EL PROCEDIMIENTO DEL AYUNO
Y cuando ayunáis, no seáis como los hipócritas, austeros; porque ellos demudan sus rostros para parecer á los hombres que ayunan: de cierto os digo, que ya tienen su pago. Mas tú, cuando ayunas, unge tu cabeza y lava tu rostro; Para no parecer á los hombres que ayunas, sino á tu Padre que está en secreto: y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público. (Mateo 6:16-18)
PASOS A SEGUIR EN EL AYUNO.
1. determine el propósito de su ayuno. Este bien seguro de saber la razón por la cual usted ayunará.
2. Defina y declare exactamente que desea lograr por medio de su ayuno.
3. Investigue lo que la Biblia dice acerca de necesidad por la que usted ayuna. De ser posible escríbalo, y
léalo constantemente durante su ayuno.
4. Renuncie a las mentiras que Satanás le ha hecho creer acerca de su necesidad.
5. Confíense lo que la Biblia enseña. Determínese a creer a lo que Dios dice y no a las mentiras de Satanás.
Declare por fe lo que la Biblia dice respecto a su necesidad.
6. Escoja la clase y la duración de su ayuno. Ore a Dios pidiéndole dirección en cuanto a la clase y dura-
ción del ayuno que estará llevando a cabo.
7. Enfoque todo lo que haga durante su ayuno. Canalice su oración, meditación lectura hacia todo lo que
tenga que ver con la necesidad por la que se ayuna.
Preparándose para el ayuno
Como comience y lleve a cabo su ayuno, determinará en gran parte su éxito. Prepárese mental, emocional, física y espiritualmente. El verdadero fundamento del ayuno y la oración es el arrepentimiento y reconocimiento de nuestra bajeza y miserable condición delante de Dios.
Antes de comenzar su ayuno, véase introspectivamente y preséntese a Dios con una actitud de arrepentimiento. Confiese todo pecado conocido que el Espíritu Santo lo haga recordar. Incluya los pecados menos aparentes y aun los más insignificantes, tales como: dejar su primer amor, tener inclinaciones mundanas, ser egoísta, frialdad espiritual, falta de confianza en Dios, falta de pasión por la obra de Dios y evangelizar. David dijo:
Dios no me habría escuchado si yo no hubiera confesado mis pecados. Salmos 66: 18 VBD.
Pídale al Espíritu santo que le revele cualquier cosa en su corazón que no le agrade a Dios.
Si piensa ayunar por varios días, le ayudará empezar a comer porciones más pequeñas antes de abstenerse totalmente de alimentos. Esto le ayudará a prepararse psicológicamente, y le sirve para encoger su estomago y así ir reduciendo poco a poco su apetito. Algunos sugieren comer solo verduras crudas uno o dos días antes de comenzar el ayuno.
Seria bueno abstenerse de tomar té, café, sodas o cualquier bebida que contenga cafeína o algún estimulante durante 3 o 4 días antes de iniciar un ayuno prolongado. Esto disminuirá algunos de los síntomas más molestos como el dolor de cabeza y extrema debilidad. Si la ultima comida que queda en el estomago es de frutas frescas y verduras, no hay porque preocuparse por el estreñimiento.
Durante el ayuno.
Con todos y sus beneficios espirituales, el ayuno no es siempre la disciplina piadosa más fácil de practicar. Para aquellos que nos están acostumbrado a ayunar, el estar sin comida puede ser una lucha muy grande, literalmente una guerra entre el espíritu y la carne. La carne no cede tan fácilmente y es normal experimentar esta lucha especialmente durante los primeros días de un ayuno prolongado. Tenga presente que al ayunar experimentará algunos conflictos internos cuando se niegue a sí mismo el placer de comer comida deliciosa. Las batallas mentales y emocionales que pueden estallar cuando ayunamos, a veces pueden ser perturbadoras.
