EL DÍA DEL SEÑOR ES UN DÍA ESPECIAL
Exodo 20:8-11; Isaías 58:13
Introducción
· Hoy es el primer Primer Día de la semana de este año. Y quisiera aprovechar la ocasión para tratar un asunto que en lo particular me preocupa como pastor de la iglesia. Por favor, no quiero que piense que se trata de algunos hermanos en especial, sino mi interés está en que crezcamos en esta área como queremos hacerlo en otras áreas importantes en la vida de nuestras iglesia.
· No hace mucho tiempo cuando en muchos países de Europa todos los comercios estaban cerrados los domingos. Uno tenía que hacer las compras el sábado. El domingo era un día de descanso. Pero los tiempos han cambiado. El domingo se está convirtiendo en un día de actividades comerciales como los demás: las tiendas abren en horario normal, las plazas están llenas, y cada vez más y más actividades se están programando para los domingos. Y lo peor del caso es que mucha gente le llama esto progreso. Pero la Biblia no enseña que eso sea progreso. Más bien, es un retroceso. Nuestro concepto acerca del Día del Señor es un indicador de decadencia espiritual. Incluso el nombre ha cambiado: hemos pasado del Día del Señor a “el fin de semana”.
· El día de reposo es un tema que negligentemente se ha olvidado de los púlpitos y salones de clases, tal vez porque se supone que los creyentes entienden su significado. Pero si miramos con detenimiento, nos llevaremos una preocupante sorpresa.
· Cuando se menciona el tema parece que sólo se trata de un asunto de cuándo es el día de reposo. El grupo de los adventistas del séptimo día son los principales promotores de esta cuestión. Sin embargo, dentro de los evangélicos parece que se ha olvidado que lo más importante es el qué.
· Hoy, en este primer domingo del año, reflexionaremos acerca de lo que llamamos el Día del Señor o el Sabbat cristiano. No hablaré de por qué adoramos en domingo y no en sábado, sino más bien veremos algunas conceptos elementales que nos ayuden a entender bien el día de reposo cristiano; finalmente conoceremos algunas maneras sencillas de obedecer lo que dice Dios al respecto.
I. EL DÍA DEL SEÑOR NO ES UN DÍA CUALQUIERA (Exo. 20:8-11)
A. ACUÉRDATE...
1. Esta sencilla palabra ha sido olvidada por millones de creyentes. Dios dice: "No te olvides de él; tenlo muy pendiente". Dios quiere que no perdamos de vista la importancia que tiene este día para él. Hay un momento clave para acordarnos del día del Señor: el sábado. Es una lástima que no lleguemos al Día del Señor con un corazón que ha estado anticipando su llegada con gozo. Es una lástima que el sábado por la noche nos lamentemos porque al día siguiente:
a. no nos vayamos a quedar dormidos y en su lugar nos tengamos que levantar “temprano” para ir al templo.
b. tendremos que ir “otra vez” al templo.
2. Debería ser al revés: el sábado debería ser un día de preparación, un día de anticipación por la bendición del día siguiente de dedicarse a buscar al Señor sin ninguna presión ni distracción.
3. Es curioso: En toda la semana no nos acordamos que el domingo tenemos una cita muy importante, no nos acordamos que tenemos un compromiso con Dios y su pueblo; pero por el contrario, el domingo sí nos pasamos pensando en todas las citas, compromisos, pendientes que tenemos con todas las demás personas para los demás días de la semana.
4. Mire su calendario. Si no tiene uno escrito, repase las actividades que tiene planeado. Su agenda, de cualquier tipo que ésta sea refleja lo que es importante para Ud. Para las cosas que estimamos como importantes SIEMPRE encontramos un espacio en nuestro tiempo. ¿Quién nunca ha pospuesto alguna actividad porque chocaba con algún compromiso muy importante? ¿Qué diría de un esposo que pasa muy poco tiempo con su esposa? ¿O de un padre que no tiene un tiempo aparte para conversar con sus hijos? Diríamos simplemente que no les importa, aun cuando lo digan mil veces. El tiempo que le dedicamos a las cosas o personas que decimos apreciar es un excelente indicador de que no estamos mintiendo.
