“El que habita al abrigo del Altísimo, morara bajo la sombra del omnipotente. Diré yo a Jehová: esperanza mía y castillo mío. Mi Dios en quien confiare. Él te librará del lazo del cazador y de la peste destructora, con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro” Salmo 91:1-4
Introducción: Bajo la sombra de sus alas, es el mejor lugar en el mundo. Es el único sitio donde vamos a encontrar seguridad completa. Claro, hay algunos requisitos:
La frase: “El que habita” significa el que vive ahí. Esto no es cosa de una visita ocasional, es hacer de Dios nuestra morada permanente.
Cada ave conoce su lugar de refugio. Cuando son pequeñas, ellas salen, vuelan, buscan su alimento, pero cuando se oyen truenos, y anuncia un aguacero, o cuando se acerca un predador, corren a su lugar seguro: bajo las sombras de las alas de su madre. Ya sea una gallina, o un cisne, o un águila. Cada una sabe a donde se va a refugiar
Y nosotros tenemos que saber quien es nuestro Padre celestial que nos está ofreciendo su protección, y aprender a morar bajo su sombra.
La frase: “bajo la sombra del omnipotente” significa bajo el cuidado y protección del que todo lo puede.
No es cualquier ave que también puede ser destruida,
sino bajo la sombra del omnipotente. El invencible. Todopoderoso Salvador.
1. Se requiere que cada uno haga la decisión y la declare: “diré yo a Jehová: esperanza mía y castillo mío” Es una decisión voluntaria, pero firme. “Yo voy a servir a Dios.
Yo voy a amar a Dios sobre todas las cosas.
Yo voy a permanecer bajo la sombra, la supervisión, la dirección de mi Dios”.
Se requiere una entrega de nuestra fe y confianza a Dios: “mi Dios en quien confiaré” en el Salmo 20:7 él dice: “Estos confían en carros, y aquellos en caballos;
más nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria”
Unos confían en su cuenta de banco. Otros confían en su familia. Otros confían en el gobierno para que los ayude. Pero nosotros tenemos que confiar en Dios. Nosotros tenemos que saber que “nuestro socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra”
2. Entonces comienzas a recibir los beneficios de su protección. “El te librará, y él te cubrirá”
3. El resultado es que ahí debajo de sus alas estarás seguro. Estarás protegido, estarás a salvo. No tienes de que temer.
4. Este Salmo es un anuncio bien explicado de lo que Dios nos ofrece cuando buscamos su protección. Pero cada uno tiene que hacer su decisión y dar los pasos necesarios para poder disfrutar de esta bendición.
La bendición está disponible, pero depende de nosotros que la podamos disfrutar.
5. La vida esta llena de retos. Nos vemos expuestos a muchas luchas y pruebas y en cada una, tenemos que correr a refugiarnos en Dios.
Jesús dijo: “Jerusalén, Jerusalén, cuantas veces quise juntarte como la gallina junta a sus polluelos, y no quisiste” ¿A qué se refería Dios? A todas las veces que amonestó a través de los profetas a arrepentirse, y ellos siguieron pecando. Se están alejando.
Viene el peligro. Viene la tormenta y Dios los amonesta para protegerlos, pero en vez de correr a Dios para ser protegidos, ellos siguen corriendo como la gallina sin cabeza, hasta que caen en el hoyo.
6. Es que cuando hay peligros, tenemos que correr hacia Dios. Es que cuando el enemigo nos ataca, tenemos que correr hacia Dios.
7. Es que cuando Dios nos amonesta porque no estamos andando bien, tenemos que correr hacia Dios.
Dios dijo: Salmos 81:13-15 “¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel! En un momento habría yo derribado a sus enemigos, Y vuelto mi mano contra sus adversarios. Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido, Y el tiempo de ellos sería para siempre”
8. Hay peligro en estar lejos de Dios y sin la protección del Todopoderoso. Nosotros solos no podemos subsistir en un mundo tan perverso como este. Necesitamos la ayuda y la protección de Dios.
