DE POBRES A RICOS
2 Cor. 8:9
INTRODUCCIÓN
En nuestro mundo, son muchas las historias de personas que siendo de escasos recursos, sobre la base del esfuerzo, del trabajo han llegado muy lejos en el terreno económico. También sabemos de personas pobres que se después de comprar un billete de la lotería se volvieron millonarios de la noche a la mañana. Es gente pobre que se vuelve rica.
También abundan anécdotas de gente con mucho dinero que por derrocharlo o mal invertirlo o simplemente por alguna desgracia, han perdido todo su dinero y han quedado en la calle. Es gente rica que se vuelve pobre.
Finalmente, sabemos de casos en los que gente altruista ha ayudado a gente de escasos recursos a aliviar sus problemas económicos. Se tata de gente rica que ayuda a gente pobre.
Pero hasta ahora no sabemos de nadie que para enriquecer a otros se haya tenido que volver pobre. Todos estamos dispuestos a ayudar a los necesitados, siempre y cuando nuestra condición no se vea afectada. Pero, una forma de entender lo que sucedió en la primera Navidad es mirando lo que 2 Corintios 8:9 nos dice acerca de nuestro Señor Jesucristo:
Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.
En un solo versículo, el apóstol nos da una enorme lección acerca del significado de la Navidad.
I. JESUCRISTO ERA RICO ANTES DE VENIR A LA TIERRA
A. El era rico en su condición de Dios. En el principio era el Verbo, el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. Este estaba en el principio con Dios. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse. Jn. 1:1-3; Col. 1:16
· La riqueza a la que se refiere Pablo es la gloria y el honor que desde la eternidad nuestro Señor disfrutaba al lado de su Padre. Jesús habló de la gloria que tenía antes de venir al mundo.
B. El era rico como el Señor y Propietario de todas las cosas.
· Todas las cosas por medio de él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. Juan 1:3
· Cristo es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes que todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Col. 1:16
El era el Creador de todo y como creador él tenía el derecho de todas las cosas, y tenía a su disposición de todo cuanto existe. Jesús tenía el derecho absoluto sobre todo lo que existe por el mero hecho de haber sido él mismo el creador de todo. Y este derecho lo tenía sobre todo el oro, la plata, los diamantes, las perlas; sobre todas las tierras, sobre todos los tesoros de los océanos, sobre todos los planetas, etc. La cantidad y la extensión de su riqueza sólo pueden medirse por la extensión de su dominio sobre el universo. Entonces, ¿qué riqueza tiene algún hombre o todos los hombres juntos que se pueda comparar con la riqueza de aquel que es el dueño del oro, la plata y los animales que están sobre miles de montañas?
II. JESUCRISTO SE HIZO POBRE AL VENIR A LA TIERRA
· Pero a pesar de todo estos privilegios de rey sobre todo la creación, y POR CAUSA DE NOSOTROS, se hizo pobre.
· Él escogió un nivel de vida que estaba a una distancia imposible de alcanzar: el ser un hombre, siendo DIOS.
· Él se asoció con una familia de condición económica pobre. A pesar de que era del linaje del rey David, la familia había llegado a ser pobre. Isa 11:1 nos enseña que Jesús sería como un renuevo que surge de un árbol muerto.
· Toda su vida fue de pobreza. No tenía hogar (Luc. 9:58). Escogió depender de la caridad de los pocos amigos que logró reunir, en lugar de crear abundante comida para suplir sus propias necesidades. No tuvo terrenos, parcelas, palacios, ni dinero almacenado en bancos. En la hora de su muerte tuvo que encomendar a su madre para que la atendiera uno de sus discípulos, y parece que todas sus pertenencias personales se limitaron a la ropa que llevaba puesta, y que el día de su crucifixión fue repartida entre los soldados.
· En este asunto, nada es más notorio que la diferencia entre los planes del Señor Jesús y los de muchos de quienes decían ser sus discípulos y amigos. Jesús no diseñó un plan para hacerse rico, y siempre habló con la más profunda claridad acerca de los peligros de acumular propiedades. Él mismo se puso entre las personas más pobres en su vida, y son muy contados aquellos que no han tenido tantas cosas para dejarles a sus amigos o para para avivar la avaricia de sus futuros herederos.
