Summary: Querida iglesia, ¿alguna vez has pasado por momentos donde todo parece perdido? Donde la esperanza ha muerto y lo único que te queda es el lamento... Así se sentían los discípulos el día después de la crucifixión.

Introducción:

Querida iglesia, ¿alguna vez has pasado por momentos donde todo parece perdido? Donde la esperanza ha muerto y lo único que te queda es el lamento... Así se sentían los discípulos el día después de la crucifixión. Todo por lo que habían vivido parecía derrumbarse. Pero Lucas 24 nos muestra que Dios no ha terminado cuando nosotros creemos que sí. Hoy veremos cómo Jesús, el Resucitado, transforma nuestra perspectiva, aviva nuestros corazones, y nos envía con poder.

1 La tumba vacía no es el fin, sino el comienzo (Lucas 24:1-12)

El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. 2 Y hallaron removida la piedra del sepulcro; 3 y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. 4 Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; 5 y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? 6 No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, 7 diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. 8 Entonces ellas se acordaron de sus palabras, 9 y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. 10 Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. 11 Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. 12 Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.

Las mujeres fueron al sepulcro con especias... con la esperanza rota. Esperaban encontrar un cadáver, pero hallaron una tumba vacía. ¿Y qué les dijeron los ángeles?

"¿Por qué buscan entre los muertos al que vive?"

• La resurrección fue una sorpresa, no porque Jesús no lo hubiera dicho, sino porque el dolor nubla la memoria.

• A veces llegamos a situaciones esperando muerte, pero Dios ya ha hecho una obra de vida que no vemos aún.

• Las mujeres llegan con especias, esperando encontrar muerte, pero encuentran vida.

• La tumba vacía desconcierta al principio, pero es un símbolo de esperanza.

A veces llegamos a situaciones esperando lo peor, pero Dios ya ha resucitado lo que pensábamos perdido.

• Frase clave: "¿Por qué buscan entre los muertos al que vive?"

Aplicación: ¿Estás buscando respuestas entre lo que ya está muerto? La tumba vacía grita que Dios tiene la última palabra, y es una palabra de vida.

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2. Jesús camina con nosotros, aunque no lo reconozcamos (Lucas 24:13-24)

13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. 14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. 15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. 16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. 17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? 18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? 19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; 20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. 21 Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. 22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; 23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive. 24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.

Dos discípulos caminan hacia Emaús, desanimados. Conversan sobre Jesús… ¡y el mismo Jesús se les une! Pero no lo reconocen.

• Esto nos muestra que Jesús no se aleja de nuestras dudas ni de nuestra tristeza.

• Él camina con nosotros incluso cuando no lo vemos claramente.

• Los discípulos en el camino a Emaús están desanimados, confundidos y llenos de tristeza.

• Jesús se acerca y camina con ellos, pero sus ojos están velados.

• En los momentos más oscuros, Jesús no está lejos: está al lado, aunque no lo veamos claramente.

Aplicación: En medio del desánimo, Jesús está más cerca de lo que imaginas. No siempre se siente, pero Él va a tu lado.

3. El corazón arde cuando Él nos habla (Lucas 24:25-32)

25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! 26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? 27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.

28 Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. 29 Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. 30 Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. 31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. 32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?

Jesús comienza a explicar las Escrituras, desde Moisés hasta los profetas. Cuando llegan a casa, parte el pan… y sus ojos se abren.

• ¡Entonces lo reconocen! Y dicen: “¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba…?”

• Su Palabra tiene poder de encender el corazón apagado.

• Jesús explica las Escrituras desde Moisés hasta los profetas, mostrándoles que el Cristo debía sufrir y resucitar.

• Cuando parte el pan, sus ojos se abren.

• La Palabra de Dios y la comunión abren nuestros ojos. Él se revela a través de ellas.

• Frase clave: “¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino…?”

Aplicación: Si tu corazón está frío o confundido, busca Su voz en la Palabra. No hay corazón que no arda cuando Cristo habla.

4. La resurrección transforma el temor en testimonio (Lucas 24:33-43)

33 Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, 34 que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. 35 Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan.

36 Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. 37 Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. 38 Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? 39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. 40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. 41 Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? 42 Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. 43 Y él lo tomó, y comió delante de ellos.

Los discípulos están encerrados por miedo. Jesús aparece y les dice: “Paz a vosotros.”

Les muestra sus heridas, come con ellos, y confirma que es real.

• No es una visión. Es Jesús, resucitado, con cuerpo glorificado.

• Su presencia disuelve el temor y renueva la fe.

Aplicación: El miedo no tiene la última palabra. Cuando Jesús entra en escena, llega la paz y el valor para testificar.

5. Somos enviados con poder y propósito (Lucas 24:44-53)

44 Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. 45 Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; 46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Y vosotros sois testigos de estas cosas. 49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

50 Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo. 51 Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo. 52 Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; 53 y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.

Jesús abre sus mentes para entender las Escrituras. Les da una misión: "Que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados..."

• Luego promete el Espíritu Santo y asciende ante ellos.

• Ellos regresan a Jerusalén con gozo, adorando a Dios.

• Jesús abre sus mentes para comprender las Escrituras.

• Les da una misión: predicar el arrepentimiento y perdón en su nombre.

• Promete el Espíritu Santo y asciende al cielo.

• No somos simples espectadores de la resurrección: somos mensajeros con una misión global.

• Frase clave: “Vosotros sois testigos de estas cosas”

Aplicación: No fuimos salvados solo para sentarnos. Fuimos enviados a ser testigos vivos del Cristo resucitado.

Conclusión:

Lucas 24 no es solo el final del Evangelio. Es el inicio de nuestra historia.

Es el momento en que Jesús resucita, se revela, enciende corazones, llena de paz, y nos lanza al mundo con propósito.

Querido hermano, hermana:

• ¿Estás caminando con tristeza? Jesús quiere caminar contigo.

• ¿Tu corazón está frío? Él quiere hacerlo arder.

• ¿Tienes miedo? Él quiere llenarte de paz.

• ¿Te sientes sin rumbo? Él te da una misión.

• Hoy, el Resucitado sigue caminando con nosotros. ¿Lo reconoces?

• Dios puede sorprendernos con vida donde esperamos muerte.

• Jesús nunca deja de caminar a nuestro lado.

• Su Palabra enciende nuestro corazón.

• El temor se disuelve en Su presencia.

• Tenemos una misión gloriosa respaldada por Su poder.