INTRODUCCIÓN:
Una vez más tenemos una palabra que nos habla de las áreas que como cristianos debemos asegurarnos que están cerradas y muertas para que el enemigo no entre a robar, matar y destruir.
Creemos que vivimos en los postreros tiempos en los que Dios está restaurando, sanando y liberando a su Iglesia para ser presentada pura, santa y sin mancha delante de Él. Cristo mismo dijo: “Yo edificaré mi iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” Y El está cumpliendo su promesa.
¿Por qué el título de voluntades satánicas? La palabra satanás en hebreo quiere decir literalmente adversario o enemigo y con voluntades satánicas me refiero a tres voluntades, a tres deseos, a tres áreas que son contrarios a Dios y que se levantan como enemigos de Él.
1. VIVIMOS TIEMPOS PROFÉTICOS.
La profecía siempre trae revelación en dos dimensiones:
a. revelación de la persona de Dios para nuestras vidas para perfección de las mismas.
b. revelación de cómo están nuestras vidas delante de Dios para corrección de las mismas.
2. EN 1ª JUAN 2: 16 VEMOS…
Que debemos de guardarnos de amar tres cosas que están operando en el mundo y que nos separan del amor del Padre.
a. El deseo de los ojos (querer ver). El mundo vive bajo el deseo de querer ver. Al mundo no le importan ni valoran las cosas que no se pueden ver. Satanás domina el mundo bajo el poder de lo visual, de lo aparente, de lo externo, de la imagen, de lo codiciable y cosas similares. El mundo solo quiere ver y no desear.
-¿Cuántos problemas vienen a nuestras vidas por ver cosas que no son licitas ni agradables a Dios?
-El deseo de los ojos el impío no lo puede derrotar ni vencer por eso vive dominado por ello. ¿Cómo podemos los cristianos vencer el deseo de los ojos? La respuesta es por medio de los deseos de la fe. Lo que se ve (realidad mundana) se derrota por lo que no se ve (realidad espiritual).
b. El deseo de la carne (querer tener o experimentar). El mundo impulsado por los deseos de lo que ve es lanzado a querer tener aquello que está viendo y no puede refrenarlo. El mundo vive de las emociones y experiencias que son temporales, carnales y engañosas. El mundo vive con el deseo constante de querer tener más y más porque está sujeto a un principado de materialismo y humanismo. No podemos permitir que las cosas del mundo y el deseo de tenerlas nos roben y nos priven de las cosas que Dios tiene para nosotros.
¿Cómo podemos los cristianos vencer los deseos de la carne? La respuesta es por medio de los deseos del Espíritu porque solo por el Espíritu podemos hacer morir las obras de la carne.
c. La vanagloria de la vida (querer ser). El mundo está llena de personas que viven una vida vana, hueca, vacía y sin contenido que basa su identidad no por lo que son sino por lo que tienen. Los cristianos no encontramos nuestra identidad en el mundo ni en las cosas del mundo sino solamente en Cristo quien nos compró con su sangre y con quien estamos juntamente crucificados para que lo que vivimos en la carne lo vivamos en la fe del Hijo de Dios.
-¿Cómo podemos los cristianos vencer la vanagloria de la vida? La respuesta es por medio de una vida plena en Cristo Jesús en la que proyectamos todas y cada una de las áreas de nuestras vidas para que sean reflejadas solamente en Él. Si Cristo es en nosotros en todo lo que somos, tenemos y hacemos entonces tenemos la garantía que nuestra vida no será vana, hueca o temporal sino plena, llena y eterna.
3.- ADAN Y EVA SUCUBIERON ANTE ESTAS TRES VOLUNTADES ENEMIGAS DE DIOS.
En Gn.3:1-6 la Biblia nos cuenta la caída del hombre y cómo el pecado fue introducido en el mundo.
- Eva sucumbió ante el deseo de los ojos porque vio que el fruto prohibido por Dios y que satanás le había ofrecido era bueno y agradable a los ojos. (El deseo de los ojos)
- Eva sucumbió ante el deseo de la carne porque comió del fruto para alcanzar sabiduría. Eva no solo se conformó con ver el fruto lo quiso tener y hacerlo suyo.
- Eva sucumbió ante el deseo de la vanagloria de la vida porque creyó en la mentira del enemigo que le dijo si comes de este fruto serás como Dios que conoce el bien y el mál. Adán y Eva quisieron ser más en la vida de lo que realmente podían ser . No se conformaron con ser hombres sino que quisieron ser dioses.
Tal vez te preguntes de dónde surgió esta semilla de maldad o por qué el diablo los tentó en estas tres áreas. La respuesta está en el siguiente punto.
4.- SATANÁS SUCUMBIÓ ANTES ESTOS TRES DESEOS CONTRARIOS A DIOS.
En Is.14: 12-14 la Escritura relata las motivaciones de Lucifer que lo impulsaron a rebelarse contra Dios.
- Lucifer sucumbió ante el deseo de los ojos. En el ver.13 satanás dijo en lo profundo de su corazón subiré al cielo...podemos imaginar que durante un periodo tiempo tan grande que nos es imposible calcular Lucifer había estado sirviendo bajo la autoridad de Dios ...pero un día en su corazón se propuso subir a ese sitio que había visto muchas veces y que nunca había estado antes, que era el trono de Dios donde el Altísimo estaba sentado rigiendo como Dios Supremo todo el universo.
- Lucifer sucumbió ante el deseo de la carne. En el ver.13 satanás dijo en lo profundo de su corazón estableceré, pondré y tendré mi trono por encima de las estrellas.
- Lucifer sucumbió ante el deseo de la vanagloria de la vida porque creyó que podría ser semejante a Dios como dice en el ver.14. Lucifer cegado por el engaño y el pecado del orgullo creyó poder vencer a Dios y se levantó contra el en una pelea que lo convirtió en satanás, es decir, en adversario perpetuo, juzgado y condenado ya por Dios.
5.- CRISTO VENCIÓ ESTAS TRES VOLUNTADES SATÁNICAS EN EL DESIERTO.
Al leer Lc. 4:1-13 la Escritura nos muestra como Cristo también fue tentado y probado en estas tres áreas y como también salió victorioso por medio de la palabra y de la llenura del Espíritu.
- Cristo venció al deseo de la carne (piedras transformadas en pan para ser comidas
- Cristo venció al deseo de los ojos ( reinos del mundo fueron mostrados)
- Cristo venció a la vanagloria de la vida ( ángeles que vinieran a servirle porque era el hijo de Dios )
Cristo es el segundo Adán, nuestro redentor y por quien hemos sido regenerados para ser nuevas criaturas en las que las cosas viejas del mundo pasaron y he aquí todas son hechas nuevas para vivir en un constante crecimiento conforme a la imagen y semejanza de Cristo.