No es raro que uno se vuelva irritable y ansioso durante un ayuno. Es normal que usted experimente molestias o aun sensación de estar enfermo. En ayunos prolongados, tomando solo agua, es normal que se manifieste hasta un poco de fiebre. Todos estos síntomas se deben en su mayoría, al proceso de desintoxicación que se lleva acabo durante el ayuno. La oración y el ayuno tienen que estar inseparablemente unidos.
La oración debe abundar durante el ayuno no hay otro modo ni forma de ayunar. Por supuesto, la lectura de la Palabra de Dios y de buenos libros enriquecerá y hará más efectivo nuestro tiempo de ayuno.
Entregando el ayuno.
La primera comida después de un ayuno prolongado debe ser jugo de frutas o de verduras. Al principio se deben tomar pequeñas cantidades. Recuerde que el estomago se ha contraído bastante y que todo el sistema digestivo ha entrado en cierta clase de sueño. El segundo día pudiera comer frutas y luego leche o yogurt. Luego ensaladas y vegetales cocidos. Trate de evitar los aderezos y todo lo que tenga grasa o almidón.
Debe de tenerse un extremo cuidado de no comer en demasía. Los picantes como salsa o chile, y las sodas están absolutamente prohibidos al entregar el ayuno; si es que no quiere tener problemas a futuro con su estomago.
En este tiempo de entrega del ayuno es bueno pensar en la dieta futura y en sus hábitos de comer para ver si se necesita ser mas disciplinado y tener control del apetito y de los hábitos alimenticios (frecuencia, cantidad, calidad). Si no se hacen los cambios necesarios en la dieta, los beneficios físicos que el ayuno proporciona duraran muy poco tiempo.
En su oración de entrega de gracias a Dios por haberle concedido ayunar y pida a Dios la oportunidad de seguirlo haciendo en el futuro. Adore a Dios por la respuesta que él dará por fe a sus peticiones.
Uno de los periodos espiritualmente mas críticos ocurre precisamente cuando se finaliza el ayuno; pues es entonces cuando nos viene la tendencia natural de relajarnos en lo espiritual. Nuestra carne tiende a hacernos sentir que ya hemos hecho bastante. Esto puede ser peligroso; ahora mas que nunca evite el bajar la guardia espiritual. Busque a Dios en oración lo mas que pueda después de terminar su ayuno.
CONCLUSIÓN
· Porque la Biblia nos revela que el ayuno fue un arma poderosísima que usaron los grandes hombres de Dios en la Biblia, debiéramos ayunar.
· Porque nuestro orgullo no cede tan fácilmente, aun ante nuestros más sinceros deseos, debiéramos ayunar.
· Porque el ayuno desata y rompe las ligaduras más fuertes que pudieran tenernos esclavizarnos a cualquier vicio físico o de carácter, emocional o espiritual, debiéramos ayunar.
· Porque el estomago ha sido la debilidad que hizo caer no solo al primer hombre sino a muchos grandes hombres de Dios, debiéramos ayunar.
· Porque el ayuno purifica, limpia, y quema cualquier impureza que se va acumulando en nuestro cuerpo, debiéramos ayunar.
· Porque el ayuno nos introduce y prepara para una vida espiritual más profunda, debiéramos ayunar.
· Porque el ayuno trae avivamiento personal y afina nuestra recepción espiritual, debiéramos ayunar.
· Porque el ayuno nos ayuda a entender mejor la Palabra de Dios, transforma nuestra vida de oración y nos guía en las decisiones debiéramos ayunar.
· Porque el ayuno refuerza nuestra intercesión delate de Dios y nos trae la unción que se necesita para operar en el mundo espiritual, debiéramos ayunar.
· Porque Dios nos dejó una variada clase de ayunos que se acomodan a nuestras diferentes necesidades o limitaciones, debiéramos ayunar. Porque la Biblia nos dice como ayunar y lo que Dios espera de quien ayuna, debiéramos ayunar.
· Porque el ayuno es una llave que abre donde otras fracasan, y que puede traer adelantos en la vida espiritual que nunca pudieran obtenerse de ninguna otra manera, debiéramos ayunar.
· El ayuno es un medio de gracia que Dios dejó, una bendición al alcance de todos que no debiera descuidarse jamás.