Summary: Un llamado a apreciar a la iglesia imperfecta de Cristo.

LA IGLESIA: ESPOSA IMPERFECTA DE CRISTO

“… porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Efesios 5:22-30

INTRODUCCIÓN

· Los que hemos crecido dentro del seno de la iglesia evangélica, o hemos pasado más de la mitad de nuestras vidas vemos muy difícil pensar en nuestras vidas sin ella. Gracias a Dios, muchos de mis recuerdos más agradables que están en mi mente tienen que ver con momentos en compañía de los hermanos de alguna iglesia.

· Hoy en la mañana comentábamos la importancia de mantenerse unidos a la comunidad de creyentes; a la comunidad de cristianos, pues mantenerse unidos al pueblo de Dios es el método que Dios ha escogido para que los pecadores redimidos puedan crecer.

· La iglesia es para muchos creyentes el lugar donde han encontrado apoyo, dirección, ánimo, esperanza y también corrección.

· Pero de igual manera, ha habido personas que han encontrado en la iglesia –no una piedra- sino una auténtica roca con la que han tropezado; para ellos, la iglesia de Jesucristo ha llegado a ser una de sus experiencias que más quisieran olvidar. Son personas que no quieren saber nada de una iglesia cristiana. Dicen que prefieren no haber conocido el evangelio, de haber sabido que conocerían a personas tan desagradables o tan malvadas.

· Pero seamos honestos: hay varios motivos –o buenas razones- para estar de acuerdo con esas personas; seguramente en algún momento hemos llegado a convencernos de que la gente en la iglesia no es lo que dicen ser, ¿verdad?

· Honestamente, me cuesta trabajo aceptar que la gente de la iglesia consiste en personas que han sido salvadas, que han sido perdonadas, que estarán en el cielo por la eternidad; honestamente, me resisto a creer que la comunión con las personas de la iglesia sea el método que Dios haya escogido para lograr sus propósitos en la tierra.

· Escuche Ud. Cuáles son esas quejas que hace la gente acerca de la iglesia, o los propios hermanos que forman parte de ella!

o “son insensibles a los problemas de los demás”

o “se creen unos santos”

o “son igual de pecadores que los demás”

o “no piensan en mí”

o “sólo les interesa mis ofrendas y diezmos”

o “les hace falta preparación a los que dirigen”

o “yo podría hacer un mejor trabajo que los líderes”

o “no son sinceros”

o “les falta amor”

o “no aprecian lo que hago”

o “no se preocupan por los necesitados”

o “se dejan llevar por las apariencias de la gente”

o “son unos aprovechados de las buenas intenciones de la gente”

o “lo animan a trabajar y luego lo dejan solo”

o “son flojos”

o “son unos irresponsables”

o “son unos malagradecidos”

o “conozco a gente que no van a ninguna iglesia y es mejor que muchos de ellos”

o “no están comprometidos de verdad”

o “no me apoyan en momentos difíciles”

o “no me siento amado por ellos”

o “no se acuerdan de m cumpleaños”

o “son unos inconstantes: comienzan una cosa y luego no la terminan”

o “no demuestran unidad”

o “se andan criticando unos a otros”

o “hay chismes, murmuraciones, etc”

o “no me siento parte de ella”

o “siento que me hacen a un lado”

o “son unos hipócritas” La más típica

· Esas son algunas de las quejas más comunes que escuchamos en contra de la iglesia. Personalmente, como pastor, me entristece el mero hecho de escucharlas. Pero el problema no acaba allí. El asunto no sólo consiste en que hay mucha gente que se queja de la iglesia; el problema se agrava mucho al considerar que estas y muchas otras quejas… SON VERDAD; son ciertas; tienen mucha verdad, son totalmente ciertas. Es triste, pero esa es la verdad.

· Todos los que estamos aquí en más de una ocasión nos hemos sentido desanimados, decepcionados, frustrados y hasta enojados por ver en más de una ocasión, que muchas de esas fallas son realidad en nuestra propia iglesia. ¡Cuántas han sido las veces que nos hemos sentido sin ganas de venir a las reuniones, o hasta dejar de congregarnos definitivamente por ver con tristeza una o más de sus errores y pecados! Algunos de nosotros quizá hayamos adoptado una o dos como nuestras favoritas.

ACTITUDES TÍPICAS FRENTE A UNA IGLESIA IMPERFECTA

¿Qué pues podemos decir o hacer ante todo esto? ¿Cuáles son las repuestas actitudes típicas frente a una iglesia imperfecta como la nuestra?

