Summary: En medio de la zona neutral, el Señor le abre a sus discípulos las Escrituras, y todo es diferente. Se vislumbra entonces la eternidad y queda atrás la pascua. Finalmente con el partimiento del pan, crea entre ellos una comunidad, no es bueno vivir vida

ENTRE LA PASCUA Y LA ETERNIDAD

Lucas 24:21

* Nos movemos entre altas y bajas de la vida diaria, aquí y allá tratando de vivir una vida de fe.

* Vivimos ante la expectativa acerca de que nos traerá la vida, el futuro, el mañana. Casi se crea hasta una incertidumbre.

* Ayer el Señor multiplicaba los panes y los peces, sanaba enfermos realizaba milagros y hoy no sabemos donde está.

* Fuimos testigos de una gran bendición, de una unción especial, le vimos en el Monte de la transfiguración, caminar sobre las aguas. Pero hoy todo es diferente. El Jesús de los milagros ahora ha sido crucificado.

* Dos discípulos caminaban de Jerusalén hacia Emmaús, a sus casas después de la pascua. Habían escuchado que su guía y líder espiritual que había sido brutalmente asesinado el viernes en la tarde estaba ahora vivo.

* Estaban perplejos y confusos. Buenas noticias, pero no era lo que ellos esperaban. El mundo no había sido transformado, Jerusalén estaba aún en manos de los romanos y el Resucitado no se encontraba por ninguna parte.

* Caminaban de regreso a casa con sus esperanzas hecha pedazos, con sueños sin realizar, con un entusiasmo apagado, desanimados y un futuro cuestionable.

* Un final sin un comienzo a la vista. ¿Se siente usted de esta manera? Hemos intentado ser fieles y vivir en fe y solo encontramos escollos en el camino.

* Nos sentimos cautivos entre dos mundos; uno de la manera en que es la vida y otro de la manera como debe ser. Nos encontramos entre la pascua y la eternidad.

* Nos encontramos en un viaje dejando atrás el pasado, realizando una transición para el futuro y nos encontramos en algún lugar entre estas dos etapas.

* El Psicólogo William Bridges dice que existen tres escenarios de transición. Hay Finales, Comienzos y zonas neutrales. Toda transición envuelve perdidas. No se puede vivir en el futuro “agarrados” del pasado. Bridges dice que “Un nuevo crecimiento no puede echar raíces en terreno cubierto por el pasado. Cada transición es un final que nos prepara para nuevo crecimiento y nuevas actividades.”. Así lo enseñó Jesús cuando dijo “…si el grano de trigo no cae en tierra y muere…no da fruto…”. Juan 12:24

* Las zonas neutrales ( entre comienzos y finales) generalmente se caracteriza por confusión e incertidumbre. Son incómodas. Estamos como en el aire, la luna de miel se acabó y muchas veces queremos regresar atrás, a “Egipto”, al monte de la transfiguración, a un lugar seguro.

* Pero no debemos Dios está haciendo algo nuevo, y necesitamos este viaje a través de la zona neutral. Necesitamos abrazar el presente con todas las preguntas y luchas y encontrar la salida. La salida tal vez no está tan lejos.

* ¿De que manera nos identificamos con los caminantes de Emmaús en este verso?

* En medio del viaje a través de la zona neutral de los discípulos que iban a Emmaús, son acompañados por un extraño. Y ese encuentro hace la diferencia, El se aparece en nuestras zonas neutrales. Nunca nos abandona.

* El águila para enseñar a sus crías a volar tiene que de vez en cuando soltarles en medio del aire para que aprendan a volar. Jesús a veces aparece de manera poderosa, otras como un extraño, un amigo. S e acerca a escuchar nuestras quejas, súplicas nuestro dolor. Escuchar es un gran acto de amor que podemos ofrecer a otros.

* En medio de la zona neutral, el Señor le abre a sus discípulos las Escrituras, y todo es diferente. Se vislumbra entonces la eternidad y queda atrás la pascua.

* Finalmente con el partimiento del pan, crea entre ellos una comunidad, no es bueno vivir vidas aisladas, separadas.

* Luego que nos estabiliza, desaparece. ¿Es esa su experiencia? Los discípulos quedaron admirados, extasiados, pero es necesario convertir esto último en confianza. Y fueron y le contaron a otros lo sucedido. Démosle la bienvenida a las zonas neutrales, pero permitamos que nuestros corazones también ardan.