Nuestro Legado
Salmo 112: 1-10
En cada estado, y por muchas partes del país hay ciudades, parques y edificios que han sido nombrados por una persona. Algunos han trabajado duro para dejar un legado (una herencia) que seguirá después de ellos.
La Biblia también nos habla de la consecuencias al largo plazo de nuestras vidas, y también habla de dejar un legado.
Leamos el Salmo 112
Este Salmo nos dice que las buenas obras del justo permanecerán y serán recordadas.
Este Salmo también habla al impío, diciendo que sus obras se consumirán y perecerán.
¿Has parado un momento para pensar que dejaras tu cuando ya pases de este mundo? ¿Que será tu legado?
Consideremos lo siguientes puntos que podemos ver en esta escritura...
1. Podemos ver que la idea del mudo de lo que es un buen legado es un sueño tonto.
La gente en el mundo piensa que ganando riquezas y poder les sirve para crear un legado que hará que los recuerden. Esto es una manera para que ellos puedan extender su influencia. Por la historia podemos ver que esto no trabaja.
Salomón con todo su esplendor y riquezas sabia que estas no le servirían en el final. En Eclesiastés 2:18-19 él nos dice que los bienes que dejamos quedan en las manos de gente tonta que se enseñorearan de todo por lo que uno tanto trabaja.
El Salmo 49:10-12 nos habla de la tontería de los hombres que ponen su mismo nombre a sus propiedades, edificios o instituciones para que siga su nombre allí después de que mueran. Esto no es algo nuevo, y es algo que sigue pasando.
La historia esta llena de hombres ricos, poderosos que trataron de ser recordados de esta manera. La mayoría de sus edificios han sido destruidos, sus tumbas lujosas han sido robadas y muchas de sus tierras ricas hoy están en ruina. Cuantos de estos los recordamos hoy con buenas memorias por sus gran edificios o sus riquezas?
2. Entonces, vemos en estas escrituras que el legado del justo si prevalece.
Esto clarificara todo...
El escritor de estas escrituras no estaba diciendo que no podemos dejar ningún legado, O que dejar un legado es una tontería. Al contrario, debemos tratar de dejar una herencia fuerte que durara. ¿Pero que puede ser esta herencia? La escritura nos enseña lo que durara en este mundo y en el próximo.
Ejemplos:
- Abraham dejo un legado de fe que influencio sus descendientes y todavía nos ayuda hoy a nosotros.
- El legado del Rey David no fue sus riquezas, su reino o su gran ciudad pero la gran fieldad que proveo un linaje para nuestro Mesías.
- Varios apóstoles perdieron riquezas y influencia (ie. Mateo, Pablo) pero ayudaron a crear un legado que 2000 años después aun es mundial.
Algunos todavía pueden preguntarse: ¿Por qué vale mas un legado de buenas obras que uno de riquezas O poder? ¿No serán aun las buenas obras y los hechos justos olvidados, especialmente si los hacemos en secreto como la Biblia nos enseña?
En Mateo 6:19-20 Jesús nos enseño que guardemos nuestros tesoros en el cielo, Pablo también enseño en segunda de Timoteo 4 que habiendo peleado la buena batalla tenemos una corona de justicia que Dios nos va a presentar.
Entonces esta muy claro que si queremos dejar un legado que permanecerá, necesitamos dejar un legado de justicia.
¿Estas haciendo esto tu con la vida que vives?
¿Si mueres tu hoy, como te recordara tu familia, tus amistades, tus vecinos y tus compañeros de trabajo? ¿Qué pensaran cuando vayan a tu funeral y oigan que los hermanos digan que tu eras buen Cristiano que fue fiel a su iglesia y al Señor? ¿Se quedaran sorprendidos?
CONCLUSION
¿Que planeas dejarle a tus hijos? ¿Un poco de dinero, una casa que necesita arreglos, O talvez una casa llena de cosas que ellos venderán en un ‘garage sale’?
Les puedes dejar la memoria de la buena doctrina que aprendieron de ti, y los principios bíblicos que aprendieron mirando como tu viviste tu vida
Nadie sabe cuando será el ultimo día de su vida. Por eso debemos vivir cada dia de una manera que le ayudara a que los demás nos recuerden por el regalo maravilloso que le dimos – las buenas nuevas de Jesús que oyeron de nosotros y que fue evidente en lo que hicimos con nuestra vida.