5. Ate los cabos sueltos. Use el sábado para completar sus responsabilidades laborales y domésticas. Cerciórese de terminar todo su trabajo para que así no tenga de qué preocuparse hasta el lunes en la mañana. Planee dejar tiempo el sábado para completar cualquier deber que no pueda ser terminado durante la semana. Algunos podrían decir que no tienen tiempo para terminar todo lo que tienen que hacer, pero recordemos que Dios nos ha dejado 6 días para “hacer toda nuestra obra”. Si ud. no puede completar su trabajo en 6 días Ud. está tomando más tiempo que lo que Dios ha establecido para hacerlo.
6. Guardar el día del Señor nos enseña a ser buenos administradores del tiempo, de la misma manera que el diezmo nos enseña a ser buenos administradores del dinero.
7. Algunas sugerencias son:
* revise bien la ropa que llevará el domingo
* asegúrese que tiene la alacena completa
* duerma bien el sábado, para que al día siguiente no se esté durmiendo (pensamos que el sábado es una noche libre, y entonces es el domingo el peor día para estar físicamente alerta en la casa de Dios.
8. Así que no lo olvide. Téngalo muy presente: el Día del Señor es un día muy especial porque para el Señor es especial. Espérelo con alegría y esté listo física y anímicamente.
B. ...DEL DÍA DE REPOSO...
1. Una verdad clara dentro de este pasaje, y que le imprime una fuerza a este mandamiento es que Dios honra el trabajo. Él está en contra de los que no trabajan por su gusto. Desde el huerto de Edén él le dio al hombre la tarea de trabajar la tierra. Algunos creen que el trabajo es un castigo del hombre. Sin embargo lo que podemos notar en Génesis que Dios le dio al hombre la responsabilidad de trabajar ANTES de la entrada del pecado en el mundo. Lo que cambio fue que el trabajo que antes era una bendición, como consecuencia del pecado, se ha vuelto más tedioso. Entonces, podemos decir que el trabajo es un don de Dios al hombre. Dios está en contra de la pereza. Nadie debería pasarse el tiempo sin hacer nada. No importa si se es jubilado, se debería realizar algún tipo de actividad productiva, inclusive en la misma casa. No hacer nada es desperdiciar la vida que Dios nos da. Por otra parte, al trabajar, estamos reflejando correctamente a Dios, pues él mismo nos ha dado ejemplo: (porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay...). Del mismo modo, cuando descansamos un día de siete, también estamos reflejando la imagen de Dios (y reposó en el séptimo día...). Vemos aquí que el mismo Dios que nos exige que apartemos un día para descansar (’acuérdate del día de reposo’) es el mismo que nos exige que trabajemos, (seis días trabajarás y harás toda tu obra...)
2. Es curioso que mientras para unos la inactividad puede ser un problema para algunos, para otros el problema es que su trabajo los consume. En este texto Dios nos enseña que nuestros cuerpos necesitan reposo. Necesitamos una pausa del trabajo, de la rutina, del estrés y las presiones. Vivimos en un mundo donde hay gente que se enorgullece de ser adictos al trabajo. Una semana de 60 -70 horas de trabajo ya no es una cosa rara en nuestros días. Cuando alguien se llena de orgullo al presumir la cantidad exagerada de horas dedicadas al trabajo, esa persona está gritando que hay un problema serio en las prioridades en su vida. Una mayordomía completa de la vida debe incluir la enseñanza del Día del Señor como un descanso físico.
3. Muchas personas dicen que "tienen que abrir el domingo" porque de otra manera no podrán sobrevivir. Tratan de "aprovechar" el domingo para sacar sus ’extras’ pues no creen en una promesa hecha por Dios de que él suplirá todas sus necesidades totalmente si lo buscan primeramente a él. Otra gente nos dice que tienen que trabajar el domingo porque si no, “no pueden cumplir con los compromisos adquiridos”. Lo que estas personas están diciendo en realidad es: "No tenemos tiempo para apartar tiempo".