· Murió pobre. No hizo ningún testamento para dejar repartida su herencia, pues no tuvo nada de qué disponer. Sabía muy bien el efecto que vendría si él hubiera amasado riquezas y las hubiera tenido que dejar para repartirlas entre sus seguidores. Eran personas imperfectas y aún en el mismo lugar de la cruz habrían estado ansiosos y se habrían enfrascado en discusiones, como sucede generalmente en el funeral de alguien muy rico. Jesús tuvo la intención de que sus discípulos no se desviaran de la gran obra a la que él los había llamado mediante alguna riqueza que él les hubiera dejado; ni siquiera les dejó algún recuerdo material como un memorial en su nombre.
· Este hecho de que Cristo se haya vuelto pobre es de asombrar porque
Þ Él tuvo en su poder el escoger la manera en la que vendría. Él pudo haber venido en la condición de un príncipe espléndido. Puso haberse montado en un carro de caballos, o vivir en un majestuoso palacio. Pudo haber vivido con la magnificencia de un rey oriental y pudo haber heredado grandes tesoros a sus seguidores, tesoros más grandes que los de Salomón o de otro rey afamado.
Þ Si Jesús hubiera venido y vivido majestuosamente en esta tierra, si él hubiera amasado grandes riquezas y si hubiera buscado posesiones terrenales como cualquier otra persona, simplemente habría hecho lo más correcto y lo más adecuado.
Pero simplemente decidió no hacerlo.
· El bello himno que encontramos en Filipenses 2:5-11 nos da una exacta representación de lo que significó la encarnación de Cristo. Su humillación, su empobrecimiento, fue tal que no solamente se hizo hombre, sino que tomó la forma de siervo; se hizo obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz, la más despreciable y horrenda que el hombre haya podido concebir.
· En otras palabras,
o el Creador haciéndose como una de sus criaturas;
o El Rey haciéndose como uno de sus siervos;
o el que daba las órdenes en todo el universo haciéndose obediente;
o el que es el Dador y sustentador de la vida ofreciéndose en sacrificio de muerte.
III. JESUCRISTO HA HECHO RICOS A LOS PECADORES QUE HA SALVADO
· Un anciano que vivía en el Sur de África buscando oro en un río, pero sólo para tener lo necesario por una o dos semanas. Un día que no encontró nada, le llamaron la atención unas piedras redondas que están a un lado del río. Las tomó y al llegar a su casa las puso en una frasco donde guardaba objetos de valor personal como las cartas de su difunta esposa, el collar de su perro que había muerto un año atrás, etc. Diez años después se enfermó y como no tenía para pagar un médico murió. Al llegar la policía a su vieja casa para encontrar algo para pagar el funeral alguien encontró el frasco y al mirarlo mejor descubrió que se trataban de diamantes en bruto.
· Este hombre murió pensando que era pobre porque nunca supo que tenía joyas en su casa. Se privó de una mejor vida simplemente por no haber mirado de cerca las riquezas que lo habían acompañado todo ese tiempo.
· Muchos de nosotros nos parecemos al anciano. No hemos mirado las abundantes riquezas de la gracia del Señor para nuestras vidas. Pensamos que ser salvos y tener a Cristo no significa gran cosa. Pensamos que la gracia de Dios sólo sirve para salvarnos de la condenación del infierno. Una vez salvos, no hay nada atractivo en ella y vivimos buscando aquello, eso que nos haga disfrutar la vida y nos ayude a salir triunfantes de cada situación difícil. Sin embargo, la Biblia dice que todo lo que necesitamos para esta vida ya nos ha sido dado por medio de Cristo.
Todas las cosas que pertenecen a la (ésta) vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia; 4por medio de estas cosas nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas lleguéis a ser participantes de la naturaleza divina…
· Entonces ¿qué le hace falta en la vida? No busque más, si Ud. es un creyente en Jesucristo, cuenta con TODO lo necesario para vivir plenamente en esta vida: la gracia del Señor. No podemos vivir en este mundo pensando que necesitamos algo más que la salvación en Cristo para disfrutar una vida plena. La gracia de Dios es SUFICIENTE. Si Ud. Está en Cristo Ud. ha sido enriquecido; no le hace falta NADA. Lo que hace falta es mirar más de cerca todas las bendiciones del Señor y creer que su gracia que disponemos a cada momento es aquello que realmente necesitamos para vivir al máximo en esta vida llena de baches y valles de sombra y muerte.
CONCLUSIÓN
· Aproveche todo lo que la gracia de Dios puede hacer en nuestras vidas, en nuestro matrimonio, con la educación de nuestros hijos.
· Miremos en esta Navidad todo lo que Dios nos ha dado y vivamos en las riquezas que Jesucristo nos ha traído.