Una razón para… Profundizarse
Los bebes recién nacidos no pueden comer, hablar, o caminar por si mismos y tampoco pueden controlar sus vejigas. Esa es una parte de ser bebe.
Nadie esperaría que un bebe pequeño pudiera hacer dichas cosas.
Mas sin embargo, si un bebe llega a la edad de 10 años y todavía no puede preformar esas funciones básicas de la vida, entonces creo que habría derecho de estar preocupados.
Es normal asumir que un niño madure a medida que pasa el tiempo. Ahora, tú y yo deberíamos tener las mismas expectativas para nuestra vida espiritual.
En esta carta que estamos estudiando, el apóstol pablo ánima a sus lectores a que no se estanquen en su desarrollo espiritual, sino que continúen avanzando en su maduración en Cristo.
1 Pedro 1:13-2:3 “13Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo. 14Como hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían antes, cuando vivían en la ignorancia. 15Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; 16pues está escrito: "Sean santos, porque yo soy santo." 17Ya que invocan como Padre al que juzga con imparcialidad las obras de cada uno, vivan con temor reverente mientras sean peregrinos en este mundo. 18Como bien saben, ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o la plata, 19sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto. 20Cristo, a quien Dios escogió antes de la creación del mundo, se ha manifestado en estos últimos tiempos en beneficio de ustedes. 21Por medio de él ustedes creen en Dios, que lo resucitó y glorificó, de modo que su fe y su esperanza están puestas en Dios. 22Ahora que se han purificado obedeciendo a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense de todo corazón los unos a los otros. 23Pues ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. 24Porque “todo mortal es como hierba, y toda su gloria como flor del campo; se seca la hierba y se cae la flor, 25pero la palabra del Señor permanece para siempre.” Ustedes. (1 Pedro 2) 1Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia, 2deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación, 3ahora que han probado lo bueno que es el Señor.” (NVI)
No nos podemos quedar como niños, debemos aprender a profundizarnos para que podamos soportar la prueba y para poder apreciar y vivir lo mejor de Dios.
¿Cómo podemos profundizarnos más en el Señor? El día de hoy deseo compartir cuatro maneras en como debemos profundizarnos…
I- Tenemos que profundizar mentalmente.
1 Pedro 1:13 “13Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo.”
Tenemos que profundizar mentalmente, preparando nuestras mentes para acción.
A- Lastimosamente la sociedad en que vivimos coloca más énfasis en los sentimientos que en el pensamiento. (I love this, I love that)
La música, el arte, las películas están todas basadas en sentimientos.
Dios nos ha dado las emociones como un regalo distintivo. Pero Dios también nos ha dado la capacidad de razonar, nos ha dado la capacidad de pensar.
B- Mientras que nos profundizamos más en nuestra vida cristiana, el Señor nos mueve de vivir una vida emocional a vivir una vida dirigida por las escrituras.
Debemos crecer, de ser personas dirigidas emocionalmente a ser personas dirigidas por la palabra.
II- Tenemos que profundizar moralmente.
1 Pedro 1:15-16 “15Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; 16pues está escrito: "Sean santos, porque yo soy santo.”
Tenemos que profundizar moralmente, siendo como Dios en santidad.
A- ¿Qué es santidad? La palabra santo quiere decir distinto, puro, y sagrado.
El remover actividades pecaminosas de nuestras vidas es parte se la santidad.
Santidad es imitar el carácter de Dios, porque somos Sus hijos.
La santidad completa no es instantánea, es un proceso.
B- Cuatro motivadores para la santidad
• Un deseo de imitar al padre celestial. (Como Cristo)
• Un temor reverente del juicio. (The end do not justify the means)
• Un reconocimiento de la inutilidad de la desobediencia. (Mas vale obedecer)
• El sacrificio amoroso de Jesús. (No olvidemos)
III- Tenemos que profundizar socialmente.
1 Pedro 1:22 “22Ahora que se han purificado obedeciendo a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense de todo corazón los unos a los otros”
Tenemos que profundizarnos socialmente, amándonos los unos a los otros.
A- Tenemos que aprender a dejar de ser envidiosos.
Los niños piensan que el mundo rodea alrededor de ellos. Y de igual manera es en el área espiritual.
Una de las lecciones más difíciles en la vida cristiana, es aprender a poner a los demás antes que a nosotros mismos.
B- Dejemos de ser ego-centristas (Self-centered) y comencemos a ser otros-centristas (other-centered).
Aprendamos a expresar el amor, porque la vida es temporal.
Aprendamos a despojarnos de esas actitudes que nos aíslan de las más personas. ¡Tenga compasión!
Conclusión
Un ejemplo excelente de alguien que notablemente se profundizo en estas tres áreas, fue el autor de esta carta, El apóstol Pedro.
Cuando vino a Cristo, lo que lo movía era la emoción. Un día arriba y el otro abajo.
Un minuto confesaba a Cristo como Señor y el otro minuto le decía que El estaba equivocado.
Pero el llego a ser un hombre de obediencia y consistencia, dispuesto a dar su propia vida con tal de serle fiel a Cristo.
Al principio el no era del todo un santo tampoco, el era egoísta, demandaba que fuera reconocido, fue conocido por ser una persona que se salía de quicio y hasta maldecía en ocasiones.
Pero el maduro y llego a ser mas y mas como su Padre. Pedro no se cambió a si mismo, sino que fue a través del poder del Espíritu Santo.
Y Es por ese mismo Espíritu que podemos continuar profundizándonos en nuestra fe como cristianos.