· Los que la abandonan por completo. Algunos han decidido tristemente salirse de la comunión de la iglesia. Han abandonado a la congregación por fría, inservible, insensible, floja, pecadora o hipócrita. Han sentado a la iglesia a la iglesia en el banquillo de los acusados y la han sentenciado a perderse de su presencia y apoyo. Se han vuelto sus más duros críticos e incluso enemigos. Muchos de ellos sencillamente han abandonado la fe, se han vuelto cínicos en sus propias vidas.

· Los que van en busca de una mejor iglesia. Otros se han ido a otro grupo, a otra iglesia, pensando que en esa sí encontrarán lo que no había en la anterior. Durante sus primeros días, tal vez meses, están enamorados, están en su luna de miel y creen que han encontrado a la iglesia –si no perfecta- algo muy parecido a eso. Desde mi punto de vista, ese gusto les va a durar muy poco, pues todas las iglesias –por definición- están compuestas de pecadores. El peligro consiste en que estas personas que han desarrollado expectativas que no tienen garantía en la Biblia, sólo se van a quedar mucho más decepcionados que como salieron de la anterior iglesia.

· Los que usan la imperfección de la iglesia como el pretexto perfecto para esquivar su responsabilidad ante Dios. Son personas que aprovechan el momento para faltar consecutivamente, o asistir esporádicamente; para dejar de leer su Biblia, para dejar de orar, para dejar de ofrendar o diezmar (es el castigo que se merece la iglesia), para dejar de compartir el evangelio, etc. Usan las imperfecciones de la iglesia para justificar su rebeldía a la Palabra de Dios. Estas personas se equivocan terriblemente al pensar que alejarse de los hermanos no afecta en lo mínimo su comunión con Dios. Estas personas han encontrado la mejor excusa para no obedecer a Dios en lo que les pide en su Palabra. Lo que peligrosamente ignoran esta gente es que lo único que logran es alejarse más del Señor y de sus caminos. Los únicos perjudicados son ellos mismos.

· Los que se quedan en la iglesia, pero con un espíritu antagonista. Estos se quedan, por diversos motivos, pero conforme pasa el tiempo, siguen viendo más y más defectos, fallas y pecados, continúan en su actitud destructiva, en su amargura, en un espíritu de superioridad, que va contagiando a más personas. Sus críticas sólo están dirigidas a conformar su convicción de que la iglesia está mal. Sus palabras muestran un claro descontento y enojo contra la iglesia en general. Sus palabras están marcadas por la amargura, el rencor, la frustración y el desánimo. Al pedirles su apoyo, se niegan a participar, porque es mucho más cómodo y fácil criticar que cooperar. Están en desacuerdo con la mayoría de lo que se hace, no asisten a la mayoría de las actividades o proyectos, pero siguen siendo miembros de la congregación, siguen asistiendo a los cultos y siguen dando sus ofrendas. Cuando algo no sale bien, lo llegan a disfrutar en lo íntimo. Personalmente creo que este tipo de personas son de las más peligrosas, ya que son como el enemigo que vive en casa. Son dañinas porque con sus comentarios que no edifican, van tejiendo una peligrosa red de inconformes que ponen en riesgo la unidad de la iglesia.

· Una variante son aquellos hermanos que permanecen en la iglesia, pero se han sumido en la resignación; han concluido que de nada van a servir sus mejores esfuerzos a favor de ella; hagan lo que hagan, las cosas nunca van a cambiar; y como salirse de la iglesia no hablaría bien de ellos, mejor se quedan, para no lastimar a nadie.

· ¿Qué tienen en común estas actitudes ante una iglesia imperfecta? Una cualidad muy importante: ninguna de ellas sigue el ejemplo que nos ha dejado nuestro Señor Jesucristo. Ninguna de ellas muestra en lo absoluto el sentir, ni el deseo del Señor hacia su esposa, su cuerpo, su rebaño. Todas ellas revelan un interés totalmente egoísta, centrado en mis intereses, en mis deseos, mi comodidad, mi opinión, etc. Ninguna de ellas muestra un verdadero interés en imitar la actitud de Dios ante la iglesia, llena de pecadores con cientos de pecados, fallas, desatinos y omisiones.

LA ACTITUD DE CRISTO HACIA SU IGLESIA IMPERFECTA

· Su amor es profundo y eterno.

Este simple hecho hace toda la diferencia entre las respuestas anteriores y la respuesta que glorifica a Dios ante una iglesia imperfecta. Piense en unos momentos todas las cosas y personas de las que Ud. puede decir que ama. ¿A quiénes ama Ud? Son personas muy especiales, que tienen un gran significado para Ud. Todas las respuestas anteriores ante las errores y pecados de la iglesia fallan en un asunto crítico: no AMAN aquello que Dios ama.

