Un Pastorado Responsable
Zacarías 11:4, 17
El Señor usa ahora una ilustración por medio de Zacarías para mostrarle al pueblo la clase de pastor que ellos han tenido y la que tendrán. Además, les muestra la manera en que ellos valoran la forma en que el Señor los pastorea.
En lo personal, el Señor me muestra que El requiere un pastorado responsable. Es decir, aquel que no es asalariado; que no hace su trabajo buscando una recompensa; y que da lo mejor de sí.
Estudiando este pasaje encuentro cinco características de un pastorado responsable. De manera que pastorear responsablemente es:
1. Preocuparse por el estado de sus ovejas (11:17a).
Preocuparse por el estado de las ovejas es estar pendiente de su vida personal, su vida devocional, de su crecimiento espiritual. También es saber cómo están desarrollando su parte en la obra del Señor. Es de entender que esto no se refiere a conocer a cada persona que asiste a nuestras reuniones, de lo contrario no podemos crecer en número pues estaríamos limitados a un grupo pequeño.
Sin embargo, debemos considerar que preocuparse por el estado de tus ovejas significa preocuparse por la calidad de vida de aquellos cercanos a ti. En otras palabras, del grupo de líderes con los cuales tu diriges la congregación. De esta manera, cada una de estas personas hará lo mismo con sus grupos cercanos, y así habrá un pastorado de calidad. Por esto la importancia de la visión celular, es decir, de trabajar por medio de células de crecimiento integral.
2. Visitar a los ovejas perdidas (11:16a)
Esto es consolidar a aquellas personas que se han enfriado en su compromiso con Dios o que se han apartado. Es buscar saber porque no quieren continuar.
Es necesario entender que cada persona bajo nuestro ministerio debe ser cuidada para que de fruto y que su fruto permanezca (Jn. 15:1-5). Por lo tanto, como pastores somos responsables de cada persona que llegue bajo nuestro ministerio, pues el Señor la puso en nuestro camino. Esto no significa que nos sintamos culpables por aquellos que deciden apartarse. Cada una de estas personas dará cuentas al Señor por sus obras, y nosotros por lo que hicimos por retenerlas (2 Co. 5:10).
Tomemos en cuenta advertencia de la versión de La Biblia al Día : "Ay del pastor indigno que no se preocupa por el rebaño!."
3. Buscar la pequeña (11:16b).
La pequeña nos está hablando de los nuevos convertidos. Por lo tanto, un pastorado responsable es consolidar a los nuevos convertidos en su caminar con Cristo. En la visión G-12, es cuidarlos para que participen de un Encuentro y que perseveren en la Escuela de Líderes hasta que abran su propia célula.
Sin importar cómo uno desarrolle el ministerio, los nuevos convertidos deben ser prioridad pues de nuestro cuidado depende su supervivencia ante los ataques del enemigo. Nuestro deber como pastores es velar porque estos pequeñitos tengan buen alimento espiritual, tenga compañerismo y apoyo, como también el aliento de vivir una vida próspera en todo sentido.
4. Curar la perniquebrada (11:16c).
Esto nos habla de sanar las emociones de aquellos que no pueden avanzar con rapidez. Es buscar sanidad interior para cumplir el propósito de Dios.
El pastor César Castellanos dice que "el éxito de una persona está fundamentado en la conjugación de varios aspectos de su personalidad: emociones, nivel de afectividad, firmeza espiritual, equilibrio mental. En pocas palabras, el carácter lo define todo" (Sueña y Ganarás al Mundo, p. 121).
La formación de carácter comienza con la sanidad interior, pues al sanar las heridas que han quedado en la vida de una persona son rotas las ataduras que han impedido su crecimiento y liderazgo. Por eso, antes que un nuevo convertido pueda ministrar a otros, primero tiene que ser ministrado. Y esto no sólo para los nuevos, sino para toda persona que desee servir al Señor (C. Castellanos "Sueña y Ganarás al Mundo, Pp. 121, 125).
5. Llevar a cuestas a los cansados (11:16d).
Esto nos habla de proveer buen alimento a los débiles para que sean fortalecidos por medio de la Palabra. Es cuidarlos en oración; cuidar que avancen sin preocupaciones hasta que recuperen las fuerzas y avancen por sí solos.
En fin, el pastorado responsable es aquel que se preocupa por consolidar a la gente en las diferentes etapas de su vida espiritual.
Con amor,
Augusto Rodríguez, Pastor.