En camino a la Unidad
Rom. 12:10-19
Himno 183 Promesa Dulce
Himno 190 Dios nos ha dado promesas
Lema: USA “Unidos Permanecemos Divididos Pereceremos”
Esopo Fabulista Griego “4 Toros y el León”
Había en la selva un león que siempre rondaba unos bueyes que se le hacían muy apetitosos hasta que uno de los bueyes se dio cuenta y les dijo a los otros que si se ponían todos juntos en circulo juntando sus colas, de esa manera los cuernos de ellos harían su trabajo para protegerse de ese león, y así lo hicieron hasta que el león se canso de esperar y se fue a buscar otra presa.
¿Como saber si eres Cristiano?
Jesús responde a esta pregunta diciendo: En esto conocerán que son mis discípulos, si tuvieren amor los uno con los otros.
Nos. como cristianos encontramos oportunidades para animar, confortar y consolar a nuestros semejantes. No desviándonos del punto Divino.
A veces no nos damos cuenta de sus necesidades por falta de comunicación.
Así como el cuerpo humano se mantiene unido con un solo corazón que suple la sangre que da vida, así la iglesia permanece en Cristo. Efe. 4:16
La convivencia es la que nos hace darnos cuenta de las necesidades de los demás.
Heb. 10:24-25
Pero dentro de la convivencia hay ciertos cuidados que debemos de considerar.
EL RESULTADO DE NUESTRAS ACCIONES CON LOS DEMAS.
Toda asociación requiere el ejercicio del domino propio, TOLERANCIA Y SIMPATIA.
Todos diferimos en disposición, hábitos y educación luego entonces nuestra manera de ver la cosa varia.
Juzgamos de modos distintos, Nuestra comprensión de la verdad, Nuestras ideas acerca del comportamiento en la vida son variables.
Los deberes que a uno le parecen fáciles, son para otros en extremo difíciles y le dejan perplejo, (agotado).
La naturaleza humana es tan ignorante y propensa a equivocarse que la prudencia en el trato con los demás vale oro.
Poco sabemos de la influencia de nuestros actos en la experiencia de los demás.
De nuestros actos dependen impotentísimos resultados para una Buena comunión.
LA CRÍTICA
La labor y buenas dadivas de otro no se aprecian hasta la muerte o hasta asumir las mismas responsabilidades y al tropezar con las dificultades que la otra persona haya experimentado.
Hasta entonces es cuando ya no vemos las faltas que tanto criticábamos.
La misma experiencia nos enseña a tener simpatía.
Dios permite que los hombres ocupen puestos de diversa responsabilidad. Cuando se equivocan tienen el poder para corregir sus errores o para deponernos. Cuidémonos de no juzgar, porque es obra que le pertenece a Dios.
Recordemos la historia de Saúl y David 1 Sam. 24:5-7
El águila y el cazador (Fábula)
El Salvador no dice: No juzguéis para que no seáis juzgados por que con el juicio con que juzgáis seres juzgados, y con la medida con la que medís seréis medidos. Mat 7:1-2.
Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tu que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo., por que tu que juzgas haces lo mismo.
Rom 2:1
No nos conviene dejarnos llevar del enojo con motivo de algún agravio sea real o supuesto.
El enemigo a quien más hemos de temer es el yo.
Dejamos que nuestros propios impulsos dominen la escena e vez de dejar que el Espíritu Santo sea el que tome cuidado de la situación refrenando nuestros actos.
(Usualmente estamos a la expectativa de los actos del contrincante cuando deberíamos de estar a la expectativa de nuestros propios actos por que de allí depende la reacción del contrincante).
PACIENCIA EN TRATO CON LOS DEMAS
¡Analicemos la reacción de Cristo al ser entregado por Judas!
Cristo no vivía para proteger sus sentimientos o su reputación sino que vivía para salvar almas.
Conforme nos interesamos en la salvación de los demás dejaremos de notar las leves diferencias que sueles surgir entre unos a otros.
Piensen o hagan ellos lo que quieran respecto a nosotros, nada debe de turbar nuestra unión con Cristo y nuestra comunión con el Espíritu Santo.
