Sabiduría falsa y verdadera - III
Texto: Santiago 3:17-18
Lectura Bíblica: Romanos 12:16-18
Por Carlos C. Camarena
I. Introducción
A. “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros?,” fue la pregunta que Santiago nos hizo hace dos semanas (Sant 3:13a). Pregunta que fue respondida parcialmente la semana pasada cuando estudiamos el concepto de la falsa “sabiduría.”
1. Descubrimos que para Santiago, ser sabio no es “amacharse” en su propia opinión (vea Romanos 12:16). El sabio bíblico es en primer lugar, aquel que lo demuestra “por su buena conducta sus obras con humildad” (Sant 3:13b).
2. El sabio no es aquel que posee la “verdad,” o cree poseer la verdad o doctrina correcta (ortodoxia), sino aquel que practica lo que es correcto (ortopraxia).
3. La experiencia nos ha enseñado que el conocimiento se convierte en sabiduría solo después que se ha puesto en práctica. Una persona sabia no se le conoce por lo que cree, sino por la forma que vive. El conocimiento intelectual sin piedad práctica no tiene valor alguno.
B. En el estudio de esta noche Santiago deja lo mejor para el final. Después de bosquejar la falsa “sabiduría,” esa “sabiduría” que se desenvuelve en un ambiente de egoísmo y auto-centrismo, ahora nos presenta las características de la verdadera sabiduría.
1. A diferencia de la falsa “sabiduría” que es terrenal, animal y diabólica, la sabiduría verdadera como “toda buena dádiva y todo don perfecto que proviene de lo alto” (Sant 1:17), también proviene de lo alto, es celestial (3:17).
2. Santiago, como seguidor de las tradiciones sabias judías delineadas en el Antiguo Testamento y por el judaísmo rabínico pone el énfasis del origen, la fuente, de la sabiduría en Dios.
3. En Proverbios 8, por ejemplo, la sabiduría es pintada poéticamente como una dama que precede a la creación y que estuvo junto a Dios durante los días de la creación.
4. El judío Jesús, hijo de Sirac, escribiendo el 190 a.C. dijo, “toda sabiduría viene del Señor Dios y con él estuvo siempre y existe antes de todos los siglos” (Eclesiástico 1:1, versión Félix Torres-Amat).
II. La sabiduría verdadera
A. Santiago no desarrolla más sobre el origen de la sabiduría. Simplemente dice, 3:17, “proviene de lo alto...” Su interés es más sobre lo que la sabiduría es, o mejor dicho, lo que la sabiduría debe producir.
1. Al leer los adjetivos calificativos que Santiago usa para describir la sabiduría descubrimos que Santiago está describiendo lo que la sabiduría hace en la vida de la persona sabia. La sabiduría no puede definirse a menos que se vea el producto.
2. Lo que la sabiduría hace o se demuestra en Santiago es como lo que el fruto del Espíritu hace en Gálatas 5:22-23. S. Pablo en Gálatas no dice lo que el Espíritu es, sino lo que el Espíritu hace en la vida de las personas.
3. De la misma forma, cuando analizamos la definición del amor en 1 Cor 13, descubrimos el mismo padrón: El amor se define mejor por el resultado o como se manifiesta en la vida de las personas.
4. Deducimos, por tanto, que la sabiduría, el Espíritu y el amor producen comportamiento de origen celestial.
B. De las siete características de la sabiduría que Santiago presenta, la primera y más abarcante es “la pureza.” “La sabiduría es pura,” dice Santiago.
1. Salmo 12:6 dice, “Las palabras de Jehová son puras.” Puro es todo aquello que es genuino, sin engaño, sin doblez, sin doble sentido.
2. Dijo el proverbista, “el camino del impío es torcido y extraño, mas el camino del justo es puro” (Prov 21:8). Si el camino del justo es puro, esa pureza significa que tal persona tiene características divinas, es el tipo de persona que sigue las directrices éticas y morales de Dios, sus motivos no están contaminados, ni mezclados con falsedad.
