EL NUEVO NACIMIENTO
Juan 3:1-16
Nicodemo era un hombre de alto carácter moral. Era un Fariseo y un líder de entre los judíos. También, era el maestro principal de su pueblo Israel. Cada referencia en la Biblia se refiere a Nicodemo como el hombre que vino a Jesús por la noche. Muchas personas discuten porque el vino por la noche. Quizás, vino por la noche porque tenia miedo de ser criticado por sus compañeros. Quizás vino por la noche para tener más tiempo de hablar con Jesús. Otros dicen que la noche era un símbolo de la oscuridad que estaba en su alma. La cosa más importante es que Nicodemo vino para ver a Jesús.
Cuando vino a Jesús, ellos hablaron en cuanto al nuevo nacimiento. Nicodemo comenzó su conversación con Jesús con esas palabras. "Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él."
Jesús respondió a Nicodemo y le dijo: "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios." Noten la necesidad del nacimiento nuevo. Sin el nacimiento nuevo, ninguna persona puede ver el reino de Dios.
También, sin el nacimiento nuevo, nadie "puede entrar en el reino de Dios." Nadie puede ver el reino de Dios ni entrar en el reino de Dios sin el nuevo nacimiento. Entonces, el encuentro con Dios, que se llamaba el nuevo nacimiento es la necesidad más grande por todo el mundo. Si Ud. esta aquí en esta noche, sin Cristo en su corazón, el nuevo nacimiento es su necesidad más grande.
Nicodemo hizo una pregunta tan importante. "¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?" Este es una buena pregunta. Si tiene el deseo conocer a Dios personalmente, hay que conocer "¿cómo?"
Jesús contestó su pregunta. "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu."
Aunque Nicodemo era el maestro principal, es decir, el teólogo del pueblo Israel, no entendió las palabras de Jesús. Respondió otra vez a Jesús. ¿”Cómo puede hacerse esto?" En este mensaje, voy a tratar contestar la pregunta, ¿ Cómo puede hacerse esto? ¿Cómo puede una persona recibir el nuevo nacimiento?
I. EN EL VERCICULO 5, VEAMOS EL LUGAR DE LA PALABRA DE DIOS EN EL NUEVO NACIMIENTO.
Noten en el versículo cinco, la frase "naciere de agua." Este es la frase más difícil entender en este pasaje porque hay muchas opiniones diferentes en cuanto a su interpretación. Algunos creen que representa el bautismo. Otras creen que se refiere al nacimiento físico. Yo creo que el agua es un símbolo de la palabra de Dios, porque en cada texto dónde hay una mención del nacimiento nuevo, hay una referencia a las escrituras. Hay varios símbolos de la palabra de Dios en la Biblia.
1. La palabra de Dios es como una lámpara porque da luz: (Salmo 119:105) "Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino."
2. La palabra de Dios es como un martillo porque rompe el corazón duro. "¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?" (Jeremías 23:29)
3. La palabra de Dios es como el agua porque limpia. Dice la palabra de Dios, "¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra." (Salmo 119:9)
Escucha las palabras del Señor Jesús. "Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado." (Juan 15:3)
Hay otros textos que refiere al lugar de la palabra de Dios en la salvación. Por ejemplo: Isaías le dejo, "Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que siega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié." (Isaías 55:10-11)
El Apóstol Pablo escribió bajo la inspiración el Espíritu Santo, "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." (Romanos 10:17)
También escribió "Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio." (1 Corintios 4:15)
Santiago escribió, "Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas." (Santiago 1:18)
Pedro escribió: "siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre." (1 Pedro 1:23)
Por esas menciones de la palabra de Dios en otros partes de la Biblia, Yo creo que el agua se refiere al lugar de la palabra de Dios en el nuevo nacimiento.
II. EN LOS VERCICULOS 5-8 VEAMOS EL LUGAR DEL ESPIRITU SANTO EN EL NUEVO NACIMIENTO (5-8)
"Y del Espíritu." (v. 5) Debemos reconocer el lugar del Espíritu Santo en la experiencia de la salvación. Las escrituras hablan claramente, que nadie puede nacer de nuevo aparte de la obra del Espíritu Santo. Generalmente, pensamos en el trabajo del Espíritu Santo después de la salvación. Él nos santifica. Nos llena. Nos da el poder servir a Dios y vivir la vida cristiana.
Sin embargo, el trabajo principal del Espíritu Santo es revelar a Jesucristo y lo glorifica. Nadie puede dar honor y gloria a Jesús sin el nuevo nacimiento, y nadie puede nacer de nuevo sin la obra del Espíritu Santo. El Espíritu Santo vino para mostrarnos nuestra necesidad de la salvación en Jesucristo. Uno puede oír la palabra de Dios, y respectar la palabra de Dios sin comprender la palabra de Dios. El Espíritu Santo toma la palabra de Dios y la siembra en el corazón.
