LA LUCHA CONTRA LA CARNE
(COL. 3:23)
INTRO:
I. LAS LUCHAS CONSTANTES DE LA CARNE
A. Gal. 5:16”Digo, pues: Andad en el Espíritu, y así jamás satisfaréis los malos deseos de la carne.”
B. Gal. 5:17”Porque la carne desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que no hagáis lo que quisierais.”
C. Col. 2:23”De hecho, semejantes prácticas tienen reputación de ser sabias en una cierta religiosidad, en la humillación y en el duro trato del cuerpo; pero no tienen ningún valor contra la sensualidad.
II. LO QUE UNO NO DEBE HACER EN RELACIÓN A LA CARNE
A. No ocuparse en la carne
1) Rom 8:6”Porque la intención de la carne es muerte, pero la intención del Espíritu es vida y paz.
B. No pensar en la carne
1)Rom 8:5”Porque los que viven conforme a la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que viven
conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu.
C. No proveer para la carne
1)Rom. 13:14”Más bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no hagáis provisión para satisfacer los malos deseos de la carne.
D. No satisfacer los apetitos de la carne
1)Col. 2:23”De hecho, semejantes prácticas tienen reputación de ser sabias en una cierta religiosidad, en la humillación y en el duro trato del cuerpo; pero no tienen ningún valor contra la sensualidad.
III. COMO PODER VENCER LOS DESEOS DE LA CARNE
A. No tener confianza a la carne
1)Fil 3:3’Porque nosotros somos la circuncisión: los que servimos a Dios en espíritu, que nos gloriamos en Cristo Jesús y que no confiamos en la carne.
B. No satisfacerla
1)Gal 5:16”Digo, pues: Andad en el Espíritu, y así jamás satisfaréis los malos deseos de la carne.
C. Andar en el Espiritu
1)Rom. 8:1
D. Vivir en el Espiritu
1)Gal. 5:25”Ahora que vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu.
E. Hacer morir las obras de la carne
1)Rom 8:13”Porque si vivís conforme a la carne, habéis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las prácticas de la carne, viviréis.
F. No sembrar para la carne
1)Gal 6:8”Porque el que siembra para su carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.
CONCLUSIÓN: