Summary: En un tema como el que es tratar con las personas para llevarles el evangelio, los hijos de luz a veces nos falta astucia, aprendamos de los Gabaonitas.

El capítulo 9 del libro de Josué nos presenta una de las historias más fascinantes sobre la astucia humana: los gabaonitas, conociendo el avance imparable de Israel y temiendo por sus vidas, diseñan un plan ingenioso para asegurar su supervivencia. Aunque su acción está basada en engaño, podemos extraer lecciones valiosas sobre cómo aplicar la sagacidad legítima en nuestra vida cristiana.

El mismo Jesús en Lucas 16:8 reconoce que "Porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz." Este sermón explorará cómo, sin comprometer nuestros principios éticos y morales, podemos desarrollar una prudente astucia dentro del marco de nuestra fe. Los gabaonitas nos ofrecen un estudio de caso sobre determinación, estrategia y visión a largo plazo que, cuando son purificados por los principios del Reino, pueden convertirse en virtudes potentes para el creyente comprometido.

1. La Visión Sagaz: Reconocer la Realidad y Actuar a Tiempo

Josué 9:3-4a: "Mas los moradores de Gabaón, cuando oyeron lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai, usaron de astucia." (RVR1960)

Mateo 10:16: "He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas." (RVR1960)

Proverbios 22:3: "El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el daño." (RVR1960)

Los gabaonitas demostraron una notable capacidad para evaluar correctamente su situación, reconociendo el peligro inminente que enfrentaban ante el avance del pueblo de Israel. Su sagacidad comenzó con una comprensión clara y sin autoengaños de la realidad que los rodeaba, permitiéndoles tomar decisiones informadas ante la amenaza inminente. Esta misma capacidad de "leer" correctamente nuestro entorno es fundamental para los creyentes que desean navegar sabiamente por un mundo cada vez más complejo y desafiante. La Escritura nos llama a ser "prudentes como serpientes" precisamente porque la ingenuidad mal entendida no es una virtud cristiana, sino una vulnerabilidad innecesaria. Los gabaonitas actuaron con prontitud una vez que evaluaron su situación, sin permitir que la indecisión o la parálisis del análisis les impidiera implementar su plan de salvación. Como hijos de luz, estamos llamados a desarrollar esta misma capacidad de discernimiento agudo que nos permita ver tanto las oportunidades como los peligros, y actuar decididamente en respuesta a ellos. El cristiano sagaz no se engaña a sí mismo sobre la realidad, sino que la enfrenta con honestidad y actúa con la sabiduría que viene de lo alto.

2. La Planificación Estratégica: Desarrollar Métodos Efectivos

Josué 9:4b-5: "Fueron y se fingieron embajadores, y tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y cueros viejos de vino, rotos y remendados, y zapatos viejos y recosidos en sus pies, con vestidos viejos sobre sí; y todo el pan que traían para el camino era seco y mohoso." (RVR1960)

Romanos 16:19: "Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal." (RVR1960)

Proverbios 14:15: "El simple todo lo cree; mas el avisado mira bien sus pasos." (RVR1960)

Los gabaonitas no improvisaron su estrategia, sino que cuidadosamente planearon cada detalle de su presentación ante Josué y los líderes de Israel. Su plan incluyó elementos visuales convincentes (ropa gastada, odres rotos, pan mohoso) que respaldaban su historia de un largo viaje desde tierras lejanas. Esta atención meticulosa al detalle revela una mentalidad estratégica que no deja nada al azar y que anticipa posibles obstáculos o cuestionamientos. Como creyentes, estamos llamados a desarrollar esta misma excelencia en planificación cuando emprendemos proyectos para el Reino, reconociendo que la improvisación raramente produce resultados sostenibles o de calidad. La Escritura nos exhorta a ser "sabios para el bien", lo que implica desarrollar métodos efectivos y estrategias bien pensadas para alcanzar objetivos santos. El cristiano sagaz entiende que las buenas intenciones por sí solas no garantizan resultados positivos, sino que deben ser acompañadas por una planificación cuidadosa y una ejecución metódica. Aunque los gabaonitas usaron su estrategia para engañar, nosotros podemos aplicar el mismo nivel de pensamiento estratégico para propósitos honorables y transparentes en nuestro servicio a Dios y a los demás. La excelencia en la planificación honra al Señor y maximiza nuestro impacto para Su gloria.

