LAS SIETE PALABRAS
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” (Lc. 23:32-34)
- Lucas es el único de los evangelistas que
muestra a Jesús orando por el perdón de sus
ejecutores.
- Lo primero que Jesús hizo en la cruz fué
orar. Orar por los que se burlaban, por los
que le maltrataban y por los que le
crucificaban.
- Otros hombres crucificados posíblemente
maldecían, pero no Jesús. Apesar de las
circunstancias, oraba; él sabía que
la venganza y el perdón eran de Su Padre.
Que su única responsabilidad en ese momento
era orar. ¡Qué gran ejemplo!
- Dios contestó la oración de Jesús abriendo el camino de salvación
para todos.
“De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”
(Lc. 23:38-43)
- Solo Lucas incluye esta conversación. En ella reenforza (1) la
inocencia de Jesús y (2) la inmediata salvación de Dios a través de
Cristo.
- Uno de los ladrones le insultó, se burló de él y blasfemó, mientras
que el otro, reconoció quien Jesús era y puso su fé en él.
(vv. 40-42)
* Nuestras obras no nos salvan; solamente nuestra fé en
Cristo.
* Nunca es demasiado tarde para volvernos a Dios.
* La gracia y la misericordia de Jesús son suficientes.
- Jesús le respondió, que no tendría que esperar por un evento
futuro, sino que experimentaría inmediátamente el gozo
de estar con él en el paraíso.
* La palabra que Jesús usa para “paraíso”, se refiere a un
lugar de belleza y deleite; un “parque”, un “jardín”.
Pudiera estar refiriéndose a un lugar en específico o a un
estado espiritual. Lo importante es que aquel hombre
estaría en la presencia del Señor.
- Apesar de lo que estaba sucediendo en la cruz, Jesús estaba
pensando en aquel hombre.
“Mujer, he ahí tu hijo.” “He ahí tu madre.” (Jn. 19:25-27)
- La brutalidad de aquella escena, es suavizada por la referencia al
cuidado de Jesús por su madre.
- La angustia y el terror de María ante la crucifixión debe
haber sido enorme. Pero la inquietud de Jesús por su
ella, en la hora de su agonía, muestra su humanidad y
compasión. El la honra y vé por su necesidad.
- Juan, su discípulo, responde en obediencia. (LAB)
IV. Himno
V. 2da Sección
“Tengo sed.” (Jn. 19:28-29)
- “Sabiendo que ya todo estaba consumado…” (Jn. 17:4)
* Metódicamente y sin error, Jesús llevó a cabo la
comisión que Su Padre le había asignado.
- Sin duda, la pérdida de sangre, la tensión en sus nervios y la
exposición de su cuerpo, le habían causado una gran sed.
- ¿Qué nos dice esto?
* 100% humano
* El conoce nuestra necesidad y limitaciones.
“Elí, Elí, ¿lama sabactani?” (Mr. 15:33-34)
- Estas palabras son en arameo, y son una cita directa del
Salmo 22:1.
* Jesús sabía que estaría temporéramente separado de Dios
en el momento que llevara sobre él los pecados del
mundo. Esta separación era lo que temía según oraba
en el jardín de Getsemaní. La agonía física era horrible,
pero el aislamiento espiritual de Su Padre, aunque halla
sido por corto tiempo, era peor.
- En este clamor se revela el horror del pecado del mundo y el costo
de nuestra salvación. (2 Cor. 5:21; Rom. 5:1)
“Consumado es.” (Jn. 19:30)
- Las penúltimas palabras de Jesús en la cruz fueron: “Consumado
es.” “Todo está terminado.” “La obra está hecha.” “Todo está
cumplido.” La palabra en el idioma original es “TETELESTAI”.
- Hasta la muerte de Jesús, existía un complicado sistema de
sacrificios. El pecado separa al hombre de Dios, y solo a través
del sacrificio animal, un sustituto, podía la gente ser perdonada y
limpia.
- Jesús se convirtió en el último y final sacrificio por el pecado. Vino
a terminar la obra de salvación de Dios y pagar la pena completa
de nuestra iniquidad. Nada más necesita hacerse. El Señor
cumplió perféctamente el plan perfecto de Su Padre.
- Cuando un siervo completaba su trabajo, le decía a su amo...
Cuando el sacerdote determinaba que un sacrificio era perfecto,
afirmaba... Cuando una persona compraba algo y el mercader
tomaba su dinero, decía... “Pagado por completo.” Cuando un
artista completaba su obra, se echaba para atrás y decía... “Está
terminado.” Asimismo, cuando el Hijo de Dios terminó la obra
salvadora de Su Padre, exclamó... “Está terminada. Está hecha.
Está cumplida.”
VI. Himno
VII. 3ra Sección
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.” (Lc. 23:44-46)
- Normálmente, una persona en las últimas etapas de la crucifixión,
no tendría la fuerza para hablar en voz alta. Pero cada uno de los
evangelios dicen que Jesús clamó a gran voz.
- Las palabras de Jesús vienen del Salmo 31:5. Eran usadas por
los judíos, como una oración al acostarse.
- Para el cristiano que sabe que la muerte de Jesús fué un acto
voluntario, son hermósamente apropiadas.
VIII. Himno y despedida