Sometiéndose
a las
Autoridades Superiores
(Parte 1)
(Romanos 13:1-2)
13:1 “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay por Dios han sido establecidas.
13:2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para si mismos”
Introducción:
Hoy queremos continuar con esta segunda parte de nuestra serie hablando acerca de los antogonistas y sus caracteristicas peculiares.
1)- ¿Quienes son los antagonistas?
La mayoria de los antagonistas son personas que arrastran serios problemas sicológicos que no han podido enmendar en el Señor. Son súper sensibles, muestran inquietud y molestia por cosas insignificante como: Un saludo que no recibió, una mirada que no le agradó, una sonrisa mal interpretada, etc. Son amargado, guardan rencor y resentimientos en su interior, de los cuales, no se pueden deshacer, ni están dispuestos a dejarlo porque son parte de su vida.
Los problemas para un antagónico implacable son como un ejercicio terapéutico que aunque es riguroso en su práctica, es necesario para el alivio de sus demandas. Este tipo de persona es un instrumento en las manos de satanás para destruir a como de lugar la obra de Dios
¡Cuídese y cuiden la obra de Dios de los ataques de un antagónico!
2)- Autoridad Delegada
Desde el principio de la creación vemos a Dios delegándole autoridad al hombre.
Génesis 1:28 dice:
“Y los bendijo Dios y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”
La palabra sojuzgar significa dominar, sujetar, someter. Y la palabra señorío significa mandar, gobernar, autoridad, dominio, potestad, etc. En otras palabras, Dios le dio al hombre dominio y señorío para que todo lo bueno, que el había creado, se sujetara ante su autoridad.
Dios le da autoridad al hombre bajo un principio inviolable que es el sometimiento.
Génesis 2:16-17 nos dice:
“Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de el comieres, ciertamente morirás”
En este pasaje vemos la sentencia que Dios le pronostica al hombre si este se atreve a rebelarse contra su autoridad. La sentencia de Dios fue: “Ciertamente morirás”
El día que el hombre faltara al mandato de Dios, vendría una súbita destrucción sobre su vida; por rebelarse contra lo establecido por él.
Cuando el hombre viola este principio pierde totalmente la autoridad y queda expuesto al ataque del diablo y a la ira de Dios.
La palabra dice en Génesis 3:11-24:
3:11 “Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol que yo te mandé no comieses?
3:12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste me dio del árbol, y yo comí.
3:13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer la serpiente me engaño, y comí.
3:14 Y Jehova Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita será entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
3:16 A la mujer dijo: Multiplicare en gran manera los dolores es tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
3:17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol que de que te mande diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
3:18 Espinos y cardos te producirá, y comerás planta del campo.
3:19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
3:20 Y llamo Adán al nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.
3:21 Y Jehová Dios hizo al hombre túnicas de pieles, y los vistió.
3:22 Y dijo Jehova Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.
3:23 Y los sacó Jehova del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.
3:24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto del Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Aquí vemos, como con tristeza y dolor en su corazón, Dios tiene que sacar al hombre del huerto del Edén y echarlo fuera de sus contornos, en base a la desobediencia y la rebelión que este manifestó ante su mandato.
3)- Principio de Autoridad
El principio de la autoridad es el sometimiento. No puede haber autoridad sin sometimiento a la autoridad superior (Lucas 7:8)
Jesús les dio autoridad a sus discípulos para echar fuera demonios y para sanar toda enfermedad. (Lucas 9:1) La autoridad de los discípulos estaba basada en el sometimiento que estos tenían al liderazgo de Jesús.
Los discípulos después de una compaña evangelística por diferentes aldeas volvieron gozosos diciendo: “Señor aún los demonios se nos sujetan en tu nombre” (Lucas 10:17).
Después de escuchar estas palabras, Jesús le reitera nuevamente su autoridad, cuando le dice: “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará”
(Lucas 10:19).
La palabra potestad se traduce del vocablo griego exousia que significa autoridad, dominio, señorío, poderío, etc. Toda esa autoridad delegada estaba sometida bajo un solo nombre: El nombre de Jesús.
Jesús dijo: “En mi nombre echaran fuera demonios” (Marcos 16:17)
4)- Autoridad sin Sometimiento
Hay personas que mencionan y usan el nombre del Señor Jesús sin ningún tipo de compromiso con el. Lo más importante no es mencionar el nombre, sino vivir sometido al nombre. No hay resultado alguno al mencionar su nombre, si usted, no vive comprometido con su nombre (2 Timoteo 2:19).
Jesús dice:
“Por qué me llamáis, Señor, Señor y no hacéis lo que yo digo”
(Lucas 6:46)
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi padre que esta en los cielos” (Mateo 7:21)
Hubieron personas, que trataron de hacer lo mismo que los discípulos hicieron, pero sin el consentimiento y sin el sometimiento al nombre de Jesús. Estos tuvieron una experiencia bien escalofriante y vergonzosa, por faltar a la autoridad superior.
Dice el relato en Hechos 19:13-16:
19:13 “Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo.
19:14 Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto.
19:15 Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y se quien es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?
19:16 Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa heridos y desnudos”.
La Biblia nos enseña que el pecado es una puerta abierta a satanás
(Hechos 5:3). Este siempre usará tus faltas para avergonzarte, cuando tu tomes el nombre del Señor en vano (Génesis 3:7-10). Sin embargo, la palabra nos enseña que los que creen de corazón en El no serán avergonzados (1 Pedro 2:6).
5)- Tres Áreas de Sometimiento
1)- La Sociedad
2)- La Familia
3)- La Iglesia
6)- La Sociedad
La Biblia es el manual de vida del creyente. A través de ella cada persona que ha creído en Jesucristo rige su vida, como la palabra infalible y autorizada por Dios para catalizar nuestra conducta en la sociedad.
Dios ordena en su palabra que en la sociedad que nos ha tocado vivir, nos sometamos a:
a)- Los gobernantes y autoridades (Tito 3:1)(1 Pedro 2:14)
b)- Toda institución humana (1 Pedro 2:13)
c)- Las autoridades superiores (Romanos 13:1)
Estoy seguro que todos los cristianos estamos de acuerdo en que tenemos que vivir una vida en paz con el estado, siempre y cuando este no se inmiscuya en nuestras creencias religiosas, ni ordenen leyes que atenten contra nuestras convicciones o comprometan nuestras creencias.
Durante años los cristianos han tenido diferente maneras de interpretación y de pensar en cuanto al sometimiento a las autoridades superiores se refieren.
Unos dicen:
• a)- Que el cristiano no debe envolverse en la política.
• b)- Otros que el cristiano y el estado deben trabajar juntos para mejorar la sociedad sin interferir en sus principios.
• c)- Muchos dicen que el cristiano debe inmiscuirse en todos los asuntos políticos de su nación como parte de ella.
a)- El cristiano fuera de la esfera política
Unos dicen que los cristianos no se deben inmiscuir en los asuntos de gobierno, ni participar de una manera activa en sus campañas políticas en base a la corrupción que hay dentro del marco político.
Los de este pensar alegan que las campañas políticas están plagadas de promesas huecas que al finalizar un periodo gubernamental, nunca se cumplieron.
Estos mismos políticos son los que después de su mandato presidencial piden con solicitud su reelección a un segundo periodo de gobernación, para que le den una nueva oportunidad de poder cumplir las mismas promesas que no pudieron cumplir en el pasado.
Estos al no ser reelegidos crean así un argumento, para justificar su buena fe ante su labor política y una aparente reputación ante los que en el confiaron. Dejando al final de su jornada política, todas sus promesas incumplidas sobre los hombros de una sociedad que no decidieron apoyarlo.
b)- El Cristiano y el Gobierno
Algunos creen que el cristiano y el gobierno deben trabajar juntos en planes y proyectos que beneficien a la sociedad. Sin perder de vista los propósitos por lo que lo hacen, y sin confundir, ni mezclar los roles y los principios que los separan a ambos.