3. La Persuasión Inteligente: Comunicar con Impacto

Josué 9:9-10: "Ellos le respondieron: Tus siervos han venido de tierra muy lejana, por causa del nombre de Jehová tu Dios; porque hemos oído su fama, y todo lo que hizo en Egipto, y todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán: a Sehón rey de Hesbón, y a Og rey de Basán, que estaba en Astarot." (RVR1960)

Colosenses 4:6: "Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno." (RVR1960)

Proverbios 16:21: "El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber." (RVR1960)

Los gabaonitas demostraron una notable habilidad comunicativa al presentar su caso ante Israel, conectando emocionalmente con ellos a través del reconocimiento del poder de su Dios. Su estrategia comunicativa incluyó elementos de adulación inteligente, apelación a valores compartidos y uso efectivo de evidencia tangible para respaldar su narrativa. Reconocieron intuitivamente que la persuasión efectiva va más allá de los hechos puros y conecta con las emociones, valores y cosmovisión de la audiencia que intentan influir. Esta habilidad para adaptar el mensaje al receptor sin comprometer la intención es una forma de sabiduría práctica que los creyentes también debemos cultivar. La Escritura nos instruye a que nuestra palabra sea "siempre con gracia, sazonada con sal", lo que implica un discurso atractivo, relevante y adaptado al oyente. El cristiano sagaz entiende que la verdad debe ser comunicada efectivamente para ser recibida adecuadamente, y que la forma de presentación puede ser tan importante como el contenido mismo. A diferencia de los gabaonitas, nuestra comunicación debe estar fundamentada en la verdad y transparencia, pero podemos aprender de su capacidad para conectar con su audiencia a un nivel que trasciende lo meramente informativo. La persuasión inteligente, cuando está al servicio de la verdad, es una habilidad valiosa en el reino de Dios.

4. La Perseverancia Astuta: Aceptar Consecuencias y Adaptarse

Josué 9:25-27: "Ahora pues, henos aquí en tu mano; lo que te pareciere bueno y recto hacer de nosotros, hazlo. Y él lo hizo así con ellos; pues los libró de la mano de los hijos de Israel, y no los mataron. Y los constituyó Josué aquel día por leñadores y aguadores para la congregación, y para el altar de Jehová en el lugar que Jehová eligiese, lo que son hasta hoy." (RVR1960)

Filipenses 1:20: "Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte." (RVR1960)

Santiago 1:12: "Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman." (RVR1960)

Los gabaonitas mostraron una notable resiliencia y adaptabilidad al aceptar las consecuencias de su engaño sin protestar, transformando una situación potencialmente catastrófica en una oportunidad de supervivencia. Cuando fueron descubiertos, no intentaron escapar ni negociar mejores términos, sino que humildemente aceptaron su nueva posición como sirvientes, demostrando que la verdadera astucia incluye la capacidad de adaptarse a circunstancias cambiantes. Esta actitud de aceptación y adaptación positiva frente a la adversidad refleja una forma de inteligencia emocional y práctica que los creyentes también debemos cultivar en nuestro caminar cristiano. La perseverancia astuta reconoce que no todas las situaciones serán ideales, pero busca formas creativas de prosperar incluso en circunstancias difíciles o limitantes. Como Pablo expresa en Filipenses, el cristiano sagaz se enfoca en magnificar a Cristo independientemente de las circunstancias externas, adaptándose a nuevas realidades sin perder de vista su propósito fundamental. Los gabaonitas, en su servicio al tabernáculo, eventualmente encontraron un lugar de honor dentro de la comunidad israelita, demostrando que una aceptación humilde de las consecuencias puede abrir puertas inesperadas a largo plazo. La sabiduría práctica del creyente no se manifiesta en evitar todas las dificultades, sino en transformarlas en oportunidades para el crecimiento y el servicio.