Sí; no importa qué tan incongruentes sean los hermanos de la iglesia; no importa lo olvidadizos que sean para recordar su cumpleaños o de llamarle entre semana para saludarle; no importa lo ingratos que seamos, el Señor los amó profundamente que se entregó por ellos. ¿Leyó bien? Cristo entregó su vida, murió en su lugar, precisamente por esos pecados, precisamente porque somos pecadores, tercos, desobedientes, desconsiderados y todos los defectos. Ud. Se queja de todas las fallas y pecados; imagínese al Señor que conoce además de las acciones los verdaderos motivos e intenciones del corazón. Si hay alguien que nos pudo encontrar indignos de ser amados, es precisamente el Señor. Por eso su amor es eternamente maravilloso: Pablo dijo: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

· Su propósito es transformarla.

Este amor de Dios tiene una agenda muy bien definida. Cristo se entregó para transformar a los suyos. La obra de salvación es una empresa titánica de rescate. Tito lo dice así: Jesucristo se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda maldad y purificar para sí mismo un pueblo para sí, celoso de buenas obras. Por supuesto que el Señor tampoco está conforme y satisfecho con el estado actual de su iglesia. Por supuesto que él detesta el pecado, la hipocresía, la falta de amor, de unidad, de responsabilidad, y de todos los males que la aquejan y de las que se le acusan. Por supuesto que se entristece mucho cuando fallamos en reflejar la pureza y el buen nombre que debemos poner en alto como pueblo suyo. Pero él hace algo más: él no se queda allí parado lamentándose, no se queda parado viendo cómo su esposa le es infiel con otros amores; no se da por vencido de que ella se enterque en su desobediencia; no la abandona; no anda divulgando sus pecados a los demás;

NO. Él usa sus recursos para purificarla; nos ha dado todas las armas para pelear contra los deseos de nuestra propia carne; está obrando en las vidas de los que son suyos, en medio de las dificultades y a pesar de los fracasos y tropiezos; ha puesto su Espíritu Santo en nuestros corazones para animarnos, advertirnos, corregirnos, mostrarnos el camino correcto y fortaleciéndonos para mantenernos dentro de él.

Pero su obra aún no ha concluido. Y ese es uno de los errores más graves que hemos cometido: olvidar que el Señor está obrando, está perfeccionando su obra, la está puliendo, la está llevando a su hermoso término; cada día estamos siendo transformados en su imagen; cada día vamos muriendo a los deseos de nuestras antigua naturaleza; es un trabajo discreto, apenas reconocible en algunos de nosotros, pero es una hermosa obra, que al final de los tiempos será mostrada como la cosa más hermosa, más importante, más duradera y más majestuosa que se haya hecho jamás: LA REDENCIÓN.

Un día estaremos radiantes, reflejaremos la gloria de Dios en todo su esplendor, no tendremos ninguna falla, ningún pecado, tendremos un corazón perfectamente gobernado en palabra y obra por el Señor. Juan dice que cuando Cristo se manifieste… ¡seremos semejantes a Él!

¿Qué significa para mí? Paciencia, gratitud, ánimo, confianza, pues lo que Dios está obrando en el corazón de la iglesia, llegará a su final feliz. Es a su tiempo, con sus métodos, y hacia sus metas.

Esta obra está perfectamente supervisada y cuidada. Dice Pablo que Cristo la sustenta y la cuida. Cuando nos demos por vencido al pensar que los hermanos nunca van a cambiar, no nos olvidemos que la obra de redención está perfectamente bajo el control y cuidado del Señor. Ni el pecado, ni Satanás, ni la carne podrá detener o echar a perder la obra maestra que Cristo, a través de su ES está llevando a cabo hoy en la vida de su iglesia.

Nuestra actitud debe ser la misma que el Señor. Nos ha puesto para animar, exhortar, apoyar, ser de ejemplo, corregir, instruir, pero no para destruir; no para desalentar, no para desunir, no para abandonarnos.

CONCLUSIÓN

· Sí; la iglesia está llena de pecadores… por quienes Cristo vino a morir; pecadores a quienes vino Cristo a rescatar. La iglesia está llena de pecadores que necesitamos de la gracia perdonadora y transformadora de Dios.

· No podemos darnos el lujo de despreciar a quien Cristo amó y se entregó dando su misma vida. Si amas a Cristo,

o debes amar a los que son de él;

o debes estar dispuesto a entregarte a quienes él se entregó;

o debes estar dispuesto a servir a aquellos a quien él sirve

o debes cuidar a los que él cuida y sustenta con su Palabra y su Espíritu

o debes sostener en oración a aquellos por quienes intercede ante su Padre.

o debes permanecer con los que estarán con él por toda la eternidad

· La próxima vez que escuche o se queje de los hermanos de esta iglesia, recuerde que a pesar de todo, es la iglesia imperfecta de Cristo, a quien ama profundamente.