Hay peligro en confiar en nuestras propias fuerzas
En nuestra inteligencia, o nuestra experiencia,
Lo mas seguro es correr a refugiarnos bajo la sombra de sus alas.
9. Cuando estamos en peligro, debemos clamar a Dios. Una vez El salmista dijo: “Guárdame como a la niña de tus ojos; Escóndeme bajo la sombra de tus alas, De la vista de los malos que me oprimen, De mis enemigos que buscan mi vida. Salmo 17:8-9
Dios nos ofrece su protección, pero nosotros tenemos que buscarla y pedirla en el momento que la necesitamos.
Aquí hay un numero 7, (Salmo 17) número de perfección. Y refugiarse bajo la sombra de las Alas del Altísimo es el lugar perfecto.
El salmista sabía que Dios tiene lugar donde escondernos. Dice en el salmo 27: 5 Otra vez el siete
Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto. Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová
En el Salmo 119:114 “Tú eres mi escondedero y mi escudo; en tu palabra espero.” No hay mas nadie a quien acudir.
En el Salmo 32:7 (Otra vez el siete) “Tú eres mi escondedero; de la angustia me preservarás” Cuantas veces estamos en angustias, en tribulaciones, pasando pruebas que nos hacen sufrir. Y al refugiarnos en Dios el nos libra de esa angustia, de ese sufrimiento.
En el Salmo 31:20 “De las conspiraciones de los hombres tú los escondes en lo secreto de tu presencia” ¿Alguien te quiere hacer daño? Corre al refugio eterno. ¿Alguien se ha levantado en contra tuya? Hay lugar para ti en lo secreto de su presencia. No luches por tu cuenta. Encuentra el refugio que Dios te ofrece.
10. Clamamos a Dios porque confiamos en su misericordia y su fidelidad para cumplir lo que nos ha prometido, (su protección) “Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé que pasen los quebrantos. Clamaré al Dios Altísimo, Al Dios que me favorece. Él enviará desde los cielos, y me salvará De la infamia del que me acosa; Dios enviará su misericordia y su verdad.”. Salmo 57:1-2
¿Cuánto tiempo? Hasta que pasen los quebrantos. No te apresures a salir de su presencia. Quédate allí, escondido con Cristo en Dios, en la sombra de sus alas, hasta que todo pase, porque Dios te favorece, esta de tu lado, es tu defensor. El te salvara de aquellos que te quieren hacer daño
¿Como? Enviara ayuda desde los cielos. Lo hará en una forma milagrosa.
Los filisteos atacaron a Israel cuando ellos se habían reunido para ofrecer sacrificios a Dios con el profeta Samuel Y Samuel clamó a Dios y la biblia dice que Dios tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos y los asustó. Así que los Israelitas los vencieron y los persiguieron hasta que se fueron de todo aquello. Ese fue el día que Samuel tomo aquella piedra y le puso por nombre Ebenezer, que quiere decir: Hasta aquí nos ayudo Jehová. En 2 Samuel 22:14-16 lo explica así:
“Y tronó desde los cielos Jehová, Y el Altísimo dio su voz; Envió sus saetas, y los dispersó; Y lanzó relámpagos, y los destruyó. Entonces aparecieron los torrentes de las aguas, Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo; A la reprensión de Jehová, Por el soplo del aliento de su nariz”.
Esto también esta descrito en el Salmo 18: 13-15 Tronó en los cielos Jehová, Y el Altísimo dio su voz; Granizo y carbones de fuego. Envió sus saetas, y los dispersó; Lanzó relámpagos, y los destruyó. Entonces aparecieron los abismos de las aguas,
Nuestro Dios es rey sobre toda la creación. La manda a los vientos, a la lluvia, a el mar a la tempestad y toda la creación le obedece. Se someten a la voz del Creador, del Altísimo, del Todopoderoso.
El rey de Asiria retó al Rey Ezequías, y lo amenazó. Se burló de él y de su fe en Dios. ¿Que dios te va a salvar de mi mano? Porque el estaba venciendo a todos los pueblos vecinos.
