramentos, sino en contra de los juramentos hechos a la ligera. Es decir, está en contra de los abusos de los juramentos.
Ya desde los tiempos de Jesús, los fariseos jugaban con las leyes sobre los juramentos. Decían: si juras por Dios, tienes que cumplir, pero si juras por otra cosa, ya no estás obligado a cumplir. Así que no juraban por Dios, sino por el cielo, la tierra, por Jerusalén, o por su propia cabeza.
Por eso, Santiago haciendo eco a las palabras de Jesús advierte que no juremos por estas cosas con la intención de no cumplir, sino que tengamos la disciplina del sí, sí, no, no. Es decir, que nuestra palabra tenga de nuevo valor.
¿Qué implica decir sí sí, no no?
Decir sí, sí, no, no implica que:
1.Pienses muy bien las cosas, antes de comprometer tu palabra.
A.A veces somos muy rápidos para hablar y comprometer nuestra palabra
1.Comprometer tu palabra requiere un proceso previo de reflexión.
2.Las decisiones requieren tiempo. Pero una vez tomada, debes cumplirlas.
B.Esto tiene aplicaciones en todos los ámbitos de nuestras vidas.
1.Si estás pensando casarte, piensa bien, porque estás a punto de comprometer tu palabra.
2.Si vas a emprender un negocio, piensa bien las cosas antes de comprometerte
3.Si vas a tomar una responsabilidad, piensa bien las cosas
2.Cuando comprometas tu palabra no estés buscando pretextos para no cumplir.
A.Como ya dijimos, la gente en el tiempo de Jesús, planeaba maneras para no cumplir sus compromisos.
1.Hoy quizá se ponen letras chicas en los contratos para que el cliente no les preste atención.
2.Se juega con la interpretación de las leyes para ganar ventaja sobre los demás.
B.Pero Dios quiere que nuestra palabra tenga valor y cuando la hemos comprometido no debemos estar buscando la oportunidad para librarnos de ella:
1.No pude cumplir por falta de tiempo, el tráfico, el clima, la economía, el gobierno, el diablo (metió la cola, no se duerme)
2.Decir sí, sí, no, no significa cumplir aunque yo salga perdiendo. Cumplir aunque los demás no lo hagan. Cumplir sin excusas.
3.Cumplas responsablemente aquello que prometiste.
A.Santiago, repitiendo las palabras de Jesús, nos enseña que no necesitamos un juramento para comprometer nuestra palabra.
1.Debes hablar de tal forma que tu sola palabra baste para comprometerte, sí significa sí, no significa no, y en el campo de los hechos lo voy a demostrar.
B.Cuando prometes, cumple responsablemente:
1.promesas de estar: puntualidad, asistencia algún lugar
2.promesas de pago: devolución de préstamos
Si debes, no te deben ir a cobrar, tú debes ir a pagar en la fecha indicada.
3.Promesas de trabajo. Encargos, entregas.
a)El Señor de la mantas – no acepta trabajos, sino hasta que sabe que puede cumplir.
4.Promesas de ayuda
C.Habrá ocasiones en que no puedas cumplir.
a.Reconocer la falta
b.Lo indicado es tratar de deshacer tu palabra a Tiempo
c.Reparar el daño causado por lo mismo.
Conclusión: Un hombre es conocido por su palabra. ¿Cómo seremos conocidos? Como los que cumplían su palabra o como los incumplidos, los desobligados, los frescos, los sinvergüenzas, los deudores, etc. La Biblia nos dice: Que tu sí sea sí, y tu no, sea no.