En el versículo 8, veamos una ilustración de la actividad del Espíritu Santo obrando para darnos la salvación. "El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu."
¿Puede explicar el viento? ¿Puede ver el viento? Realmente nadie puede ver el viento aunque puede ver los resultados del viento. A veces parece que el viento no existe. A veces es como una brisa o tal vez como una tormenta. Uno no puede explicar el viento. Tampoco, una persona no puede explicar la obra del Espíritu Santo obrando en el corazón de los hombres para llevarlos a Jesús.
En la creación original en el libro de Génesis, la Biblia dice, "las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas, y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz" (Génesis 1:2). Es lo mismo en la nueva creación. La obra del Espíritu Santo es soberana en la obra redentora. Nadie puede ser salvado sin la obra del Espíritu Santo..
III. EN LOS VERCICULOS 14-15 VEAMOS EL LUGAR DE LA CRUZ EN EL NUEVO NACIMIENTO
Para explicar a Nicodemo como uno puede nacer de nuevo, Jesús usó una ilustración del libro de Números, el capítulo 21, y los versículos 4 a 9. Leamos esa historia de la Biblia:
"Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; Y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía." Números 21:4-9
En ese historia veamos la condición pecaminosa del pueblo Israel. El pueblo habló contra Moisés y contra a Dios. ”¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano". Como resultado, Jehová se enojó contra el pueblo Israel y envió serpientes ardientes entre la gente. Las serpientes ardientes mordieron a la gente, y muchas murieron como resultado.
Ellos vinieron a Moisés confesando su pecado. "Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes".
Moisés oró por el pueblo y Dios contestó su oración. Dios mandó a Moisés: "Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; Y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés lo hizo. Puede ser que algunos están pensando que este no es muy lógico. Pero noten el resultado de la mirada de fe. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía."
Nicodemo entendió la historia de la serpiente. Pero no entendió el significado de esas palabras de Jesús. "Así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Nicodemo no entendió porque todavía Jesús no había sido levantado en la cruz del Calvario
Pero, hace un rato, Nicodemo estaba de pie fuera de la pared de la cuidad de Jerusalén. Vio a tres hombres crucificado en cruces. Vio a Jesús crucificado en la cruz central. Cuando miró a Jesús, recordó las palabras de Jesús. "Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, Así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Yo creo que en aquel momento, Nicodemo depositó su confianza en Jesucristo como su Señor a Salvador.
CONCLUSION: Solamente Jesús puede cambiar nuestras vidas cuando le recibimos. La Biblia dice: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios." (Juan 1:12) ¿Cómo podemos recibir a Jesucristo?
1. Debemos arrepentirnos de nuestro pecado. La Biblia dice, "Así que, arrepentimos y convertios, para que sean borrados vuestros pecados..." (Hechos 3:19) El arrepentimiento no es sólo sentir triste por nuestro pecado. El arrepentimiento es dejar el pecado y volvernos a Dios por medio de Jesucristo.
2. Debemos depositar nuestra fe en Cristo Jesús. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios." (Efesios 2:8) La fe no es solamente creer algunos datos de Jesucristo porque la Biblia dice. "Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan." (Santiago 2:19) La fe es confiar en Jesucristo.
3. Debemos rendirnos a Cristo Jesús como nuestro Señor. "Que si confesares con tu boca que Jesús es Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación" (Romanos 10:9-10)
Rendirnos al Señor Jesucristo no es sólo decir que le damos nuestras vidas a Él. Jesús dijo; "No todo el que me dice:Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos." (Mateo 7:21. Rendirnos al Señor Jesucristo es darle el control de nuestras vidas.
Como evidencia de que darnos a Jesucristo el control, desearemos identificarnos con Él. La manera Neotestamentaria de identificarnos con Jesús es confesarle públicamente y obedecerle en el acto del bautismo y membresía de la iglesia.
¿Hay alguna razón por la cual no quisiera recibir el regalo de Dios de la vida eterna?
¿Está dispuesto a abandonar su pecado y depositar toda su fe en Jesucristo ahora mismo? Si está dispuesto incline su rostro y repita esa oración de entrega después de mí.
"Señor Jesús... Creo que Tu eres el Hijo de Dios... y que moriste para perdonar mis pecados... Sé que he pecado... y te pido que me perdones... Me arrepiento de mis pecados y te acepto como mi Salvador y Señor. Te doy gracias por haberme salvado. Amén."