Pero Ezequías, oró a Dios, trajo las cartas y las puso sobre el altar y Dios lo defendió. Aquella misma noche, salió el Ángel de Jehová y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil hombres y cuando se levantaron por la mañana el campo estaba lleno de muertos, entonces el rey Senaquerib se fue y volvió a Nínive.
Dios hace milagros cuando es necesario para proteger a sus hijos. Dios hace lo que sea. Como dijo el rey Ezequías en su oración: “sálvanos oh Jehová para que sepan todos los reinos de la tierra que solo tu Jehová, eres Dios”.
11. El salmista había aprendido a disfrutar de la protección de Dios y sabía que la misericordia de Dios lo seguía dondequiera que él iba, porque él clamaba a Dios cada vez que lo necesitaba y Dios siempre le respondía por eso dijo; “Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. Quedan completamente satisfechos
con la abundante comida de tu casa; tú les das a beber de un río delicioso, Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz. Extiende tu misericordia a los que te conocen, Y tu justicia a los rectos de corazón.” Salmo 36:7-10 (otra vez el 7)
Ese puede ser nuestro testimonio también si aprendemos a acudir a Dios siempre.
Conclusión: Dios nos ofrece su protección y es nuestro privilegio como sus hijos de disfrutar este privilegio. No tenemos que defendernos solos, como dicen por ahí: “Sálvese quien pueda” porque nosotros tenemos un recurso superior a todo lo que el mundo tiene.
Y cuando descubrimos este secreto no solo que encontramos refugio, sino que podemos regocijarnos en esta verdad. En gozar de un privilegio tan especial.
El salmista dijo: “Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Salmo 63:7 (siete otra vez)
Cuando nos damos cuenta lo que Dios hace por nosotros para protegernos, y salvarnos de los enemigos que quieren destruirnos, sentimos gozo.
Porque Dios ha levantado nuestras cabezas sobre nuestro enemigo que nos rodean.
De ser protegidos de la infamia del que te acosa,
de las conspiraciones de los hombres,
de las falsas acusaciones,
de la lengua perversa que trata de hacerte daño.
En recibir fortaleza y consuelo en las aflicciones.
De la angustia me preservarás.
Y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos.
Es cuando aprendemos a esperar, allí escondidos, bajo la sombra del omnipotente, hasta que pase el quebranto, el dolor, la angustia.
Es entonces que recibimos la fortaleza, porque somos satisfechos con la abundancia de comida de su mesa y nuestra sed espiritual es completamente saciada porque estamos bebiendo del manantial de vida que el ofrece.
Es entonces que nos damos cuenta que en medio de las tinieblas de este mundo, la luz de Dios resplandece sobre sus hijos.
Porque, aunque tinieblas cubran la tierra, y oscuridad a las naciones, sobre ti amanecerá el sol de justicia y en sus alas traerá salvación.
En el mundo están pasando cosas terribles, pero el pueblo de Dios puede vivir muy feliz como decía un corito antiguo, porque sabemos que tenemos la protección de Dios, tenemos a quien acudir en nuestras tribulaciones.
Y al estar delante del resplandor de su Gloria, nosotros vemos su luz y resplandecemos. Porque la Gloria de Jehová ha nacido sobre nosotros.
Es tiempo que el pueblo de Dios se levante y resplandezca porque la luz de Dios brilla sobre nosotros y ahora nos toca resplandecer y llevar esa luz a este mundo perdido.
¿Usted ve? Dios nos ofrece su amparo, su protección, su refugio, pero Dios tiene un plan superior.
No es para que vivamos escondidos siempre. El escondite es para los tiempos difíciles, pero después tenemos que salir y darle al mundo las noticias de lo que Dios es y lo que ofrece.
Tenemos un Dios maravilloso. Podemos disfrutar todos sus beneficios.
Pero hay un mundo que no sabe nada de esto y vive hundido en sus tinieblas.
Dios nos ayude a ser luz para los que están en tinieblas también.