3. Esta pureza es exactamente lo opuesto de las ambiciones egoístas de Sant 3:14, pues la falsedad, la hipocresía que viene con el egoísmo y la ambición están ausentes del camino puro del justo.
C. Igualmente, la segunda característica notada por Santiago es incompatible con la envidia, los celos y la ambición egoísta de la falsa sabiduría. “Pacifica,” puede también ser interpretada como “amante de la paz.”
1. Santiago desea aclarar que la verdadera sabiduría produce no solo una relación correcta entre Dios y el ser humano, sino que sobre todo produce armonía, o paz entre las personas, especialmente entre creyentes.
2. Esto es importante notar en virtud al contexto general de Santiago. Al principio de la epístola (capítulo 2), lo que ya dijo sobre la lengua, con su capacidad de destruir o edificar, y lo que va decir acerca de las relaciones entre hermanos de la misma fe en el capítulo 4, la paz es una característica vital.
D. La tercera característica en la serie de adjetivos calificativos es definida por la forma considerada como la persona sabia se relaciona con los demás. Dice así, “la sabiduría que procede de lo alto es primeramente pura; luego es pacífica, tolerante...”
1. ¿Recuerdan la semana pasada cuando analizamos el concepto del “celo” (3:14)? ¿Recuerdan la diferencia entre celo positivo y celo negativo?; ¿Recuerdan cómo el celo negativo puede poseer expresiones de “santidad” para aparentar ser celo positivo, pero que en el proceso trae consigo un rastro de amargura?
2. El celo que se dice ser “santo,” pero es intolerante, es desconsiderado, no es gentil, es agresivo, es divisorio; no puede ser un celo positivo, pertenece a la falsa sabiduría.
3. Esta característica de la verdadera sabiduría va dada de manos con la que sigue: “es modesta,” o como su significado original, “es sumisa” (eupeithes).
4. Este concepto caracteriza a una persona que se mantiene abierta a la razón, opuestamente a la persona que se “amacha” en su posición y ni la evidencia lo convence: “No me vengas con los hechos, mi mente ya está hecha.”
E. La característica que apela mucho a Santiago, pues ya ha hablado sobre ella bastante en los 3 capítulos anteriores es “la misericordia.” “Llena de misericordia y de buenos frutos.”
1. En estudios anteriores (Sant 1:27-2:26) vimos como los misericordiosos son aquellos que se preocupan por las personas que están en desventaja económica. “Los buenos frutos” son los actos de bondad manifestados a estas personas.
2. La palabra eleos, traducida como “misericordia” en Sant 3:17, implica misericordia hacia alguien que está en serios apuros, aun cuado esa persona se haya enredado él o ella misma.
3. Es interesante notar, y seguramente Jesús y Santiago sabían de ese concepto, que en el mundo greco-romano en que Jesús y Santiago vivían, “misericordia” se manifestaba solo a aquellos que sufrían injustamente.
4. En el judaísmo, alguien que sufría privación, enfermedad, defectos físicos, etc., era por causa de su propio pecado. Tal persona no era merecedora de ayuda o auxilio. Si desobedeció debe sufrir las consecuencias. “¡Que aprenda! Se metió en problemas, que salga solo. Si no, que sufra.”
5. En cierta ocasión Jesús vio a un ciego de nacimiento. Los discípulos sabían que Jesús lo sanaría. Ellos le preguntan, “¿Señor, quién pecó, éste o sus padres?” O sea, si fueron sus padres quien sabe si debería curarlo, pero si su estado fue por causa de su propio pecado, no merecía curación (ver Juan 9:1-4).
6. “Misericordia” para Jesús y Santiago es la capacidad de ir al auxilio sin preguntar o cuestionar sobre el por qué de la situación. Ni Jesús ni Santiago apoyarían el concepto de auxiliar solo aquellos que sufren injustamente.
7. Misericordia es una virtud del sabio. Es una característica en la cual la misericordia se extiende aun aquellos que no son dignos; aun si quien necesita de mí sufre de SIDA (AIDS), o si se fue a la bancarrota, chocó por borracho, cayó en la cárcel por pasar drogas... todo por sus propios actos “irresponsables.”
8. Fue en ese contexto fue que Jesús dijo, “bienaventurados los misericordiosos pues ellos alcanzarán misericordia” (Mateo 5:7).
F. La penúltima característica que Santiago define en una persona sabia tiene la virtud de la “imparcialidad.” Este concepto está íntimamente conectado con la misericordia.
1. La idea detrás de este concepto también ya fue discutida por Santiago en la distinción entre ricos y pobres que la comunidad cristiana a la cual escribe practicaba.
2. Junto con ésta conecta la sinceridad o el no ser hipócrita.
El no tener dos caras. O el de actuar de una forma para obtener ventaja.
3. En el trasfondo de la no hipocresía está el de la vida animal, donde los animales se “disfrazan” para capturar a su presa. La otra noche vimos en el canal Animal Planet una víbora con una colita tan delgadita como la de un gusano. Ésta se encontraba escondida en la hierba sacando al aire lo que parecía un gusanito.
4. Las cámaras están en espera de lo que puede ocurrir. De repente, aparece un sapo. El movimiento del “gusano” lo atrae. Se acerca poco a poco. De repente el sapo salta para agarrar su presa, pero en vez de gusano ¡saz! Se lo comen. ¡La máxima expresión de hipocresía!
III. Conclusión
A. Aun cuando Santiago terminó con su lista de 7 características de la sabiduría verdadera, no ha terminado su argumento. En el 3:18 toma una de las virtudes anteriormente mencionadas y hace un énfasis especial: la paz.
1. Es obvio el por qué hace esto. Todo el capítulo 3 y gran parte del 4 se encuentra la preocupación de Santiago por la desunión o falta de armonía en la comunidad en la que vive o escribe.
2. Hay disputas, recriminaciones, amargura, pleitos, argumentos, gente que se levanta a reclamar sus derechos, gente que siente que le están quitando la autoridad, y aunque no hagan nada, se sienten amenazados si alguien más parece tomar su lugar.
3. La paz de la iglesia está en juego. Para Santiago, la persona que posee la sabiduría verdadera es un pacificador. La idea de pacificador nunca ha sido popular.
4. El pacificador es considerado un rebelde, un descontento, un fracasado. Para Santiago el hacer la paz, el trabajar en favor de la paz, especialmente en la iglesia, es señal de sabiduría verdadera. Debe ser la característica que debe dominar al pueblo de Dios.
B. En relación a los medios de alcanzar la paz debemos hacer lugar, abrir espacio para diferencias de opinión. Vivir en paz es vivir conscientes que no todos somos de la misma opinión, y sin embargo, sabemos vivir en armonía en respecto mutuo de las opiniones de los otros.
1. Saber vivir juntos a pesar de nuestras diferencias es la máxima expresión de la paz. Cuando los que están en posición de autoridad consiguen suprimir las opiniones de los otros para presentar un frente común, para que todos aparezcan siendo iguales, es fomentar la división y la falta de paz.
2. Hacer la paz. Esta es la vocación de cada cristiano. Cualquiera sea nuestra opinión, debemos buscar la paz, tratar de asegurar que las relaciones que harán posible el vivir en paz, en lugar de vivir en conflicto.
3. No he estudiado las connotaciones de las palabras de Jesús, pero tengo el presentimiento que las palabras que él emitió en el Sermón del Monte son bastantes explícitas y literales: Mateo 5:9 dice, “ Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios.”
4. “Hijos de Dios” ¿Quieres estar entre los hijos de Dios? Cuando resulten conflictos, cuando aparezcan diferencias de opiniones, por amor a la paz, cede tu opinión, cede tu lugar. Y como dijo S. Pablo en Romanos 12:18, “Si se puede hacer, cuanto está en vosotros, tened paz con todos los hombres.”