5. El Compromiso Sagaz: Honrar Pactos y Construir Legado

Josué 9:18-19: "Y los hijos de Israel no los mataron, por cuanto los príncipes de la congregación les habían jurado por Jehová el Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los príncipes. Mas todos los príncipes respondieron a toda la congregación: Nosotros les hemos jurado por Jehová Dios de Israel; por tanto, ahora no los podemos tocar." (RVR1960)

Salmo 15:4: "Aquel que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia; quien su dinero no dio a usura, ni contra el inocente admitió cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás." (RVR1960)

Eclesiastés 5:4-5: "Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas." (RVR1960)

Los líderes de Israel demostraron una integridad sagaz al mantener su pacto con los gabaonitas incluso al descubrir que habían sido engañados, reconociendo que la fidelidad a la palabra dada tiene prioridad sobre el orgullo herido o la indignación justificada. Esta decisión, aunque impopular en el momento, estableció un precedente de integridad nacional que fortalecería la reputación moral de Israel entre las naciones vecinas. Como creyentes, estamos llamados a desarrollar esta misma fidelidad sagaz que honra compromisos incluso cuando resultan costosos o incómodos. El Salmo 15 alaba específicamente a aquel que "jurando en daño suyo, no por eso cambia", estableciendo un estándar elevado de integridad como marca distintiva del verdadero adorador. El cristiano astuto entiende que la integridad no es simplemente una restricción moral, sino una estrategia a largo plazo que construye confianza, reputación y un legado duradero. La historia posterior demuestra que este pacto con los gabaonitas tuvo consecuencias significativas y positivas para el pueblo de Israel en generaciones futuras, incluyendo la protección divina cuando el rey Saúl intentó romperlo (2 Samuel 21). La sagacidad genuina reconoce que los atajos éticos pueden ofrecer ventajas temporales, pero la integridad consistente construye un fundamento sólido para bendiciones duraderas en el Reino de Dios. Nuestros compromisos cumplidos, incluso los costosos, se convierten en piedras de edificación para un legado de fidelidad que honra a Dios.

Conclusión:

La historia de los gabaonitas nos demuestra que la astucia, cuando es redimida y santificada, puede convertirse en una herramienta valiosa en manos de los hijos de luz. Como creyentes, no estamos llamados a la ingenuidad ni a la manipulación, sino a una sagacidad santa que aplica inteligencia práctica a los desafíos de la vida mientras mantiene firmes los principios éticos del Reino. El llamado de Jesús a ser "astutos como serpientes y sencillos como palomas" nos invita a desarrollar esta sabiduría práctica que reconoce la realidad, planifica estratégicamente, comunica con efectividad, se adapta a las circunstancias cambiantes y honra sus compromisos. Al cultivar estas habilidades y ponerlas al servicio de propósitos nobles, podemos demostrar que los hijos de luz no tienen por qué ser menos sagaces que los hijos de este siglo en su trato con los demás.

Llamado:

Hoy te invito a examinar tu vida a la luz de estos principios. ¿Has confundido la ingenuidad con la piedad? ¿Has desarrollado una visión sagaz que te permite reconocer tanto oportunidades como amenazas? Te animo a que, como Pablo expresa en Filipenses 3:14: "Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús." (RVR1960) Busca ser un administrador sabio de los recursos y oportunidades que Dios ha puesto en tu camino, aplicando una sagacidad santificada que honra a Dios y beneficia a Su pueblo. Porque estamos llamados no solo a ser íntegros como palomas, sino también astutos como serpientes, para la gloria de Dios y la extensión de Su Reino.