Summary: La bendicion que los padres declaran sobre sus hijos tiene un impacto grande sobre sus vidas.

La bendición del padre sobre sus hijos

Introducción: Este próximo domingo celebraremos el día de los padres y yo quisiera hablarles sobre el significado de la bendición que los padres les dan a sus hijos.

La palabra bendecir es una palabra compuesta de dos palabras: bien - decir. En otras palabras, bendecir significa hablar bien de alguien, elogiar a alguien, alabar las virtudes de alguien.

Pablo dijo en Romanos 12:14: “bendecid y no maldigáis”

La palabra: “maldecir” esta clara en su significado: mal – decir. Hablar mal. Criticar. Ofender.

Muchos piensan que maldecir es hablar malas palabras, pero a la verdad, cada vez que hablas mal de alguien lo estas maldiciendo.

Como creyentes debemos desarrollar el hábito de hablar bien de los demás y evitar hablar mal de nadie.

Es un hábito común criticar lo que no nos agrada de otras personas.

Hacer comentarios negativos de lo que vemos y no aprobamos, pero Jesús nos dice que no debemos hacer eso.

Es cierto que en este mundo se ven muchas cosas feas y desagradables, pero nosotros hemos sido llamados a bendecir, hablar bien, y no a maldecir, o hablar mal de los demás.

Existe un refrán muy viejo que dice: “Si no tienes nada bueno que decir, no digas nada”

Es mejor callar y reservarnos nuestra opinión que criticar y ofender a nuestro Dios por solo expresar nuestra opinión sobre lo que vemos.

1. Los propósitos de Dios y los de Satanás

A. Dios siempre quiere el bien de sus hijos.

B. Dios tiene buenos planes y propósitos.

C. Dios es bueno y todo lo que dice es verdad.

D. Satanás quiere destruir la humanidad

E. El propósito de Satanás es arrastrar a la humanidad tras él, desviándolos de Dios y dándole a el la adoración que le debemos a Dios.

F. Satanás es malo y mentiroso. “no hay verdad en el” todo lo que hace es para nuestra destrucción.

2. Los métodos de Dios.

A. Desde que Dios llamó a Abraham y le explicó que haría de la una nación, que sería especial, separada de la maldad de este mundo, terminó diciéndole: “te bendeciré y serás bendición. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra” Gen. 12:1-3

B. En los tiempos de los patriarcas, antes de la ley de Moisés, el padre era el que levantaba un altar para adorar a Dios y para ofrecerle ofrendas. Los hijos crecían viendo el ejemplo del padre y recibiendo la bendición que el padre pedía para ellos.

C. Luego le dio su bendición a Isaac. En Gen. 26:23 Yo soy el Dios de tu padre Abraham; no temas, porque yo estoy contigo. Y te bendeciré y multiplicaré tu descendencia, por amor de mi siervo Abraham.

D. Isaac le dio su bendición a Jacob antes que se fuera de la casa: Y llamó Isaac a Jacob, lo bendijo y le ordenó, diciendo: No tomarás mujer de entre las hijas de Canaán. 2 Levántate, ve a Padán-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre; y toma de allí mujer de entre las hijas de Labán, hermano de tu madre. 3 Y el Dios Todopoderoso[a] te bendiga, te haga fecundo y te multiplique, para que llegues a ser multitud de pueblos. 4 Y te dé también la bendición de Abraham, a ti y a tu descendencia[b] contigo, para que tomes posesión de la tierra de tus peregrinaciones, la que Dios dio a Abraham. Genesis 26:1-4

E. Y mas adelante a Jacob: en Gen. 28:13-15 “Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. 14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. 15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho”.

3. La bondad de Dios demostrada.

A. Dios escogió a Abraham y Abraham fue fiel a Dios sirviéndole con todo su corazón. No era perfecto, pero sus errores no fueron causados por la maldad del corazón, sino por equivocación, al no poder entender la demora de la promesa que Dios le había dado.

B. Isaac fue fiel a Dios y le sirvió con todo su corazón. También cometió un error igual que el de Abraham, pero otra vez, su error no fue causado por perversidad de su corazón, sino por miedo a las circunstancias en que estaba envuelto.

C. Pero Jacob fue algo distinto. Jacob era tramposo, y aunque su peor error fue cometido por la insistencia de su propia madre, que fue quien lo planeo todo. El fue quien lo llevo a cabo, engañando a su hermano y a su padre que ya estaba ciego.

D. Sin embargo, Dios extiende su bendición sobre Jacob, desde que sale de la casa, a pesar de su error, porque Dios sabía que Él podía transformar a Jacob en el hombre íntegro que había sido destinado a ser.

E. Luego, Jacob bendijo a cada uno de sus hijos, que lo engañaron y lo hicieron sufrir tantos años, haciéndole creer que José había sido atacado por alguna fiera en el campo.

4. Bendecir es hablar bien. Declarar algo positivo acerca de alguien.

A. Dios vio el error de Jacob, pero, sin embargo, en vez de reganarlo, solo le dice los buenos planes que Él tiene con Jacob.

B. Ese debe ser el modelo de cada padre. Ver el potencial de su hijo y declarar por la fe lo que su hijo debe ser.

C. Sabes cuales son sus faltas, pero en vez de abundar en lo negativo, declara lo positivo que hay en tu hijo.

5. ¿Qué es bendecir a nuestros hijos?

A. Jesús bendijo a los niños. Marcos 10:13-16 “Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. 14 Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. 15 De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. 16 Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía”.

B. No sabemos cuantos eran, pero Jesús tomo el tiempo para tomar cada uno de ellos en sus brazos, y colocando su mano sobre ellos, les daba una bendición.

C. ¿Qué les decía? No sabemos, pero en el Antiguo Testamento, los padres les daban a sus hijos bendiciones que tenían que ver con su futuro.

1) Declaraban que serian fructíferos. O sea que serian prósperos en la vida.

2) Declaraban que tendrían descendientes, hijos, herederos.

3) Decoraban por la fe lo que el futuro les daría.

D. ¿Debemos nosotros bendecir a nuestros hijos?

1) Pedro nos aconseja así: “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; 9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”. 1 Pedro 3:8-9

2) Nosotros fuimos llamados para heredar la bendición de Abraham. “en ti serán benditas todas las familias de la tierra.

3) Esa es la bendición de la salvación que vino a través de la familia de Abraham. Cristo, el descendiente de Abraham.

4) Por tanto, no debemos maldecir, sino bendecir. Como lo recomienda Pablo en Romanos 12:14

E. No debemos maldecir. No precisamente decir malas palabras, sino sencillamente no hablar mal de nuestros propios hijos.

1) Que bruto eres. No sirves para nada. Eres un vago.

2) En cada declaración negativa, estamos hablando mal de ellos.

3) Aunque sea verdad, no tenemos que decirlo, porque las palabras hieren y hacen daño al que las oye.

F. Posiblemente nosotros oímos alguna vez a nuestros padres decir cosas así a nosotros mismos.

1) Pero no debemos imitar lo malo, sino lo bueno

2) No debemos cometer los mismos errores que nuestros padres cometieron.

3) Posiblemente si tus padres te hablaron así, te sentiste triste, ofendido, o herido.

4) No le causes esa mala impresión a tu hijo, aunque sea la verdad.

G. Decide hacer lo correcto.

1) Pablo recomienda: “No seas vencido de lo malo, mas vence con el bien, el mal” Romanos 12:21

2) En el momento que tu hijo hace algo que te decepciona, te sientes tentado a decirle algo fuerte. Pero vence la tentación y si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada.

3) Si en el momento estás enojado, mejor sal de ahí, respira hondo, espera un poco, pídele ayuda a Dios, recupera el control de tus emociones antes de hablar.

4) Santiago recomienda: “Sea todo hombre rápido para oír, y tardo para hablar, tardo para airarse” Santiago 1:19

5) Pero nosotros hablamos antes de dejarlos terminar de hablar. Interrumpimos a nuestros hijos y damos respuestas fuertes antes de ori todo lo que iban a decirnos.

H. Como padres, debemos orar por nuestros hijos, porque eso es agradable a Dios.

1) Job oraba por sus hijos y Dios lo consideró un hombre perfecto, recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Job 1:8 (Lea Job 1:5)

2) José le trajo sus dos hijos a Jacob para que los bendijera.

3) La madre de Samuel dijo: “Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que pedí” 1ra de Samuel 1:27

4) El rey David oró por su hijo: “Jehová, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel nuestros padres, conserva perpetuamente esta voluntad del corazón de tu pueblo, y encamina su corazón a ti. Asimismo, da a mi hijo Salomón un corazón perfecto para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, para que cumpla todos y edifique el templo, para el cual he provisto” 1ra de Crónicas 29:18 y 19

I. Como padres debemos bendecir a nuestros hijos:

1) Diciéndoles cosas positivas.