4. Pero qué diferente era la mentalidad de los judíos a la actitud de nuestros días. Dios le dijo a Moisés:
3«Tú hablarás a los hijos de Israel y les dirás: “En verdad vosotros guardaréis mis sábados, porque es una señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. 14Así que guardaréis el sábado, porque santo es para vosotros; el que lo profane, de cierto morirá. Cualquier persona que haga alguna obra en él, será eliminada de su pueblo. 15Seis días se trabajará, pero el día séptimo es día de descanso consagrado a Jehová. Cualquiera que trabaje en sábado, ciertamente morirá”. 16Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel, celebrándolo a lo largo de sus generaciones como un pacto perpetuo. 17Para siempre será una señal entre mí y los hijos de Israel, porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y descansó».
5. Debemos hacer un alto a la vida carrereada que llevamos toda la semana. Es como ir de bajada en una pendiente muy empinada. Debemos tener un control muy firme, pues si no corremos el grave peligro de ir cada vez más rápido hasta ya no poder detenerse. Si Dios creó el mundo en seis días, y reposó el séptimo es obvio que la enseñanza es que en seis días debemos nosotros cumplir con todas nuestras responsabilidades. Si no lo hacemos, estamos yendo de picada, para nuestro propio perjuicio físico y espiritual. Es dañino y lo peor: es pecado.
C. ...PARA SANTIFICARLO.
A.. Santificar es separar una cosa para un uso especial y diferente de las demás. Equivale a consagrar. Es apartar. No se nos está diciendo que vamos a adorar el día, sino que NO lo consideremos como uno más de la semana. Es como si Dios estuviera diciendo: Mi Día es un día especial: no es un día común y corriente. Quiero que sea especial para ti como lo es para mí.
2. El Señor ha establecido y ha bendecido el día de reposo para apartarlo con fines especiales. Lo bendijo... Hay bendición para los que guardan correctamente el Día del Señor, como hay bendición para aquellos que predican el evangelio o cumplen cualquier otro de los mandamientos de la Palabra de Dios. No observar el día de reposo representa perder bendición del Señor.
3. Dios santificó este día. No se dice que lo hiciera con ningún otro. Entonces si Dios hace una diferencia, entonces, ¿por qué nosotros no lo vemos como un día muy especial, un día diferente?
II. EL DÍA DEL SEÑOR NO ES PARA HACER CUALQUIER COSA. Isa. 58:13
A. Debemos concentrarnos en hacer la voluntad de Dios
Si retrajeres... de hacer tu voluntad en mi día santo... y lo veneras, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad ni hablando tus propias palabras…
1. La enseñanza no sólo consiste en que Dios ha diseñado el reposo para nuestro beneficio. Este reposo debe incluir un elemento fundamental para complementar la idea fundamental del reposo: la adoración a Dios. No es un día para ocuparlo en nuestra diversión o entretenimiento. No es para hacer lo que queramos, sino para hacer lo que Dios nos manda.
2. El día del Señor es una oportunidad que Dios nos da para que -con menos presiones y estorbos y con más intensidad que en los demás días de la semana- nos acerquemos al Señor. En la semana nos quejamos de que el trabajo nos quita tiempo para concentrarnos en nuestro andar con el Señor. Tenemos muchas razones para no tener un tiempo a solas con el Señor en oración, la lectura de Su Palabra y la reunión con los hermanos. Pues, bien, el Día del Señor es una excelente oportunidad para buscar primeramente el reino de Dios y su justicia. Es una enorme oportunidad para olvidarnos de nuestros demás deberes y dedicarnos a nuestro Máximo Deber que es el de glorificar al Señor y amar al prójimo.
3. Acuérdese del día del Señor. Bloquéelo de las demás actividades, compromisos, diversiones, entretenimientos, y no deje que nada le impida guardarlo para el Señor. No sólo significa que debemos abstenernos de cosas por hacer (como hacer el super, lavar la ropa, terminar la tarea, pagar la luz, el agua, etc.) sino también de pensar: en los pendientes del trabajo, de la comida, del examen, de pagar la renta.
4. No quiero dar una lista y caer en el error de los religiosos de Israel que llegaron a escribir 1521 cosas que no se debían hacer en el día de reposo, pero le doy algunas ideas:
* Procure desayunar con toda su familia y comentar que se trata del primer día de la semana, y pedirle a Dios que de manera especial que les ayude a agradarlo en sus conversaciones y acciones.
* Lea y estudie su Biblia
* Ore más de lo que acostumbra entre semana.
* Tenga un tiempo de adoración en familia(El testimonio de la ciudad de Kidderminster, Inglaterra, después del ministerio de Richard Baxter)
* Lea un libro cristiano
* Pase tiempo analizándose a sí mismo. Haga un examen de conciencia. Piense en lo hecho toda la semana.
* Mantenga apagada la tele todo el día.
* Llene su mente con cantos que alaban al Señor.
* Visite a sus hermanos en Cristo
* Repase el estudio de la Escuela Dominical
* Haga una obra de misericordia
* Y por supuesto: acuda con la familia a la iglesia
5. Mucha gente se excusa de manera particular al no guardar el Día del Señor. Por ejemplo, al acudir a un cumpleaños de amigos, o al hacer el súper, trabajar como una excepción, dicen que lo hacen ocasionalmente. ¿OCASIONALMENTE?
6. Un momento, veamos qué pasa si aplicamos este principio a las demás áreas de la vida. ¿Cuántos de ustedes violan los demás mandamientos ocasionalmente? ¿Asesina Ud. ocasionalmente? ¿Roba Ud. ocasionalmente? ¿Comete adulterio ocasionalmente? Muchos creyentes padecen el síndrome del buey en el pozo. Jesús enseñó que si tu buey se cae al pozo en el Día de Reposo, no pecas si lo sacas ese día. Aquí se basan muchos creyentes para hacer muchas cosas el día del Señor y dejar de congregarse. Billy Graham dijo que no hay problema si tu buey se cae al pozo en un día de reposo y lo sacas. Pero si el animal se anda cayendo cada día de reposo, debes hacer una de dos cosas: deshacerte del buey o tapar el pozo.
B. Debemos tenerlo en alta estima. Si lo llamares delicia, santo, glorioso...
1. Nuestros hijos deben saber que el Día del Señor es un día para disfrutar de la presencia de Dios en nuestras vidas. No es un día encajoso con la carga de TENER que ir a la iglesia, sino un día esperado. No debe ser un día de carga, de desgano, sino de gozo, de celebración. No debe ser visto como un día en el que NO se puede hacer ciertas cosas prohibidas, sino como un Día para hacer de manera más intencionada todo aquello que agrada a Dios.
2. A los israelitas se les recordó que el día de reposo había sido dado en recordatorio de su liberación de su esclavitud en Egipto. Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová, tu Dios, te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido, por lo cual Jehová, tu Dios, te ha mandado que guardes el sábado. Deut. 5:15 Entonces el Día del Señor es una excelente ocasión para celebrar con gozo la salvación que hemos obtenido en Cristo. Es una oportunidad para celebrar juntos que Cristo reina y vuelve a consumar su reino.
CONCLUSIÓN
1. El Día del Señor nos ha sido dado como una bendición para el pueblo de Dios.
2. Dios promete bendecir especialmente a los que guardan su día Isa. 58:14
… entonces te deleitarás en Jehová. Yo te haré subir sobre las alturas de la tierra y te daré a comer la heredad de tu padre Jacob.
3. Examine su vida: ¿cuales son sus verdaderas prioridades? Trate su vida espiritual, principalmente su vida de adoración de la misma forma como trata sus compromisos laborales. Sea Ud. tan o más diligente y disciplinado en su vida espiritual como lo es en su trabajo. ¿Llega Ud. ocasionalmente tarde a su trabajo? ¿Se queda en casa ocasionalmente y decide no ir a trabajar? ¿Engaña ocasionalmente a su esposa? Ahora piense en el Día del Señor. Considérelo como un día NO negociable. Enséñeles a sus hijos la importancia de este día. Mostremos que Dios es tan importante en nuestras vidas como para ponerlo en el calendario.