Todos estamos enfrentando la vida, y Dios quiere que la enfrentemos en victoria.
El Libro de Josué es un libro de victoria y nos enseña como tener victoria día a día.
Josué 17:12-18 “12 Los miembros de la tribu de Manasés no pudieron habitar estas ciudades, porque los cananeos persistieron en vivir en ellas. 13 Cuando los israelitas se hicieron fuertes, redujeron a los cananeos a esclavitud, pero no los expulsaron totalmente de esas tierras. 14 Las tribus de José le reprocharon a Josué: ¿Por qué nos has dado sólo una parte del territorio? Nosotros somos numerosos, y el Señor nos ha bendecido ricamente. 15 Entonces Josué les respondió: Ya que son tan numerosos y encuentran que la región montañosa de Efraín es demasiado pequeña para ustedes, vayan a la zona de los bosques que están en territorio ferezeo y refaíta, y desmonten tierra para que habiten allá. 16 Los descendientes de José replicaron: La región montañosa nos queda muy pequeña, y los cananeos que viven en el llano poseen carros de hierro, tanto los de Betsán y sus poblaciones como los del valle de Jezrel. 17 Pero Josué animó a las tribus de Efraín y Manasés, descendientes de José: Ustedes son numerosos y tienen mucho poder. No se quedarán con un solo territorio, 18 sino que poseerán la región de los bosques. Desmóntenla y ocúpenla hasta sus límites más lejanos. Y a pesar de que los cananeos tengan carros de hierro y sean muy fuertes, ustedes los podrán expulsar.” (NVI)
El pueblo de Israel había entrado a la Tierra Prometida y estaba viviendo en Canan, pero había un gran problema.
El plan de Dios para Su pueblo era una ocupación total del territorio.
Dios le dijo a Josué y al pueblo de Israel que tomaran la tierra de frontera a frontera, y que la tomaran en su totalidad.
Dios les dio la orden que expulsaran a los Cananeos de su territorio, mas sin embargo ellos desobedecieron.
No existía ninguna razón por la cual los cananeos deberían quedarse en la tierra prometida.
No existía ninguna razón por la cual el pueblo de Israel no los expulsara de su territorio.
Simplemente los israelitas no lo quisieron hacer.
Los cananeos eran un pueblo endemoniado que estaban dificultando que el pueblo de Dios tomara su herencia y estaban manteniendo el pueblo de Dios alejados de la victoria total.
Al ver esta situación podemos notar que habían tres tipos de cananitas que ellos fracasaron en expulsar de la tierra prometida, y a la misma vez representan las cosas que detienen al creyente para no alcanzar la victoria.
I- Hubieron Cananitas que ellos favorecieron
Josué 17:13 “13 Cuando los israelitas se hicieron fuertes, redujeron a los cananeos a esclavitud, pero no los expulsaron totalmente de esas tierras.”
Los Israelitas pensaron que ellos tenían una mejor idea.
Ellos se justificaron y dijeron “No hay razón por la cual deberíamos expulsarlos de esta tierra, podemos hacerles pagar tributo a nosotros...
...Podemos cobrarles impuestos y hacer de ellos esclavos, en vez de expulsarlos, los vamos a domesticar y ellos nos servirán”.
Muchos de nosotros hemos hecho lo mismo, hemos favorecido ciertos pecados en nuestras vidas.
Existen ciertos vicios que nosotros pensamos que de una manera u otra los podemos amansar y beneficiarnos de ellos.
Algunas personas ven el alcohol, las apuestas y otras cosas de esta manera.
Otros vicios pueden ser un pequeño hábito, un negocio sospechoso, un comportamiento dudoso, o simplemente estar en yugo desigual.
Pueda que no sea algo totalmente malvado, y pensamos que es algo que podemos controlar.
Pero existen Cananitas o vicios, que favorecemos y pensamos que de una manera u otra podemos tomarlos y usarlos para nuestro propio beneficio o para nuestra propia gloria.
¡No podemos servir a dos señores!
II- Hubieron Cananitas que ellos temieron
Josué 17:16b “... La región montañosa nos queda muy pequeña, y los cananeos que viven en el llano poseen carros de hierro...”
No hubieron únicamente cananitas que ellos favorecieron, hubieron otros a los cuales ellos temieron.
Algunos de ellos eran gigantes con carros de hierro.
Ellos dijeron “No podemos contra ellos. No podemos domarlos como hemos domado a otros, entonces mejor dejémoslos quietos”.
Tienes que entender que Satanás vendrá a ti en una de dos maneras. El vendrá y te seducirá o el te aterrorizara.
Él tiene a mucha gente convencida que ellos no pueden vivir en victoria. ¿Eres tu uno de ellos?
¿Te has postrado ante ciertas cosas o situaciones y has dicho, “No vale la pena”?
A veces tememos al problema de la droga, el alcoholismo, la inmoralidad, o un comportamiento criminal porque se nos ha dicho que estos problemas son muy grandes para nosotros.
Entonces vivimos en pavor y temor.
Pero no existe pecado que no podamos vencer, no hay tentación tan terrible, no hay problema tan grande, no hay poder del diablo tan grande que no podamos vencer en el poder del Espíritu de Dios.
No se haga a la idea que de una manera u otra somos victimas indefensas. Recuerda que ¡Todo lo puedes en Cristo!
III- Hubieron Cananitas con los que convivieron
Josué 17:12b “... porque los cananeos persistieron en vivir en ellas.”
También hubieron algunos vecinos con los que ellos disfrutaron su compañía. Ellos se poblaron y vivieron entre ellos.
El pueblo de Dios estaba viviendo entre los vecinos paganos, y si usted lee la Biblia ella dice que, después de un tiempo ellos comenzaron a actuar como sus vecinos paganos.
Quiero recordarles y hacer énfasis en que estos Cananitas eran un pueblo endemoniado del cual los Israelitas debieron haberse despojado.
Si nosotros nos hacemos amigos del mundo, vamos a comenzar a amar al mundo, y luego nos vamos a conformar al mundo. Y finalmente vamos a terminar siendo condenados con el mundo.
Saca el pecado de tu vida y no convivas más con el pecado, tienes que aprender a marcar la diferencia y tú le perteneces a Cristo.
Conclusión
¿Existen Cananitas en tu vida?
¿Hay pecados que tú favoreces o piensas que puedes domar?
¿Hay pecados que temes y piensas que no puedes vencer?
¿Hay pecados con los que convives y has hecho paz con ellos?
El plan de Dios para tu vida es de ¡Victoria!
El desea que tú tengas Su completa bendición, ¡No té conformes por menos que lo mejor de Dios!