La iglesia tiene un interés totalmente diferente al estado. Los intereses de la iglesia son espirituales, mientras que los del estado son políticos. Pero cuando estos dos se unen entre si, con un propósito especifico, pueden traer un impacto muy positivo a la comunidad con su influencia.
c)- El cristiano y la Política
Otros creyentes creen que el cristiano debe participar activamente en los asuntos políticos sin comprometer sus principios espirituales y morales.
Que deben trabajar concienzudamente en la elección y reelección de políticos que estén a las alturas de sus creencias religiosas y participar activamente en la votación, difusión y propagación de su plataforma política para que vivamos en una mejor sociedad quieta y reposadamente.
7)- La Familia
El deseo de Dios es que todas las familias de la tierra vivan una vida victoriosa y bendecida en todas las esferas concernientes. Tanto física, como espiritual y emocional.
Esto lo pudimos ver en la primera familia creada sobre la tierra, donde estaban en un ambiente sumamente bueno, preparado por Dios y puesto a su disposición para que lo disfrutaran al máximo. Ellos estaban en un buen estado físico, espiritual, emocional y material hasta el día que fue encontrado pecado en ellos. ¡El pecado arruina las familias!
Un amor incondicional
El amor de Dios hacia la familia es incondicional. Es por eso, que el amor ágape atribuido solamente a Dios, es considerado superior a todos los demás.
Amor ágape significa amor supremo, sin condición, amor por decisión. Dios decidió amarnos a nosotros sin condición alguna, aún cuando éramos pecadores (Romanos 5:8) (1 Juan 4:7-10). Es un amor innato, sustancial que caracteriza a un Dios que es amor. Dios no tiene amor, Dios es amor
(1 Juan 4:16).
La primera sentencia a satanás
El diablo, con su astucia hizo que nuestros primeros padres incurrieran en pecado; pero Dios bajo promesa, le dio un dictamen a satanás que acabaría con el pecado para siempre.
En Génesis 3:15 dice:
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tu le herirás en el calcañar”
Esta es la primera sentencia dada por Dios a satanás y la primera profecía mesiánica descrita en la Biblia.
Buenas Nuevas en Abraham
Dios ama tanto a la familia, que siempre busca un plan perfecto para bendecidla. En Abraham Dios proporcionó una promesa que abarcaría a todas las familias de la tierra.
• “Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra”
(Génesis 12:3)
Esta promesa vino a cumplirse en la persona de Jesucristo cuando vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10).
En Gálatas 4:4 dice el apóstol Pablo:
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos”
Pablo dice en Efesios 3:15: que en Jesucristo “toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra”
Todas las familias que acepten el señorío de Jesucristo se beneficiaran de su nombre, tanto las que han partido con Cristo, y están ante su presencia, como las que aún vivimos para servirle.
La familia debe estar sometida primeramente al Señor.
“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos como al Señor” (Efesios 5:22)
“Maridos amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entrego así mismo por ella” (Efesios 5:25)
“Hijos obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo” (Efesios 6:1)
Observe como cada integrante de la familia debe estar plenamente sometido al Señor para poder cumplir el rol que le corresponde en el orden familiar. Si la persona no esta sometida al señorío de Cristo le va a ser difícil someterse al liderazgo de los demás.
Para este propósito el apóstol Pablo ha establecido un elemento que no puede faltar nunca en la dieta espiritual de cada creyente, este es: El temor de Dios.
“Someteos unos a otros en el temor de Dios”
(Efesios 5:21)
Una vez que la persona tiene su vida sometida a Cristo, le será fácil cumplir y someterse al lugar que divinamente Dios le ha establecido a nivel familiar.
La Biblia dice que:
a)- Los esposos deben someterse a Cristo como la cabeza de todo varón (1 Corintios 11:3)
b)- La mujer debe sujetarse al esposo (Efesios 5:22)
c)- Los hijos deben obedecer a los padres (Efesios 6:1)
8)- La Iglesia
Si una persona no puede someterse al orden familiar establecido por Dios, le va a ser muy difícil someterse al liderazgo de la iglesia local.