Cuando pasamos la experiencia de un agravio hacia nosotros NO OBREMOS EN CARACTER HUMANO para desquitarnos sino que tenemos que evitar la apariencia de el enojo en nuestro corazón.
Debemos de hacer todo lo posible sin sacrificar los principios cristianos para reconciliarnos con los demás: “Si trajeres tu presente al altar y allí te acordares de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu presente delante del altar, y vete, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente”. Mat 5:23
Cuando a Jesús le insultaban con palabras violentas nunca replicaba con el mismo espíritu. Salomón nos dice en Prov. 15:1 “La blanda respuesta quita la ira”.
La mayoría de veces el que esta enojado pierde el control de si mismo y cualquier palabra podría resultar de agravio, pero pronto se desvanece el enojo contestando con el silencio, con espíritu cariñoso y paciente.
Repitamos la promesa dentro de nuestro corazón. No seáis vencido de lo malo; mas vence con el bien el mal”. Rom. 12:21.
Encomienda a Jehová tu camino, y espera en el; y el ara. Y exhibirá tu justicia como la luz, y tus derechos como al medio día: Sal 37:5-6
Nada hay encubierto, que o haya de ser descubierto; ni oculto, que no haya de ser sabido”. Luc 12:2.
Hay muchos de nuestros sentimientos los cuales son difíciles de expresar, nuestra desesperación en el tormento carece de palabras con suficiente significado para que alguien nos pueda entender. No hay valor humano que pueda restablecernos de tal sufrimiento es cuando debemos recurrir a Cristo confiando completamente en El humildes y abnegados.
El conoce las tristezas que sentimos en las profundidades de nuestro ser y que no podemos expresar.
Cuando todo parezca oscuro……………….
Solo recordemos las palabras de Cristo. “Lo que yo hago, tu no lo entiendes ahora; mas lo entenderás después”. Juan 13:7
Demostremos al mundo que la vida en Cristo no es un fracaso.
Muchas veces nuestro sufrimiento nos desvía nuestra Mirada en Cristo y hablamos solo de nuestro sufrir, cuando deberíamos de hablar en más detalle de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo el cual no nos olvida en ningún instante.
La tristeza os mueve al arrepentimiento.
1 cor 7:9
Mat 6:8
Luc 18:27
Sal 103:13
Sal 27: 10
Mat 6:25-26
Al enfocarnos en el amor del padre hacia nosotros, Cuando a pesar de las circunstancias desagradables, confiemos en el, confiados en su amor y unidos íntimamente con el, sentimiento de su presencia nos inspirara el gozo y la tranquilidad
SEAMOS COMO JESUS!
Pedro y Andres, Mateo, Juan, Pablo, Judas, Marcos, Lucas, Santiago, Thomas, Felipe,
Jacobo. Mat 10:2
Analicemos Con que paciencia Cristo aceptaba la diversidad de caracteres de cada individuo.
Nuestra Prudencia y Bondad en el trato con los demás, sorprende hasta al más atroz de los seres humanos, y suele despertar en ellos el impulso de descubrir la dicha de ser un buen cristiano.
Todos los seres humanos requieren de un trato distinto de acuerdo a su personalidad.
Ya sean toscas, humildes, soberbias, religiosas, educadas, o ignorantes, ricas o pobres.
No es posible tratar a todas estas mentalidades de un mismo modo; y no obstante todas necesitan de bondad y simpatía.
Mediante el trato mutuo que es controlado por el Espíritu Santo es como nuestro intelecto recibe el pulimiento y refinamiento del carácter de Cristo.
Por medio de las relaciones sociales es como el cristianismo se revela al mundo y todos debemos de alumbrar con esa pequeñita luz que es la chispa del carácter de Cristo.
1 Pedro 3:8-13
Recordemos que Cristo no debe ser el secreto de un cristiano para gozo de si mismo sino que debe de ser en nosotros una fuente de agua que brote para vida eternal y refresque a todos los que se relacionen con nosotros.
1 Pedro 4:7-8
Llamado.