Summary: Presenta una explicacion de la faceta mas atractiva del caracter de Dios.

SERIE: LOS ATRIBUTOS DE DIOS

TEMA: EL DIOS QUE AMA

TEXTO: 1 Juan 4:7-14

Introducción: Vamos a concluir nuestra serie de mensajes sobre los atributos de Dios observando al que a todos les hubiera gustado que habláramos al principio de esta serie. Si usted se fuera a un lugar lleno de gente y pidiera a las personas que le dijeran como es Dios, pienso que la mayoría le respondería diciendo que Dios es amor.

Pero debido a que el amor de Dios es su atributo más popular, es también el más ampliamente malentendido. En cierta manera usted no puede entender realmente el amor de Dios a menos que haya entendido primeramente los otros atributos. De modo que esta mañana vamos a estudiar acerca del amor de Dios. Vamos a comenzar observando tres malentendidos acerca del amor de Dios y luego tres verdades básicas sobre el amor de Dios.

MALENTENDIDOS ACERCA DEL AMOR DE DIOS

El primer malentendido acerca del amor de Dios es afirmar que decir DIOS ES AMOR es igual que decir EL AMOR ES DIOS. Dios es amor, pero el amor no es Dios. El apóstol Juan nos está dando una descripción de Dios, no una definición.

La gente usa este falso argumento para excusar toda clase de pecados. El adulterio y otras formas de conducta inmoral son a menudo excusados con esta frase: “Es que yo lo amo.” Esta afirmación implica que el amor hace que todo esté bien. El argumento parece señalar que si Dios es amor, entonces todo sentimiento de amor que yo tenga proviene de Dios, y que por lo tanto está aprobado por Dios. La gente usa la palabra “amor” para justificar toda clase de pecados bajo este argumento.

El segundo malentendido es la idea de que Dios ama a todos por igual. Yo amo a mi familia, amo a mi país, amo mi trabajo, y amo a mi perro. Pero no los amo a todos por igual. Dios ama a los creyentes en forma diferente de como ama a los no creyentes. Dios ama al mundo... pero ama a sus hijos en una manera mucho más grande. Dios demuestra su amor al mundo:

 Dándoles tiempo para arrepentirse

 Ofreciéndoles salvación

 Dando evidencia de su bondad en la creación

 Haciendo que el sol alumbre sobre justos e injustos de igual manera.

Sin embargo, El ha decidido mostrar un amor especial para aquellos que son sus hijos. Ef. 1:4-6 “...

Dios escogió a Israel de entre todas las naciones del mundo. El escogió a Jacob y no a Esaú. Sabemos que no fue por nada bueno o malo que ellos hicieran (Romanos 9). No sabemos por qué los escogió para amarlos (y no sabemos por qué ha escogido amarnos a nosotros)... pero lo hizo. Dios simplemente dice: “Tendré misericordia del que tenga misericordia.” El no está obligado a amar a todos por igual. La misericordia y el amor son dones demostrados a voluntad del que los da.

El tercer error es creer que el hecho de que Dios es amor significa que al final todos van a ir al cielo. El amor de Dios no anula su santidad. Hay quienes creen que Dios es muy amoroso como para permitir que alguien se pierda y se vaya al infierno. Pero como hemos visto en nuestros mensajes anteriores, Dios no es solo amor, El también es justo y santo. Dios juzga el pecado. El tiene que juzgar el pecado. El juzgará el pecado por medio del sustituto que ha provisto, Jesucristo, o juzgará a cada uno por no haber recibido la salvación. Dios no está obligado a extender su amor, gracia y misericordia hacia aquellos que han rechazado su amor.

LA VERDAD ACERCA DEL AMOR DE DIOS

En primer lugar debemos entender que no podemos describir un amor que va más allá de nuestro entendimiento. Nuestras palabras no pueden expresar ni nuestras mentes pueden comprender el amor de Dios por nosotros.

EL AMOR DE DIOS ES INMERECIDO

Muy profundo en el corazón humano se encuentra la idea de que de alguna manera nos merecemos el amor de Dios. Tenemos la idea de que somos tiernos. Aun algunos cristianos creen que han hecho los méritos para ganarse el amor de Dios. Pero la Biblia dice que el amor que Dios nos da es completamente inmerecido. Juan 15:16 “...”

Nuestra salvación no es por causa de nuestra sabia decisión... es por causa de la decisión que Dios ya hizo: ofrecernos salvación. Pablo dice que aun la fe es un regalo de Dios (Ef. 2:8). Veamos cómo lo describe el apóstol Juan 1 Juan 4:9-10 “...”

No somos amados porque hayamos amado a Dios. El testimonio de las Escrituras es claro: Nosotros no amábamos a Dios, lo odiábamos. Aun así El nos amó de todas maneras. Pablo escribió: Tito 3:3-5 “...”

Dios no nos ama porque nosotros seamos amorosos. El no nos ama porque seamos buenos. El nos ama porque ha escogido hacerlo así. Es totalmente inmerecido. Uno de los pasajes más preciosos acerca del amor de Dios se encuentra en Romanos 5: 6-8 “...”

¿Notaron lo que este pasaje dice acerca de nosotros? Dice que éramos débiles, impíos y pecadores. Debemos recordar siempre que hemos sido salvos solamente por gracia. Y esto debiera mantenernos humildes delante de Dios. Jamás piense que usted se lo merece. Usted no se merece la salvación.