2) Hiciste un buen trabajo. Me siento orgullosa de ti. Yo se que tú puedes lograrlo. Eres inteligente. Me gusta el esfuerzo que estás haciendo.

3) Debemos reconocer lo bueno que hacen y decírselo. Porque cuando lo hacen mal, los corregimos, pero muchas veces, cuando hacen lo correcto, no les decimos nada para animarlos a seguir asi. Y esa frase positiva, lo que eso los anima a continuar haciéndolo bien.

4) Cuando cometen errores y debemos corregirlos, debemos hacerlo sin usar expresiones negativas que declaran lo malo en ellos, sino enfatizando el hecho de que ellos no deben ser así, y que usted como padre sabe que el puede hacerlo bien.

5) Puede dejarle saber que usted esta desilusionado al ver su mal comportamiento, sin ofenderlos de palabra.

6) Cuando un hijo ve la sinceridad de su padre, se siente mal de haber lo desilusionado, pero cuando el padre lo ofende para demostrarlo lo desilusionado que esta, en vez le causa una herida que puede provocar más rebelión de parte del hijo.

7) Antes de corregir a su hijo, piense que es lo que usted desea lograr en esa conversación. ¿Desquitarse el enojo contra su hijo o llevar a su hijo a entender que debe cambiar su mal proceder?

8) Entonces piense bien como va a hablar para lograr lo que desea. No sean meras palabras, sino palabras que tengan un propósito definido sobre la vida de su hijo.

Conclusión: Josué declaro: “Yo y mi casa serviremos a Jehová” Josué 24:15 Josué se sentía responsable por toda su familia y él sabía que todos seguirían su ejemplo

Cuando declaramos algo así, sobre nuestra familia debemos hacernos un plan para lograr lo que queremos de ellos.

Pregúntese a sí mismo: ¿Cómo puedo lograr que mi familia sirva a Dios como yo?

Ore, busque la dirección de Dios.

Siga la dirección de Dios, no se desaliente si no ve los resultados que desea.

Pablo nos aconseja: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos, si no hubiéramos desmayado”

Algunos de nosotros tenemos hijos que no le sirven a Dios, y llevamos muchos anos orando por ellos, pero no podemos cansarnos de orar por ellos y de declarar bendición sobre sus vidas.

Pablo le dijo a Timoteo: “trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también” 2da de Timoteo 1:15

Aquí vemos, como nosotros le traspasamos a nuestro hijos y nietos nuestra fe, a través de la enseñanza de la palabra y la oración continua.

Orar es el mayor privilegio que el creyente tiene y el más necesario para la Iglesia y el creyente y Dios demanda que lo hagamos.

Como padres, nuestra primera tarea es reclamar la salvación de nuestros hijos que todavía no se han entregado a Cristo. Reclamando las promesas divinas sobre ellos:

Isaías 49:25 “Pero así dice Jehová: Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos”.

Dios promete salvar nuestros hijos, pero a veces nos cuesta luchar, reprender malicias y demonios que los quieren desviar, y alejarlos de Dios.

Es por la intercesión de los padres que Dios continúa bregando con ellos y dándoles oportunidades de salvación, a pesar de lo duro o rebeldes que sean.

Es posible que hayan rechazado tanto, que no merecen otra oportunidad, pero tu intercesión hace que la misericordia de Dios se extienda y les conceda otra oportunidad más.

y 54:13 “Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos”.

Es nuestra responsabilidad enseñar nuestros hijos en los caminos de Dios, pero cuando ellos se apartan y ya son adultos, solo Dios los puede cambiar y es nuestra intercesión la que logra que esto suceda,

Entonces, cuando parece que están perdidos, el Espíritu Santo abre sus ojos para que vean la luz del evangelio, y logran entender que sin Dios están perdidos, así vemos como Dios mismo les ensena el camino, endereza sus pasos y los trae rendidos a los pies de Cristo.

El Salmo 112:1-2 dice así: “Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita”.

Nuestros hijos y nietos son bendecidos a causa de nuestra oración. Y nuestro buen ejemplo.

Podemos y debemos guerrear con las fuerzas del enemigo que los tienen atados, entenebrecido su entendimiento para que no entiendan y ciegos a la verdad de Dios para que no vean la luz del evangelio y oprimidos en diversas formas.

Y siempre declarar bendición sobre ellos.

Siempre creer que Dios obrara en ellos.

Y Siempre ver por la fe lo que ellos pueden llegar a ser en las manos de Dios.

Oremos.