En muchos lugares vemos a los líderes eclesiásticos luchando con este tipo de persona que llegan a las iglesias desafiando el liderazgo pastoral y siendo tropiezo para aquellos que quieren encaminar sus pasos en los caminos correctos del Señor.
En Romanos 16:17 dice:
Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezo en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.
En Mateo 18:6 dice:
Y cualquiera que haga tropezar a algunos de estos pequeños que creen en mi, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.
Los líderes eclesiásticos son constituidos por Dios, con un propósito especifico.
Efesios 4:11 dice:
“Y el mismo constituyó a unos, apóstoles, a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”
Dios demanda que cada cual se someta a las autoridades que el ha establecido para la edificación y perfección de los creyentes, para la obra del ministerio.
9)- Siete principios que se deben tener en cuenta
(1)- Sin sometimiento no hay ministerio valedero (Juan 15:5).
(2)- Recuerde el principio de la autoridad, es el sometimiento
(Lucas 7:8).
(3)- El sometimiento es el que te promociona. Nunca tendrás que exigir un lugar o una posición (1 Pedro 5:6).
(4)- El que exige de una manera abrupta un lugar en la iglesia es porque nunca se ganó la posición deseada por falta de sometimiento (Marcos 10:35-45).
(5)- Cuado un creyente se somete a su líder, siempre será un candidato destinado a la promoción (Deuteronomio 31:14)
(Josué 1:1-2) (2 Reyes 2:2, 4, 6, 9).
(6)- Tu sometimiento al liderazgo habla de tu vida espiritual y testimonio. Y por ende tu ministerio (Juan 15:4). (1 Timoteo 3:7).
(7)- No exija antes de tiempo el lugar que Dios no te ha dado. Si tú sabes que tienes un ministerio espera en el tiempo de Dios. Dios mismo testificara por ti y te abrirá las puertas que nadie te podrá cerrar. (Job 31:35) (Apocalipsis 3:8).
Conclusion:
Muchos se preguntarán: ¿A quien me debo someter en la iglesia? Usted se debe someter a todo el liderazgo y a todos los que trabajan al servicio de Dios.
La palabra nos enseña que usted debe someterse desde el que se para en el altar para predicar la palabra, hasta el que se para en la puerta como guardián del templo. Tratar con respeto al que tiene un micrófono en la mano, como al que tiene una escoba y un trapeador para limpiar la casa de Dios.
La palabra del Señor dice que un vaso de agua que se da en nombre de Jesús no quedara sin recompensa (Marcos 9:41). De ahí el respeto y la consideración que cada creyente debe asumir con aquellos que trabajan diligentemente en la viña del señor (Romanos 13:7).
Sometimiento al liderazgo de la iglesia
a)- Obediencia y sujeción a los pastores
En Hebreos 13:17 nos dice:
“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no es provechoso”
b)- A todos los que ayudan y trabajan en la iglesia
En 1 Corintios 16:15-18 dice la palabra de Dios:
“Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que ellos se han dedicado al servicio de los santos.
Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan.
Me regocijo con la venida de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, pues ellos han suplido vuestra ausencia. Porque confortaron mi espíritu y el vuestro; reconoced, pues, a tales personas”
c)- Someteos los unos a los otros (Efesios 5:21)
Este lugar corresponde al liderazgo que Dios le ha dado a cada uno en diferentes áreas; incluyendo el área laboral, donde Dios manda que nos sometamos a nuestros jefes como al Señor.
En Efesios 6:5-7 dice:
6:5 “Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo;
6:6 no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios;
6:7 sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres”
En 1 de Pedro 2: 18 dice:
“Criados, estad sujetos con todo respeto a nuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar”
En Tito 2:9 dice:
“Exhorta a los siervos que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador”.
Oramos para que Dios nos ayude a poner por obra su palabra y para que el reino de Dios no tenga estorbos.