EL AMOR DE DIOS ES SACRIFICIAL

En casi todos los pasajes que hablan acerca del amor de Dios se puede leer acerca del sacrificio de Cristo. La muerte de Jesucristo fue la expresión más valiente y tangible del amor de Dios. Juan dice que Dios nos amó y “envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” V. 10.

En Romanos 5 leemos que Jesucristo dio su vida por nosotros. En este pasaje Pablo reconoce que hay actos de heroísmo que ocurren en el mundo, pero lo que Dios hizo fue un sacrificio asombroso.

Supongamos que usted fuera un soldado. Usted estaba en la selva cuando su regimiento fue atacado. Los enemigos lanzaron una granada en medio de su grupo. Y luego, supongamos que el sargento se lanzó sobre la granada sacrificando su vida para que los demás pudieran vivir. ¿Sería esa acción considerada un acto de amor? Por supuesto que sí. Ese soldado sería recordado como un héroe. Estos actos son raros pero ocurren. Un padre daría la vida por salvar la de su hijo, un amigo estaría dispuesto a dar su vida por su amigo. A veces ocurre.

Ahora supongamos que usted está en el mismo grupo de hombres. Pero ahora usted está siendo llevado prisionera a un campamento. Un equipo de rescate viene y libera a los prisioneros. Supongamos que viene un grupo de soldados enemigos atacando. Uno de los del equipo de rescate toma una granada y la lanza en medio de los soldados enemigos que se están acercando. Ahora, supongamos que el mismo sargento se lanza sobre la granada para salvar a sus enemigos. ¿Qué pensaríamos?

Mayormente no sabríamos qué pensar. Pensaríamos que se habría vuelto loco. O tal vez nos preguntaríamos si no sería un traidor, porque nos es difícil concebir una clase de amor como esa. ¿por qué daría su vida un hombre por sus enemigos? Sin embargo, el apóstol Pablo dice que esa es la clase de amor que Dios tuvo por nosotros al enviar a Jesucristo a morir por nuestros pecados.

Nunca debemos olvidar:

 Dios decidió amarnos (El no nos necesitaba)

 Dios decidió amarlo a usted cuando usted era su enemigo

 Dios decidió amarlo a usted a un precio muy elevado

La gracia de Dios es gratis, pero de ninguna manera es barata.

EL AMOR DE DIOS ES ETERNO

Tal vez nos cuesta un poco agarrar la idea del amor de Dios porque todo lo que hemos conocido es amor humano. Somos conscientes de que vivimos en un tiempo de fácil divorcio. La gente se casa y luego se divorcia. El amor parece ser fuerte y luego desaparece. El amor humano es inconstante. Los hinchas de un equipo están allí sólo mientras el equipo va ganando. Los niños parecen amar y odiar a sus amigos dependiendo cuán útiles son en determinado momento. Pero el amor de Dios no es así.

En Efesios 1:4 se nos dice que Dios “nos escogió antes de la creación del mundo”. El amor de Dios por nosotros comenzó antes de que hubiéramos nacido y se extenderá por toda la eternidad. Pablo afirma sin vacilación: Romanos 8:35, 37-39.

Cuando Dios ama, no es por un momento. El amor de Dios no disminuye o fluctúa para aquellos que son sus hijos. La mayoría de nosotros que tenemos hijos entendemos esto. Nuestros hijos pueden hacer cosas que nos desagradan pero a pesar de ello los seguimos amando.

Del mismo modo, pero en una manera mucho más grande Dios nos ama de una manera que no cambia. El amor de Dios es constante, eterno y seguro. Cuando somos hijos de Dios por medio de la fe en Jesucristo, no tenemos que preocuparnos porque Dios vaya a cambiar su amor por nosotros.

CONCLUSION

Si Dios nos ama de esta manera, nosotros también debemos amarle. Al igual que todos los demás atributos de Dios, el amor de Dios debiera colocarnos de rodillas para alabarle. Si entendemos lo que Dios ha hecho en Cristo, vamos a ser capaces de todo por encontrar ese amor.

No es posible conocer el amor de Dios y quedarse en una actitud de orgullo delante de El. Si usted entiende el gran amor del Padre por usted... usted correrá hacia El con los brazos abiertos. El ha provisto una manera de perdón y vida. La persona que lo entiende, recibirá el don.

J. I. Packer añade:

¿Es verdad que Dios es amor para mí que soy cristiano? Si es así, entonces...

Por qué siempre me estoy quejando, estoy descontento y resentido por las circunstancias en que me ha colocado?

Por qué estoy siempre temeroso, desesperanzado y deprimido?

Por qué permito que mi corazón se enfríe, y se divida en cuanto al servicio a aquel Dios que me ama?

La persona que entiende el amor de Dios tiene una nueva manera de ver y enfrentar todas las cosas.

En segundo lugar, si Dios nos ama de esta manera, debemos amarnos también los unos a los otros. Esta es la conclusión que presenta Juan en su carta: 1 Juan 4:7,8; 11,12. “...”

Su argumento es fuerte:

 Amar a otros refleja la naturaleza de Dios que está en nosotros

 Amar a otros es evidencia de que somos sus hijos

 Debemos amar a otros porque sabemos lo que significa ser amados

 Debemos amar a otros porque cuando lo hacemos así permitimos que Dios viva en nosotros más plenamente

La gente que ha sido amada como nosotros lo hemos sido en Cristo, son gente diferente. Cambian en su forma de relacionarse con otros. Aquellos que no se aman unos a otros no conocen el amor de Dios.